Por Katya González
Un puñado de familias que han alcanzado mención en las listas de millonarios de México posee formalmente el derecho sobre el 50 por ciento del agua de la Región Lagunera.
Con eso y el hecho de ser los principales compradores de la producción agrícola regional, fijan precios, benefician cacicazgos rurales y su opresión obliga a campesinos pobres a cederles sus tierras.
Para mayores señas, son socios de una de las lecheras más grandes del mundo, con operaciones en México, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Costa Rica y Nicaragua.
Conocidos e intocables, el poder que invocan los nombres de sus accionistas apenas si se advierte en páginas de sociales, en columnas de negocios y en la política comarcana: García Lespron y, sobre todo Tricio, apellido este último que figura en numerosos directorios empresariales a partir de ese emporio que lleva por nombre Grupo Lala.
El origen del imperio está en la Región Lagunera de Coahuila y ha tenido un costo: haber convertido la zona en una de las regiones con mayor estrés hídrico del país, con impactos en el medio ambiente y a la salud de los habitantes. Antes que de la leche, son lo barones de la tierra y del agua.
Y es que de acuerdo con los datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda), consultado por El Coahuilense, el 55.11% del volumen concesionado de agua en La Laguna es para uso agrícola, el cual está destinado a la industria lechera.
La dimensión de su acaparamiento es medible: El grupo lechero actualmente tiene presencia en Estados Unidos, Centroamérica y Brasil; cuenta con 31 fábricas en el continente, 172 centros de distribución y cerca de 40 mil colaboradores.
Según datos publicados por la revista Forbes, al inicio de sus operaciones, Grupo Lala producía 35 mil litros de leche al día. En los años setenta la empresa registró un incremento de 363 mil litros diarios y, actualmente, produce alrededor de 7 millones de litros de leche.
Una parte importante de esa producción se refleja en los derechos de agua. En los últimos 23 años, entre accionistas del Grupo Lala, incluyendo a la familia Tricio, se encuentran 56 registros en el Repda que suman 1 millón 200 mil metros cúbicos anuales en el acuífero principal Región Lagunera, de la Región Hidrológica Nazas-Aguanaval.
El mayor número de concesiones se encuentra a nombre de José Antonio Tricio Haro. Tan solo en el municipio de Matamoros, Coahuila, posee derechos sobre un total de 240 mil metros cúbicos anuales.
En la lista integrada conforme al Repda, también figuran Eduardo, José Ignacio y Carlos, todos de apellido Tricio; así como José Alfredo y Raúl García Lespron, también señalados por habitantes de la Laguna consultados, como los acaparadores.
Entre los municipios afectados por la sobreexplotación del cuerpo hídrico figuran Matamoros, San Pedro, Viesca, Torreón, Francisco I. Madero y Sierra Mojada, solo en el estado de Coahuila.
EL CLAN DE LOS TRICIO
Los hermanos Tricio Haro son hijos de Eduardo Tricio Gomez, uno de los fundadores de Grupo Lala. Aunque con menos derechos de agua que su hermano José Antonio, Eduardo Tricio Haro es considerado uno de los principales y más importantes empresarios mexicanos: ingresó a los 25 años al consejo de administración de la empresa y en el año 2000 fue nombrado presidente del consejo de Grupo Lala, puesto que desempeña hasta la actualidad.
Más allá de la lista de Los 100 de Expansión, que lo ubica en el lugar 28 de los empresarios más importantes de México, Eduardo Tricio es miembro y vicepresidente del Consejo Mexicano de Negocios, que agrupa a medio centenar de los nombres poseedores de gran riqueza del país, la auténtica cúpula de cúpulas empresariales de México.
Además de su papel en la industria lechera, su presencia empresarial ha crecido en las más variadas actividades, pues de la industria de lácteos y agropecuaria, tiene ahora inversiones en el sector aeronáutico, energético, inmobiliario y financiero, una evolución empresarial que se dio en paralelo a la evolución de Grupo Lala.
Entre el 2009 y hasta septiembre del 2010, Grupo Lala compró tres empresas en Estados Unidos: Promised Land Dairy, Farmland Dairies y National Dairy, que es considerada como la productora de leche más grande de ese país, adquirida por 435 millones de dólares. De hecho, a estas alturas, Grupo Lala es una de las lecheras más grandes del mundo.
Además de dirigir a Grupo Lala, Eduardo Tricio hasta hace poco presidió el consejo de Grupo Aeroméxico, donde se mantiene en calidad de independiente; preside Envases Elopak, La Unión de Crédito Industrial y Agropecuario de la Laguna; es consejero independiente de Grupo Financiero Citibanamex; preside la Fundación Lala.
Su influencia se extiende en un tinglado de relaciones de poder económico que está reflejado en su pertenencia a consejos de administración de empresas propiedad de otros magnates mexicanos: es miembro del consejo de administración de Aerovías de México; de Grupo Televisa; de Aura Solar Ingenieria de Energias Renovables; del Banco de México; del Centro Cultural Arocena Laguna; de Corporactin Aura Solar; de Energia Cinco Estrellas; de Grupo de 50; de Grupo Empresarial Porres; del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; de Mitsui de México; de Nuplen; del Woodrow Wilson International Center for Scholars y del Grupo Financiero Citibanamex.
En el Registro Público de Comercio, aparece como socio de doce empresas, de las cuales, diez están ubicadas en Torreón, Coahuila: Agrícola El Pilar; Vitri Produce; Vitri Hortalizas de la Laguna; Inmobiliaria Trigo; Tenedora Vitri; Desarrollos Inmobiliarios Tampa; Granja Generadora de Energía Solar; Trío Propiedades; Compañía Controladora Nansa y Compañía Controladora Ason.
Hay más. Entre la extensa lista de accionistas de Grupo Lala figuran además del presidente, Eduardo y su hermano José Antonio, ambos de apellido Tricio Haro, su parentela está ampliamente representada: Indalecio Tricio; Carlos Villarreal Tricio; José Ignacio Martínez Tricio.
LOS OTROS BARONES
Los hermanos Jesús, Alfredo y Raúl García Lespron, así como Marcelo Gómez González, Florentino Rivero, Diego Espada y Miguel Gil, forman parte del grupo de accionistas del Grupo Lala y, como tales, tienen también amplios permisos de agua en la región.
Según los datos del Repda, el mayor número de concesiones para usufructo de agua los tiene el ya mencionado José Antonio Tricio Haro. Es seguido por Florentino Rivero Rodríguez con ocho registros que suman 3 millones 402 mil metros cúbicos de agua desde 1999.
A continuación, José Alfredo García Lespron, cuyos últimos permisos fueron otorgados apenas en el 2021, acumula un millón 134 mil metros cúbicos de agua, mientras que Noberto Galindo Carrillo posee permisos entre 1999 y 2019 por 2 millones 28 mil metros cúbicos de agua anuales.
Los hermanos Raúl, Alfredo y Jesús García Lespron, Diego Espada, Miguel Gil, Marcelo Gómez, Florentino Rivero, y Carlos Villarreal Tricio figuran como accionistas también de la empresa ‘Granja Generadora de Energía Solar S.A de C.V.’ en Torreón, Coahuila, cuyo presidente es Carlos Fernández Gómez.
Eduardo y José Antonio Tricio son director general y representante, respectivamente, de la empresa Agrícola el Pilar S.A de C.V, así como accionistas de Trio propiedades S.A de C.V, ambas con sede en Torreón, Coahuila.
José Antonio Tricio Haro también posee 49 mil 999 acciones de la empresa Granja Corona S.A de C.V., en donde figura como único administrador. Por su parte, Eduardo Tricio es tesorero de Desarrollos Inmobiliarios Tampa S.A. de C.V. y único administrador de Compañía Inmobiliaria Trigo.
Con los datos obtenidos por El Coahuilense a través de consultas a distintos directorios públicos, es posible advertir que si bien la mayoría de los accionistas de Grupo Lala poseen empresas relacionadas con la propia lechera, son los Tricio quienes han diversificado sus inversiones al incursionar en los sectores aeronáutico, inmobiliario, energético y bancario.
Sin embargo, todo es aproximación. La conformación histórica de Grupo Lala y sus capitales accionarios han posibilitado la opacidad en diferentes ámbitos. Por ejemplo, la búsqueda de permisos de agua, la tenencia de la tierra, los ingresos anuales por cada familia son una incógnita.
De hecho, los ingresos del grupo lechero en totales fueron conocidos en estos años por su bursatilización. Sin embargo, a finales del año 2021, sus accionistas aprobaron la cancelación de su participación en el mercado bursátil, por lo que la empresa comenzó el proceso para dejar de cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores, lo que contribuirá a mantenerse en la opacidad.
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