Redacción El Coahuilense
Por Nellie Burgos
Saltillo, Coahuila.- Las diferencias y conflictos entre los integrantes del Consejo General del Instituto Electoral de Coahuila (IEC) están registrados en diferentes sesiones públicas. Sin embargo, una Mesa de Consejeros, con carácter privado, se convirtió en punto de inflexión.
El desencuentro sucedió el 23 de agosto de 2023 y quedó grabado porque, hasta entonces, las mesas de consejeros eran registradas en audio. Durante esa reunión surgieron señalamientos y admisiones sobre pagos realizados fuera del padrón de proveedores, disfuncionalidades administrativas, como que el presidente del organismo sólo firmara requisiciones los lunes; también el hecho de que hubiese autorizaciones de gastos por personal no facultado y fuera de estructura, así como el millonario asunto de una demanda laboral, entre otros temas sensibles.
El conflicto de ese día fue tal que la consejera Beatriz Eugenia Rodríguez Villanueva pidió que esas conversaciones ya no se grabaran y el IEC, en respuesta a solicitudes de información, impuso el carácter de reservado a la grabación de aquel día.
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El audio es parte de uno de los expedientes que se le siguen al consejero presidente del IEC, Rodrigo Germán Paredes Lozano, en el Instituto Nacional Electoral (INE), y, si bien es cierto que la reserva de la información se mantiene, El Coahuilense Noticias recibió de manera anónima el archivo de la última grabación de esas reuniones entre consejeros electorales.
La reunión duró más de tres horas, pero, a partir de la primera hora con 20 minutos se inició el intercambio más tenso entre consejeros: el presidente del IEC y el secretario ejecutivo, quienes se lanzaron un sinfín de acusaciones.
Los consejeros han navegado en direcciones distintas desde hace tiempo: por un lado, Rodrigo Paredes goza de la incondicionalidad de Madeleine Figueroa y Beatriz Rodríguez; entre los tres han menoscabado el desempeño del solitario Juan Antonio Silva.
El consejero Óscar Daniel Rodríguez Fuentes suele hacer mancuerna con la consejera Leticia Bravo Ostos, ambos críticos y en abierta confrontación con Paredes Lozano; en tanto, Juan Carlos Cisneros permanece indiferente a todo.
El detonante, un coffee break
El encontronazo de la Mesa de Consejo del 23 de agosto último se inició en asuntos generales, cuando ya habían resuelto la agenda del día; en ese momento surgió el reclamo de Madeleine Figueroa. La consejera se quejaba de un asunto menor, como lo es una conferencia de prensa y el refrigerio que se ofrece a reporteros, elevándolo a “un asunto grave”. En el sentido presupuestal lo era por implicar pagos fuera del padrón de proveedores, pero también porque un oficio cancelaba la realización de esos ejercicios de comunicación:
“Ya es un asunto grave, no es la primera vez que por administración se paran o se intentan parar actividades (…) de una manera muy informal, se les avisa el día de ayer (22 de agosto) que no se puede concretar la contratación del pequeño refrigerio que se les da (a los reporteros)”.
La situación se puso tensa porque, más allá del coffee break que reclamaba la consejera Figueroa, la intervención de Leticia Bravo amplió el debate a la conducción de Rodrigo Paredes, quien por entonces tenía facultades de administración.
Bravo Ostos reveló que se había cambiado el formato de requisiciones sin previo aviso por lo que llevaba una semana, en pleno verano, sin aire acondicionado para el personal a su cargo. Fue entonces cuando se enteró que Rodrigo Paredes sólo firmaba requisiciones los lunes.
Paredes atropella ahí la intervención de la consejera Bravo Ostos y dice que “el tema de las requisiciones está mal”, sin especificar a qué se refiere, y añade: “Tenemos que ser ágiles”.
En el audio se escucha que Leticia Bravo no cede y vuelve al tema de las conferencias de prensa que –por oficio– quedaron suspendidas y pregunta: “¿Quién las rechaza? ¿Presidencia?”
Rodrigo Paredes parece disperso y afirma que él no recibió las requisiciones que, además, “ni siquiera está cargada la orden de pago en banca electrónica”.
–¿Entonces?” –pregunta Leticia Bravo.
–Lo que me dice ayer la directora (de Administración) es que éstos no están en pago y le pregunto por qué y me dice (que) no –contesta Paredes Lozano.
Figueroa interrumpe, pero Bravo le pide que la dejen terminar.
“¿Me voy a esperar, si se me descompone la camioneta, el aire, la computadora o lo que sea, que son cosas menores, en la tarde del lunes? ¿Me voy a esperar una semana hasta que el próximo lunes presidencia autorice la requisición?” –pregunta Leticia Bravo.
Entonces, Paredes intentó calmar…
–Hubo un error ahí en la comunicación sobre ese tema de los formatos de requisición.
–¿Entonces cómo solventamos esta situación? –pregunta Bravo Ostos.
–Ya se está aclarando, ya se está aclarando –interrumpe Rodrigo.
Durante media hora el tema se estanca entre consideraciones, explicaciones sobre formatos y procedimientos que Paredes Lozano justifica como parte de actividades regulares. Si firma los lunes, es lo programado, pero asegura que lo imprevisto debe salir en el momento.
El caso Piza
El Coahuilense Noticias en su edición número 29, correspondiente al 31 de diciembre, dio a conocer diversos aspectos sobre la contratación de personal y, en particular, sobre la figura de David Piza, un funcionario con elevados ingresos, incondicional de Rodrigo Paredes, cuyo puesto se encontraba fuera de la estructura.
El caso David Piza aparece en la discusión del 23 de agosto último, pues en el audio se escucha cuando varios de los participantes señalan que Piza es quien autoriza gastos. Rodrigo Paredes lo niega.
El entonces secretario ejecutivo, Jorge de la Peña Contreras, es quien menciona el proceso completo de las requisiciones y que, por ende, quien tiene la última palabra es el presidente del IEC. Pero el consejero Óscar Rodríguez Fuentes ataja:
“Por lo que veo no has desmentido esa parte (de) que no fuiste tú el que evitaste esa contratación (del coffe break para reporteros)”, le dijo Rodríguez Fuentes a Paredes Lozano, quien respondió: “Apenas ayer me enteré de este tema”.
Rodrigo confirmó de inmediato que la administradora estaba mintiendo y que él nada tenía que ver con el asunto. Ahí entra el secretario ejecutivo, Jorge de la Peña, para comentar que en algunos de los oficios David Piza es quien autoriza, por lo que el consejero Rodríguez Fuentes dice:
“No puede ser que alguien que no está en la estructura esté autorizando (…) me parece que es un sinsentido administrativo”.
–¿Por qué David Piza está tomando decisiones de la banca? –pregunta Oscar Rodríguez.
–Quien autoriza la banca soy yo –reacciona Paredes.
–¿Y no estás autorizando (el coffee break)? –cuestiona Rodríguez.
Inmersos en eso, Leticia Bravo apunta a otro problema:
“Yo lo que veo, con todo respeto se los digo, es que no hay una comunicación entre Presidencia y Secretaría”.
Pero Óscar insiste:
“¿Qué está pasando? porque ya son muchos casos donde sale el nombre de David Piza que no autoriza ¿por qué alguien fuera de estructura está autorizando?”.
Beatriz Rodríguez se dirige a Rodrigo Paredes y le dice:
“La Secretaría Ejecutiva es una parte de la estructura del Instituto y si llevamos cualquier tipo de conflicto o situación personal al cumplimiento de obligaciones que están dentro de la estructura, ahí es donde entonces nos estamos llevando al instituto entre las patas (…) Lo primero que haces es voltear a secretaría ejecutiva y solicitas más coordinación, pero luego nos enteramos que hay como una atracción de funciones (hacia David Piza) que no tendría por qué ser un problema si las actividades al final se realizan (…) aquí hay muchísimas contradicciones (…) de parte de los tres organismos del instituto”.
El asunto parece estancado. La Presidencia, acusan, no se coordinó con la Secretaría Ejecutiva, con Comunicación Social ni con Organización. Rodrigo Paredes niega todo, pero en sus intervenciones, tanto Leticia Bravo como Beatriz Rodríguez coinciden en la mención de Piza, mientras que Óscar Rodríguez exige se comparta un oficio en el que Paredes le informó a De la Peña que David Piza se encargaría de autorizar o no gastos, sin facultades legales para hacerlo. Rodrigo termina aceptando que Piza autoriza.
Un secretario anulado
Para entonces, los señalamientos contra Rodrigo iban a más. Beatriz Rodríguez puso en evidencia que las facultades mancomunadas entre Presidencia y Secretaría Ejecutiva se están realizando sólo por Presidencia; esto es, que Rodrigo Paredes anulaba a Jorge de la Peña.
“Yo no defiendo personas, defiendo funciones y trabajos. Pero aquí la situación es indefendible por todos lados. Tu (le dice a Rodrigo) volteas todo a la responsabilidad del secretario ejecutivo, pero en esta mesa nos enteramos que hay una atracción de funciones. Entonces, el secretario no participa de las decisiones, pero cuando algo sale mal ¿es responsable?”.
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Durante media hora de discusiones se menciona, entre otras cosas, los “problemas con las cámaras”, un asunto relativo a la contratación de cámaras de video sobre el que no se profundizó.
Sin embargo, hay otro momento en el que Óscar Rodríguez deja ver los problemas en la relación con Rodrigo Paredes: cuando reclama que no asume la responsabilidad sobre la cancelación de las ruedas de prensa, le insiste que diga quién miente y que lo haga por oficio “porque luego también te molestas cuando te mando oficios”.
Los cuestionamientos crecen hacia Rodrigo Paredes cuando se da lectura al oficio en el que él autoriza recategorizar a David Piza y a otras personas con un nivel salarial y prestaciones. Ahí, Óscar Rodríguez le inquiere si tiene facultades y, mientras Rodrigo intenta minimizar el hecho, el secretario ejecutivo advierte que esa acción puede ser motivo de observación por irregularidad.
Saldos sorpresa
Durante la “Mesa de Consejo” los temas son diversos y, en momentos, resultan sorpresivos para los consejeros. Un ejemplo: ese 23 de agosto, un mes y 20 días después de la elección, se enteraron durante la discusión que no estaba pagada la tinta indeleble del día de la jornada electoral.
Los reclamos son severos. Óscar Rodríguez de plano le dice que es un desastre y que debió comunicarlo al Consejo General, mientras que Rodrigo Paredes se justifica diciendo que no informa porque son cosas administrativas que no consideró necesario reportar.
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Fue en la primera hora de las tres de discusión cuando se abordó otro de los asuntos críticos de la Presidencia de Rodrigo Paredes, como lo es el litigio por el conflicto laboral de exempleados del Partido Joven que pretendían que el IEC fuera patrón solidario y se hiciera responsable de su liquidación.
Rodrigo Paredes había solicitado los recursos en mesas anteriores para el pago de los seis millones de pesos, pero finalmente el asunto quedó en un solo demandante por 251 mil pesos. Óscar Rodríguez propone seguir por la vía del amparo u otras defensas, ya sea con el jurídico o contratando un despacho. Rodrigo Paredes advierte que los abogados del IEC son electoralistas y se requiere un despacho laboral; por otra parte, advierte, no hay despachos en el padrón de proveedores. Durante más de 10 minutos divagan en el asunto tanto en relación a la ruta jurídica como al costo que podría representar contratar a un despacho. Beatriz Rodríguez plantea que se debe hacer la defensa legal, no sólo pensando en el impacto económico al IEC, sino también por el precedente penoso para el instituto a escala nacional si un organismo electoral es patrón solidario de un partido. Leticia Bravo coincide con Beatriz en la importancia de no sentar ese precedente y litigarlo aun cuando el monto reclamado sea menor.
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La grabación de esa Mesa de Consejo es relevante porque a partir de ahí la relación entre consejeros es inconciliable. El secretario ejecutivo, Jorge de la Peña, renunció al cargo a la semana siguiente, el 29 de agosto. El desastre administrativo implicó solicitar una ampliación presupuestal en diciembre, mes en el que muchas facultades que hasta entonces tenía la Presidencia del Consejo fueron reasignadas, vía reforma electoral, a la Secretaría Ejecutiva.
El caso de David Piza y otros funcionarios recategorizados por Rodrigo Paredes es causal de un expediente abierto en el INE.
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