Torreón, Coahuila.- Como parte de las actividades de la fiesta teatral que vive esta ciudad con la 42 Muestra Nacional de Teatro, el Ayuntamiento de Torreón, a través del Instituto Municipal de Cultura y Educación, rindió un homenaje al maestro y director de teatro lagunero Rogelio Luévano, en el Centro Cultural Casa Mudéjar.
En este homenaje, presidido por la Secretaría de Cultura de Coahuila, Ana Sofía García Camil, por el Coordinador Nacional de Teatro, Daniel Miranda, y por el arquitecto Antonio Méndez Vigatá, Director del Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, se develó una placa en honor al maestro y se contó con la presencia de la actriz y bailarina Nora Mannek, quien fuera esposa de Rogelio Luévano.
Asimismo, se dio lectura a un texto en su honor y se compartieron audios de charlas que impartió durante el tiempo que se dedicó a la formación actoral en Torreón.
García Camil dijo: “Rogelio Luévano fue un gran hombre de teatro que inspiró a sus alumnos y que dejó un importante legado en La Laguna de su quehacer teatral”.
Su esposa, la maestra Nora Mannek, recordó: «Rogelio ha trascendido en muchos aspectos, y siempre está en la memoria de la comunidad teatral lagunera”, y agradeció este homenaje a quien fuera un director icónico en Coahuila.
Por su parte, Antonio Méndez Vigatá, Director del IMCE, señaló: «Luévano es la raíz que siempre va a permanecer porque el teatro está más vivo que nunca, y queremos que su fuerza escénica, su compromiso y ejemplo, no se olviden».
Rogelio Luévano, fallecido en el año 2004, fue director del Taller y la Compañía de Teatro Universitario de la Universidad Autónoma de Coahuila; coordinador y maestro de teatro de la Casa de la Cultura de Torreón; maestro del Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Centro Universitario de Monterrey, y de la Casa del Teatro.
Realizó estancias de estudio y observación en Alemania e Inglaterra, dirigió más de 50 puestas en escena, de las que destacan: “La Noche de los Asesinos” de José Triana; “Hipótesis”, de Magdalena Briones; “Los Invasores”, de Egon Wolf; “El Canto del Cisne”, de Chejo, y “El Gesticulador”, de Rodolfo Usigli.
A su muerte, se desempeñaba como Coordinador Académico de la Carrera de Actuación en Casa del Teatro.
En un texto sobre su vida dedicada al teatro, Luévano escribió que cuando se graduó, fue invitado para coordinar el Departamento de Teatro de la Casa de la Cultura de Torreón; después, la promotora y actriz Sonia Salum lo invitó a crear el Centro de Investigaciones Teatrales, un espacio de entrenamiento para los actores en esta ciudad. En este centro se montaron “Las mujeres sabias” y “Luz de gas”, entre otras obras.
Luévano impulsó a personajes como Humberto Zurita, Virginia Valdivieso y Javier Sosaya. Conoció a Ludwig Margules y a grandes figuras del teatro en México y otras partes del mundo.
Sobre su visión del teatro, él mismo expresó: “Mi propósito dentro del teatro ha sido siempre el mismo, ha tenido matices, se ha ido ampliando, tengo una necesidad de darme en el mejor sentido de la palabra. El teatro tiene que ser un proyecto vital, si no lo es, lo que haces no será más que una actividad teatral (…) me interesa que se supere la idea de actividad teatral y se empiece a hacer teatro”.