Redacción El Coahuilense
Por Dorian Arrzúa
En Coahuila mucha gente tiene fósiles, pero nadie sabe qué son… Bajo esa premisa el afamado paleontólogo Claudio Arturo de León Dávila ha dedicado su vida y obra a descubrir y estudiar los restos de aquellos seres vivos que poblaron la tierra –precisamente en Coahuila– hace millones de años.
Y es que, como pocos, él sabe cómo fue el territorio coahuilense en la época de los dinosaurios, cuando todo era un inmenso mar.
De 65 años –40 años como paleontólogo–, De León Dávila explica que su pasión, la que combina con la docencia, la descubrió por la influencia de su padre, el maestro Emilio de León, un reconocido biólogo de Saltillo, y de su hermana Yolanda, maestra de ciencias naturales, a quienes acompañaba en sus investigaciones de campo.
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Recuerda muy bien que los peces ciegos de Cuatro Ciénegas, en la franja de La Zona del Silencio, eran unos de los objetos de estudio de su padre y hermana. Y que fue ese animalito el que despertó en él su pasión por la ciencia, específicamente por la antropología y la arqueología como herramientas para obtener respuestas.
Explica que su acercamiento con la paleontología también fue por influencia de su papá y hermana aquella vez que salieron al campo; mientras ellos recolectaban fósiles y los identificaban por su nombre científico, él hacía notas de arqueología regional. Quedó fascinado con todo ese proceso que implica encontrar esos restos de seres vivos.
Así que, con el tiempo y el apoyo de su familia, se puso a recolectar fósiles “que estaban por todos lados” y a realizar un registro detallado de ellos. A partir de la información que obtenían realizaron una reconstrucción paleo ambiental para descubrir cómo era Coahuila en tiempos de los dinosaurios.
Formalmente comenzó en 1982 su carrera como paleontólogo, cuando descubrió su primer fósil: un fruto.
Al mismo tiempo que desarrollaba su pasión por la paleontología se embarcaba en una segunda aventura, la docencia; comenzó a impartir la materia de antropología en el Bachillerato Pedagógico de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.
APORTES
El trabajo de Claudio de León ha dado fecundos resultados traducidos en tres aportes de gran envergadura para la paleontología mexicana: el primero fue, junto con la paleontóloga Marta Carolina, del Museo del Desierto, el reporte del fósil de una tortuga, cuyo nombre fue dedicado a Coahuila, se trata de la Mexichelys coahuilensis.
De León también descubrió un dinosaurio ceratópsido, cuyo nombre también fue dedicado al estado: Coahuilaceratops magnacuerna, un ejemplar con grandes cuernos. Se trata del animal más emblemático hasta ahora de los dinosaurios mexicanos, cuya investigación fue la que posicionó al profesor Claudio como una figura importante y reconocida en el área de la paleontología.
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Su más reciente trabajo lo hizo con las paleontólogas Belinda Espinosa y Claudia Serrano y consistió en el hallazgo del Paraxenisaurus normalensis, cuya identificación fue dedicada a la escuela normal.
Pese a que le guarda un profundo cariño a cada descubrimiento, De León reconoce que su dinosaurio favorito es el Coahuilaceratops por ser su más grande hallazgo y en cuya investigación recibió el apoyo de la National Geographic, donde también publicó su descubrimiento.
El paleontólogo saltillense también recibió el apoyo del Museo de Paleontología de la Escuela Normal, del Museo del Desierto y del Instituto Nacional de Antropología para escribir su primer libro: Coahuilasaurios, donde presenta las diversas especies que habitaron Coahuila hace millones de años, así como otros ejemplares invertebrados, plantas y frutos. Para esta obra contó con la información de varios de sus colegas de diferentes partes del mundo.
FÓSILES PARA EL MUNDO
Claudio de León también es conocido en el estado por la Cueva de Dinosaurios, un museo erigido a partir de su colección de fósiles. Una vez que lo recolectado por él fue lo suficientemente robusto acudió al Instituto Nacional de Antropología e Historia para registrar su colección.
Poco a poco su trabajo museográfico ha recibido visitas de instituciones educativas como el Tecnológico de Monterrey.
¿Y para el futuro? De León ya sabe lo que viene. El paleontólogo saltillense trabaja en fortalecer su museo y en el estudio de nuevos fósiles relacionados con especies carnívoras; también está colaborando con un equipo de investigadoras del Museo de Paleontología de la Benemérita Escuela de Coahuila, además de un proyecto relacionado con el Museo del Desierto, y con un museo de Dakota del Norte, en Estados Unidos.
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