Ciudad de México.- Distintos episodios de violencia en la región de Tierra Caliente, que abarca zonas de Guerrero, Michoacán y el Estado de México, han evidenciado el “resurgimiento” del cártel de la Familia Michoacana, que ha expandido su presencia a áreas del centro, occidente y sur de México.
La Familia Michoacana, que hace años había perdido influencia, se ha reconfigurado como un actor violento y de control criminal en regiones de Guerrero y el Estado de México. Especialistas en seguridad consideran que su retorno liderado por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, implica el renacimiento de esta organización criminal.
“La Familia Michoacana nunca se fue […] se ha fortalecido, de ser una organización muy marginal en términos a nivel nacional, pues sí ha venido creciendo, sí experimenta un proceso de expansión, que se ve en la cobertura de municipios que tienen Guerrero, han estado saliendo de la zona tradicional de Tierra Caliente en Guerrero, a otras zonas como La Montaña”, destacó en entrevista con SinEmbargo, Víctor Sánchez, investigador de la Universidad de Coahuila, especialista en temas de seguridad.
Edgar Guerra Blanco, del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), coincidió en que la Familia Michoacana ha resurgido como muestran distintos eventos.
“Sin duda alguna podríamos hablar de un regreso o de un resurgimiento, pero yo diría que de una manera más exacta es decir que en realidad la Familia Michoacana nunca se ha ido. Es una organización criminal que ha estado de una u otra manera permanentemente operando en Tierra Caliente, pero en realidad esto ha ocurrido desde el momento mismo en que en apariencia esta organización se disolvió”, señaló.
Entre los sucesos recientes que han asolado la región, se incluyen desplazamientos masivos de pobladores en Coyuca de Catalán, Guerrero; enfrentamientos con militares en el sur del Estado de México y videos de amenazas para reclutar a pobladores.
El pasado lunes, al menos 200 personas huyeron de San Antonio de las Texas, en el municipio de Coyuca de Catalán, debido a las amenazas de la Familia Michoacana. De acuerdo con Reforma, el pasado 4 de abril fueron 34 familias que, a bordo de camionetas y cuatrimotos, se trasladaron durante nueve horas por un camino de terracería hasta llegar a Técpan de Galeana.
Durante el desplazamiento, los pobladores denunciaron la falta de apoyo por parte del Gobierno estatal, encabezado por la morenista Evelyn Salgado Pineda, lo que ha agravado la situación en la región.
Pero ese no es el único evento. El pasado 24 de marzo, pobladores de la sierra de San Miguel Totolapan, en Guerrero, se armaron para defender su territorio ante el avance de la Familia Michoacana, informó el periódico El Sur de Acapulco.
Desde hace semanas, los habitantes se enfrentan a esta organización criminal y durante una asamblea realizada a finales de marzo en la comunidad de Piedra Concha, líderes comuneros pidieron el apoyo del Presidente Andrés Manuel López Obrador para mantener la paz que habían logrado tener en los últimos nueve años.
Los comisarios de los ejidos de Coronillas, Linda Vista y la Ciénega de Puerto Alegre solicitaron la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, debido a que no confían en la Policía Estatal, que, según ellos, ha roto los códigos y convenios que habían acordado previamente con la comunidad.
Los especialistas en materia de seguridad entrevistados coincidieron en que el proceso de renacimiento y expansión de la Familia Michoacana se debe a una combinación de factores, entre ellos, la posible monopolización de la producción de opio en Guerrero, el estado mayor productor de opioides en el país; el debilitamiento de otras organizaciones criminales, la protección gubernamental y la cooptación de autoridades locales.
Estos factores, dijeron, han permitido que la organización criminal recupere su influencia y se convierta en un actor importante en la región de Tierra Caliente.
De acuerdo con los especialistas, los reclutamientos violentos y forzados registrados también hablan de una organización que va creciendo y que necesita sicarios para poder gestionar este proceso de expansión hacia otras zonas, sobre todo de Guerrero, pero que también puede incluir Morelos, Michoacán y la parte sur del Estado de México.
LA FAMILIA MICHOACANA
Víctor Sánchez, investigador de la Universidad de Coahuila, explicó que la Familia Michoacana es una organización criminal que ha pasado por un proceso de reconfiguración a lo largo de su historia, desde que nació bajo el liderazgo de Nazario Moreno, Servando Gómez Martínez, también conocido como “La Tuta”, y José de Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango”.
Por su parte, Edgar Guerra Blanco recordó que la Familia Michoacana surgió en la década del 2000, entre 2003 y 2005, su principal objetivo, según señalaban en ese momento, era actuar como un grupo de vigilantes para resguardar esa región y se alió con otros grupos locales para enfrentar a otras organizaciones criminales.
El especialista mencionó que el cártel ha destacado por tres características principales. En primer lugar, por hacer uso de una violencia brutal y cruel que algunos han llegado a denominar como narcoterrorismo.
“Desde sus primeros momentos, la Familia Michoacana ha hecho un uso muy intenso y significativo de la violencia. Uno de los momentos más conocidos de este uso de la violencia fue cuando los integrantes de este grupo lanzaron una serie de granadas en la plaza principal de la ciudad de Morelia durante el evento del Grito de Independencia en 2006”, expuso.
En segundo lugar, dijo, la organización se hizo notable debido a su discurso de salvación. En sus primeras manifestaciones, se presentaron como una organización cuyo objetivo era proteger a las comunidades de la Tierra Caliente en Michoacán. En pancartas y publicaciones, así como en medios de comunicación, se hacían llamar protectores y salvadores. Sin embargo, en realidad era una organización delictiva que incluso cobraba derecho de piso.
En tercer lugar —de acuerdo con el académico— está la búsqueda de salvación comunitaria, la cual era promovida por una especie de “religión” que sufrió un proceso de transformación que dio paso al surgimiento de Los Caballeros Templarios, otro grupo criminal.
“Desde el punto de vista de la investigación y las Ciencias Sociales, la Familia Michoacana es muy interesante porque tiene un discurso de salvación, procesos de organización muy efectivos, un uso extremo de la violencia e incluso ciertas manifestaciones religiosas”, detalló Guerra Blanco.
Entre 2010 y 2011, detallaron ambos analistas, la organización sufrió una ruptura con Los Caballeros Templarios, quienes se habían quedado con el control del 90 por ciento de la organización criminal y el 10 por ciento restante lo perdieron en la incisión de los grupos delictivos.
Por un lado, de acuerdo con Víctor Sánchez, los Caballeros Templarios estaban liderados por “La Tuta” y Nazario Moreno, y por el otro lado, “El Chango” Méndez, se quedó con la parte menos rentable de la organización, la que se encontraba más al norte de Michoacán, el Estado de México y la parte de Tierra Caliente de Guerrero.
En el año 2013, cuando los asesinatos se dispararon un 19.47 por ciento —al registrarse 902 víctimas de homicidio doloso, contra las 755 registradas en 2012— se crearon grupos de autodefensa en varias localidades que buscaban frenar el avance de las organizaciones del crimen organizado, sin embargo, algunos de estos grupos a lo largo del tiempo se incorporaron al crimen.
Por su parte, los Caballeros Templarios, que tenían el dominio de Michoacán, sufrieron un proceso de desmantelamiento en 2014-2015, lo que hizo que la Familia Michoacana, que estaba más marginada y con menos penetración, se encontrara en una mejor posición.
Desde entonces, la organización ha estado creciendo en cuatro estados: Tierra Caliente (la conexión entre Michoacán, Guerrero y el sur del Estado de México) y recientemente ha incursionado en Morelos e incluso ha intentado penetrar algunas alcaldías de la Ciudad de México, como Milpa Alta.
A pesar de que se creía que la Familia Michoacana había casi desaparecido, Víctor Sánchez, especialista en seguridad pública, reiteró que esta organización criminal nunca se fue, al contrario, se ha estado fortaleciendo en los últimos años.
Durante el 2022, principalmente, medios de comunicación e incluso, la Oficina de Activos Extranjeros Especiales (OFAC), adscrita al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se referían a la organización liderada por Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez”, y a su hermano, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa” como “La Nueva Familia Michoacana”.
Sin embargo, y según destaca el laboratorio de análisis InSight Crmen el nombre se usó en cierto momento, pero puede debatirse si sigue siendo aplicable o no. De acuerdo con investigaciones realizadas, los residentes locales no usan el alias “La Nueva”. De hecho, el nombre “La Nueva Familia Michoacana” ya no representa a un grupo, como lo indica la investigación de InSight Crime.
Según el investigador del CIDE, Edgar Guerra, es importante tener en cuenta que la Familia Michoacana no es un grupo homogéneo con un solo liderazgo y ubicado en un solo lugar.
En realidad, aclaró, cuando se habla de organizaciones criminales, hay que referirse a muchos grupos que no necesariamente están de acuerdo entre sí y simplemente adoptan el nombre de una organización que es reconocida por su marca, que lleva consigo un cierto sello.
“El nombre es digamos la marca de la Familia Michoacana, que es ya reconocido, que lleva consigo un cierto sello; entonces no podemos decir que La familia Michoacana es algo unido, pero al menos estos grupos —lo que se está viendo a través de estos comunicados (y hechos violentos recientes)— sí pertenece a esta vieja facción y que lo que está haciendo es mostrar todo este proceso que han venido cultivando: que es expandirse”, destacó.
LA EXPANSIÓN DE LA FAMILIA
Actualmente, las redes de la Familia Michoacana se encuentran presentes en cuatro estados fundamentalmente: en toda la parte de Tierra Caliente, una región que abarca Michoacán, Guerrero y Estado de México, y ahora ha incursionado en Morelos.
La célula más importante de la Familia Michoacana, que no es la única, es la de los hermanos Hurtado Olascoaga, “El Fresa” y “El Pez”, que se concentra en la parte de Guerrero, de Tierra Caliente.
De acuerdo con Víctor Sánchez, el proceso de fortalecimiento lleva seis o siete años, donde los hermanos Hurtado empezaron a crecer debido a la cantidad de municipios que controlan.
“Los hermanos Hurtado Olascoaga han estado fortaleciendo su control sobre la producción de opio en la región de Tierra Caliente, que es el principal productor de opio en el país. Al monopolizar esta materia prima, la organización criminal ha obtenido ingresos significativos y ha podido expandirse hacia otros territorios”, dijo.
De acuerdo con el laboratorio de seguridad InSignt Crime, la Familia Michoacana lleva años dedicada a la producción y la distribución de metanfetaminas y tiene una amplia experiencia en la que apoyarse.
“La Familia Michoacana controla el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán, el puerto marítimo más grande de México. Aquí, el cartel está en capacidad de acceder a los pre-precursores que requiere para la producción de metanfetaminas”, señala InSignt Crime.
El 17 de noviembre de 2022, la Oficina de Activos Extranjeros Especiales (OFAC, por sus siglas en inglés) señaló que La Nueva Familia Michoacana —como lo llamaron— y sus copresidentes, Johnny Hurtado Olascoaga y José Alfredo Hurtado Olascoaga están distribuyendo “fentanilo arcoíris”, que se está propagando por todo Estados Unidos.
Las otras actividades de tráfico de drogas incluyen la siembra de marihuana y amapola y el tráfico de varias drogas desde América Central, incluyendo metanfetamina, heroína, cocaína y fentanilo, todas destinadas a Estados Unidos.
“Este cártel no solo trafica con fentanilo, sino que ahora comercializa la ‘fentanilo arcoíris’ como parte de un esfuerzo deliberado para impulsar la adicción entre los niños y adultos jóvenes”, destacó la dependencia estadounidense en un comunicado.
De acuerdo con la OFAC, en 2022 la Familia Michoacana operaba en aproximadamente 35 municipios de Michoacán, Guerrero, Morelos y el Estado de México y se está expandiendo a otras regiones de México, generando ingresos del tráfico de drogas, la minería ilícita y la extorsión.
Víctor Sánchez señaló que uno de los factores a los que se puede atribuir la expansión de este grupo criminal es el debilitamiento de otras organizaciones delictivas en la zona, como Los Rojos, Guerreros Unidos y el cártel independiente de Acapulco, “lo que ha permitido que la Familia Michoacana expanda su territorio y control sobre municipios en la región”.
En Michoacán, el conflicto entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y otros grupos criminales también les ha dado espacio para experimentar un proceso de expansión.
Respecto a los procesos de reclutamiento, Edgar Guerra señaló que lo que ha caracterizado a La Familia Michoacana es que “han tenido esta especie de dinámicas, rituales y de maneras de proceder para ciertas cosas, sobre todo capturar población joven, principalmente niños para reclutarlos a sus filas”.
Por otro lado, Víctor Sánchez y Edgar Guerra destacaron una posible protección gubernamental por parte de algunos funcionarios locales, lo que también ha ayudado al proceso de expansión de este grupo delictivo. La cooptación de alcaldes y su protección a la organización criminal ha sido un factor clave en este proceso.
“Muchos de los procesos de expansión de las organizaciones criminales a veces tienen que ver con protección gubernamental, ya sea a nivel estatal o municipal, pero lo que sí es claro es que han ido cooptando alcaldes de la zona y estos alcaldes los protegen; entonces eso también les ayuda a su proceso de expansión”, señaló Víctor Sánchez.
“Lo que ha hecho la Familia Michoacana en Michoacán durante su mayor poderío, es justamente ir capturando instituciones estatales, ir capturando policías municipales, capturando incluso autoridades a nivel estatal. Una de las cosas que más impresionó de la Familia Michoacana y de los Caballeros Templarios fue la capacidad que tuvieron para ir comprando impunidad a través de la corrupción”, añadió Blanco Guerra.
Un informe de la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, revelado en los Guacamaya Leaks, el hackeo a la Sedena, exhibió que al menos 20 presidentes municipales de todos los partidos políticos de Iguala y sus alrededores estaban vinculados con grupos criminales, principalmente a Guerreros Unidos y La Familia y, en menor proporción, a los Caballeros Templarios.
El reporte, según indicaron diversos medios nacionales, fue enviado a Tomás Zerón de Lucio, entonces jefe de la Agencia de Inteligencia Criminal, en octubre de 2014, como parte de las investigaciones del caso Ayotzinapa.
UN FUTURO INCIERTO
Los especialistas no descartan que el crecimiento de la Familia Michoacana pueda verse coartado por el poderío del Cártel Jalisco Nueva Generación, que en el pasado había sido su aliado. El choque entre estas dos organizaciones puede generar un aumento importante de la violencia en algunas zonas de Guerrero, Michoacán y del sur del Estado de México.
“Cuando Caballeros Templarios tenían el dominio de Michoacán, el CJNG estaba tratando de entrar, y una de las primeras alianzas fue con la Familia Michoacana. Sin embargo, tarde o temprano, los intereses de ambas organizaciones pueden colisionar, lo que podría generar un aumento importante de la violencia en algunas zonas del país”, destacó Víctor Sánchez.
El especialista en seguridad señaló que a pesar de que el Gobierno federal y el Gobierno del estado son del mismo partido, la coordinación entre las fuerzas políticas parece no existir, lo que ha generado un escenario de ausencia del Estado en muchos municipios de entidades como Michoacán, Guerrero y otras zonas del país. “Es inexplicable que en un escenario en donde las fuerzas políticas están alineadas, no haya coordinación”.
InSight Crime menciona que el futuro de la Familia Michoacana aún sigue siendo incierto. “Pero las recientes acciones decisivas que ha tomado indican que seguirá revitalizándose y podría aumentar su poder a nivel regional”.
Por su parte, los expertos consultados por SinEmbargo destacaron que es muy importante poner atención a organizaciones como la Familia Michoacana, pues pueden generar grandes tragedias. En el pasado, organizaciones que parecían pequeñas han generado mucho daño al país, como sucedió con Guerreros Unidos con el caso de Ayotzinapa o el aumento de la violencia en Guanajuato por el choque entre Santa Rosa de Lima y el CJNG.
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