Sobre una calle cerrada de la colonia Eduardo Guerra de Torreón, Coahuila, más de 500 migrantes y sus familias temen a una nueva agresión de elementos de la Policía Estatal y de la posible deportación del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes han realizado rondines de manera hostil.
Aunque autoridades migratorias y locales presumieron el rescate de 79 migrantes trasladados en una caja de camión, los indocumentados reprocharon la agresión contra familias, niños y mujeres embarazadas.
En medio de su incertidumbre pudieron tener unos minutos de festejo y alegría para festejar a Daniel, quien con su primer año de vida apenas se da cuenta de que se encuentra lejos del país de sus padres, pero el momento de regocijo y tranquilidad se torna tenso cuando minutos después de las 21:00 horas una unidad de la Policía Acción y Reacción se detiene frente a la zona donde pernoctan los migrantes.
De acuerdo con Milenio, Yonier, procedente de Colombia, no busca perjudicar a México, porque “sabemos que estamos de paso en este país y nos atenemos a sus leyes, sólo pedimos que tengan un poco de consideración porque vienen familias enteras y niños pequeños hasta recién nacidos. Lo que es la sociedad civil mexicana son un pan de Dios, no así las autoridades”
Según la nota del medio, los niños y niñas corrieron al ver a agentes de Migración, quienes, a pesar de no proceder contra los migrantes, actuaron de manera intimidante.
Vecinos de Torreón se acercaron a las familias que se encuentran de paso por el país para entregarles comida y utensilios reciclables para que cenaran, al igual que varias bolsas negras llenas de ropa y cobijas.
Tras el acercamiento de personal de Derechos Humanos, ahora sólo esperan alcanzar alguna región fronteriza, o que por lo menos tengan libre tránsito por México.
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RB