Por Mariana Santos
“Ya no me quieres bien, lo sé Si tú te vas, qué puedo hacer en nuestro adiós, para los dos, busca otro amor…”
Se escucha en el escenario la melodía de Charles Trenet y las luces enfocan el rostro de Marco Antonio Aguirre que con su voz grave desgrana las frases que impactan el corazón del público.
Su historia comenzó en 1966 cuando entró a la estudiantina de la Escuela de Jurisprudencia. Un año después fue invitado a la rondalla de la icónica Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro.
Recuerda que al inicio tenía un poco de miedo, pues era otra universidad y nuevos aires, pero fue bien recibido. Duró más de 20 años en esta agrupación de agrónomos y músicos.
Carlos Mery Milán, Iván Cárdenas, Salvador Muñoz, José Trinidad Martínez y otros alumnos de la Escuela Superior de Agricultura formaban parte de esta emblemática rondalla y esto le motivaba a continuar en los escenarios.
En ese entonces la rondalla se presentaba en las ciudades de Torreón, Monclova y Monterrey, hasta que en abril de 1968 viajaron al entonces Distrito Federal para grabar su primer disco.
Requirieron del apoyo de la Narro y del gobierno del estado para pagar la grabación, pero ellos tuvieron que sufragar sus gastos de viaje y manutención. Estuvieron tres días en la capital del país sin comer y sin dormir bien.
Cuando terminaron la grabación querían regresar a sus hogares y comer era suculento huevo ranchero con tortillas de harina. Desesperados se marcharon, pero antes el productor le pidió a Marco Antonio utilizar una de sus canciones para un comercial. Él accedió.
Dos meses después el productor llamó a Marco Antonio. Le preguntó si ya se había escuchado en la radio. Confundido éste pensó que era una broma de mal gusto. Era todo lo contrario: al encender la radio en plena noche escuchó a la rondalla de la Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro y desde ese momento comenzó la fama.
Las melodiosas voces de la rondalla se escuchaban exactamente igual en disco y en vivo. Era tanto así que en un concierto en Celaya una joven creía que utilizaban play back a la hora de cantar, pero al verlos en el escenario se dio cuenta del talento con el que interpretaban las canciones.
Las primeras piezas de la rondalla fueron de los cantantes Charles Trenet, Armando Manzanero, los Hermanos Castro, entre otros, que fueron un total éxito. Así lo observa Marco Antonio, pues hasta el público joven canta con pasión estas canciones de hace algunos ayeres.
El éxito continuó cuando formó, desde Saltillo, la Rondalla, agrupación con la que lleva más de 20 años.
Sus discos, presentaciones y giras han atravesado las fronteras. Marco Antonio recuerda, por ejemplo, los conciertos en San Francisco, California, donde el público los disfruta con locura.
Además de la rondalla, Marco Antonio cuenta con 65 años dentro de la locución. Su programa de radio “tríos, rondallas, tango y música instrumental” tiene más de 25 años al aire. Se transmite todos los miércoles de 8 a 10 de la noche.
Un hombre que lleva la música entre las venas. Su pasión es hacer sentir al público parte de las canciones que lo han acompañado durante toda su trayectoria en las tres rondallas que ha formado parte.
“Seguir adelante, sembrando rosas perfumadas con aromas, el romance que nos nace, evocación del alma, seguir desgranando lágrimas convertidas en canciones y cantarle a lo más maravilloso que tiene el corazón, regalo de Dios al corazón del
hombre: la mujer. Nada hay más maravilloso que la mujer; es más, Dios confió a la mujer el secreto de dar vida. Nadie da vida, sólo Dios y la mujer dan vida y ahí estamos y recordarlo de siempre es seguir sembrando rosas a través de canciones”, concluye Marco Antonio Aguirre.
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