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Con más de 400 años de antigüedad, el emblemático Santo Cristo de la Capilla, de la Catedral de Santiago, en Saltillo, cuenta con una solida protección gracias a un Seguro de Bienes Patrimoniales; esta medida garantiza la seguridad de la icónica figura religiosa ante cualquier eventualidad.
Francisco Aguilar, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que, como parte de su rutina anual, el INAH supervisa meticulosamente las condiciones de la imagen antes de la ceremonia de su descenso.
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Aguilar expresó su satisfacción por contar con la colaboración de dos restauradores en la oficina, lo cual representa una novedad en comparación con el pasado, cuando tenían que recurrir a especialistas externos.
Estos restauradores desempeñan un papel fundamental al evaluar minuciosamente las piezas tanto durante su descenso como en su traslado y posterior ascenso a su ubicación final.
«Previo al descenso, nos reunimos varias noches para realizar un análisis exhaustivo del estado de conservación. Comparamos estos resultados con los de años anteriores para detectar cualquier daño y, en caso necesario, aplicar una cobertura de seguro para proteger su invaluable valor patrimonial», explicó.
El funcionario elogió el excelente estado de conservación de la antiquísima imagen del Santo Cristo y aprovechó para felicitar el dedicado trabajo realizado por el padre Plácido Castro y los Caballeros de Cristo, quienes han cuidado con esmero esta pieza única.
«La figura es sumamente delicada, ya que está hecha de pasta de caña. En la actualidad, sería extremadamente difícil repararla. La última restauración se llevó a cabo en 2006 y desde entonces hemos seguido supervisándola con rigurosidad, lo cual ha permitido conservarla con gran precaución», enfatizó Aguilar Moreno.
