“Las niñas de Purísima no se tocan”: Pobladores se movilizan ante abusos sexuales

diciembre 4, 2024
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Por Ethel Arredondo

Matamoros, Coahuila.- Pobladores del ejido Purísima, perteneciente al municipio de Matamoros, Coahuila, denuncian que un hombre adulto mayor ha cometido abusos sexuales contra menores de edad de la localidad.  

Por medio de carteles y pintas en paredes y en redes sociales, los pobladores envían mensajes que alertan sobre las acciones de este adulto –identificado como Leopoldo “N”– y exigen la intervención inmediata de las autoridades para garantizar la protección de las víctimas y evitar actos de violencia.

De hecho, existe ya una denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la cual sigue su curso. El fin de semana pasado Leopoldo fue detenido y permanecerá en prisión preventiva. 

En la página de Facebook creada por habitantes del ejido titulada “Purísima se pinta de morado”, se han hecho públicos mensajes que invitan a las familias afectadas a romper el silencio y denunciar los presuntos abusos. 

Entre los testimonios más preocupantes se encuentra el mensaje de una persona que asegura que el sospechoso acosa a las niñas al salir de la escuela primaria Progreso, ubicada en el ejido.

“Siempre está parado esperando a que pasen los niños cuando salen de la escuela, y les hace señas a las niñas”, relata. 

Según testimonios recopilados por El Coahuilense Noticias, otros casos han quedado en el silencio: sus familias temen que sus hijas sean revictimizadas o que enfrenten posibles represalias. 

De acuerdo con estos testimonios, la revictimización y la falta de garantías de seguridad han sido obstáculos significativos para que las víctimas y sus familias avancen con un proceso legal

“Querían volver a hacerle pruebas a mi hija y ya no quisimos que ella volviera a pasar por eso porque fue muy traumático. No podemos creer que quieran hacerla pasar por lo mismo”, dijo una de las madres denunciantes. 

Las autoridades de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (Pronnif), Región Laguna, ya tienen conocimiento del caso. 

Pero los quejosos dicen no estar dispuestos a esperar a que transcurran más días y que surjan más víctimas, por lo que en los medios a su alcance exigen resultados concretos y medidas urgentes para frenar esta situación.

Pueblo en vilo 

El pasado 5 de junio una de las personas afectadas contactó a Valeria López Luévanos, regidora del ayuntamiento de Matamoros. Lo hizo de manera anónima mediante una cuenta de Facebook.

En uno de los mensajes anónimos expresa: “Temo por la integridad de los niños, que este señor un día haga algo más delicado donde nos vamos a lamentar todos”.

Asimismo, el testimonio indica: “La directora de la escuela menciona que puede haber más niños afectados, sólo que los papás no quieren hacer denuncia por miedo a represalias. Le hago la petición de manera anónima, pero usted puede corroborar toda la información que le estoy dando con la familia de la niña afectada o con la directora de la escuela primaria Progreso. Por favor no haga caso omiso, tenga piedad y ayude a estas familias que se les han cerrado las puertas por las influencias políticas de esta familia».

En otro mensaje la denunciante subraya: «Ojalá y tenga un poquito de tiempo para leer y ayudar a esta comunidad que no tiene autoridades (o no ejercen su labor como deberían)».

La gravedad de las acusaciones ha generado un clima de indignación y enojo en el ejido al punto que algunos vecinos han manifestado su intención de tomar justicia por mano propia si no se actúa rápidamente

En distintas partes del ejido han aparecido carteles y pintas con frases como «Las niñas de Purísima no se tocan» y «Justicia para las niñas». 

Las pintas, la página de internet y la denuncia hecha ante funcionarios municipales y del gobierno estatal son las primeras acciones de un grupo de familias afectadas. 

Los habitantes de Purísima hacen un llamado urgente al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, y a las instituciones responsables, como la FGE y la Pronnif, para que actúen de manera inmediata y brinden garantías de seguridad a las víctimas y sus familias. 

También solicitan todo el apoyo y la protección de las víctimas para evitar que el caso quede impune y que se generen las condiciones necesarias para que más familias puedan denunciar sin temor.

La escuela primaria Progreso, señalada en las denuncias como el lugar donde inicia el acoso, está ubicada en el ejido Purísima. Es una institución pública de nivel básico que opera en un turno matutino y atiende a la población infantil de esta zona rural. Según registros oficiales, el plantel se encuentra en la calle ejido Purísima y pertenece al sistema educativo estatal.

Romper el silencio

Organizaciones civiles y activistas han señalado la importancia de romper el silencio frente a estos crímenes y trabajar en conjunto para garantizar justicia y protección para las niñas y niños del ejido. 

Asimismo exhortan a las autoridades a reforzar las medidas de prevención y protección en la comunidad. 

“Exigimos una investigación exhaustiva y transparente para identificar a los culpables y asegurarnos de que sean castigados con la máxima severidad de la ley. También apoyo y protección para las víctimas y sus familias para que puedan recibir la ayuda y el cuidado que necesitan para superar este trauma, así como medidas concretas para prevenir que este tipo de abusos vuelvan a ocurrir en el futuro, incluyendo la implementación de políticas y programas de educación. Es hora de que nos unamos para decir ¡BASTA! a la impunidad y la indiferencia”, expresa Kevin Acosta, joven habitante del ejido Purísima 

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