Por Ethel Arredondo
A partir de la forma, volumen, la línea y composición, Marcela López ha tejido una trayectoria de 45 años colmados de obras de arte.
Originaria de la Ciudad de México, estudió artes plásticas en la UNAM y se especializó en textiles y pintura mural en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de Aubusson, Francia.
Eligió una pequeña comunidad ejidal de la Comarca Lagunera para convertirla no sólo en su hogar, sino en su taller y lugar de iluminación, donde, acompañada de su telar, sigue creando impresionantes piezas. Además, es su fuente de materias primas, pues con sus árboles frutales también elabora mermeladas.
El Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, mediante la Coordinación de Artes Visuales, organizó la charla “Sobre la obra”, impartida por Marcela López, realizada en el contexto de su exposición “45 años en La Laguna”.
La creadora compartió su trayectoria artística y brindó una perspectiva única sobre su obra y el proceso creativo que la ha llevado a ser una figura destacada en la escena local y nacional, con alcances internacionales.
La lectura se inició con “Herencia”, un encausto de 1967 que muestra un dibujo sólido, de una paleta que, si bien es reducida, será la pauta compleja que acompañará su propuesta hasta hoy; el color en Marcela López evoca temperatura, sonido y espacio. Escuchar sus vivencias es igual de placentero que contemplar su obra.
“Mi mamá era una lectora irremediable, le gustaba la escultura. Cuando me fui a Francia, a mi mamá le fascinaba que le contara cómo iba aprendiendo, cómo iban mis clases de lo que fuera y estudiaba conmigo y se fascinaba. Me decía los sitios que tenía que ir a visitar porque ella ya lo había leído, fue como yo no sentí que llegué a un lugar desconocido”, recuerda.
Marcela López es artista, pintora, grabadora y a sus 80 años mantiene una intensa actividad creativa. Además de grabar, pinta en óleo con acuarela, realiza textiles y produce mermeladas. Actualmente elabora un tapiz con la temática de los migrantes, que según sus tiempos podría terminar hasta finales del año.
Los procesos creativos están latentes en las propuestas pictóricas y gráficas de la muestra de Marcela, la artista tiene un extenso repertorio y dominio absoluto de soportes y materiales, así como un contundente cuestionamiento de la figura mediante el uso de módulos, repetición, superposición, escala y ritmo.
Guía de vida
Marcela estudió en Francia gracias a una beca tramitada por uno de sus profesores y guías de vida, Pedro Pablo Preux Lernau.
Pedro nació en París en 1932 y murió en México en 2011, fue un tapicero mexicano de origen francés que formó parte de un esfuerzo por revivir la artesanía como una forma de arte en Europa; introdujo y promovió el concepto en México en los sesenta y setenta.
“Él fue director del Taller Nacional de Tapiz en México, Bellas Artes, y también hizo una colección fabulosa con artistas mexicanos”, recuerda con cariño Marcela sobre su maestro.
Agrega: “El vínculo del telar siempre fue fantástico porque mi maestro murió hace 10 años y hasta ese momento todavía tuvimos mucha comunicación, de ver lo que él estaba haciendo o ver lo que yo hacía, lo que yo diseñaba. Yo le di una pieza para la colección del taller nacional a finales de los setenta.
“Cuando llegaba a un lugar donde me sentía bien, no me importaba si me aceptaban o no, si me entendían o no me entendían. El hecho era que yo me sintiera bien, entonces me apropiaba del lugar, lo hacía mío”, es parte de la forma de pensar de Marcela que compartió en entrevista.
Marcela López es una destacada artista plástica con una amplia trayectoria en el ámbito cultural. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas tanto en México como en el extranjero, destacando su presencia en reconocidos espacios culturales, como Bellas Artes, el Museo de las Culturas en la Ciudad de México y el Centro Nacional de las Artes, entre otros.
Su obra se encuentra en colecciones privadas en México y en el extranjero.
“Mira, hace como unos 10 años hice una lista de todos los tapices que había hecho y llegué a 35 y desde entonces a la fecha he hecho como cinco más, entonces son como 40. Todos están fuera, todos están en el mundo. Yo sólo conservo uno; los primeros tapices se fueron a Holanda y ya se quedaron allá y así en todas partes”, refiere.
Marcela continúa desde el ejido Carlos Real Durango con su telar y árboles frutales, trabajando en varios proyectos artísticos.
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