Saltillo, Coahuila.- Desde hace 90 años, en la calle de Aldama y Padre Flores, se ubica un quiosco que hoy es de color rojo, en el que se venden periódicos, revistas, juguetes, chicles y una gran variedad de libros. En el puesto, Olímpico Zapata, atiende todos los días.
Desde los cuatro años, el vocero trabaja en el quiosco, pero su tío fue quien inició el negocio. Después su padre y actualmente Zapata quien se encarga del puesto familiar.
En 1933, el quiosco se encontraba dentro de la Plaza Manuel Acuña o mejor conocida como “La Plaza de los Huevones” pero por remodelaciones o construcciones actualmente está se encuentra en la esquina de la taquería “El Pastor”.
Las remodelaciones se deben al emblemático “Mercado Juárez” que se encuentra a unos cuantos metros del puesto. Esta feria de mercancías no cuenta con la mejor suerte, pues ha pasado por tres incendios, con el resultado de diversas restauraciones.
De niño, Olímpico repartía periódicos en las calles céntricas de Acuña, Juárez, Allende e Hidalgo. Sus hermanas lo ayudaban, pues su cuerpo era muy pequeño para sostener la mercancía.
Las largas caminatas terminaron a los 13 años, en el momento que Zapata comenzó a despachar en el quiosco junto a su padre, qué tiempo después falleció. El voceador y sus hermanos se quedaron con la chamba.
Zapata es el mejor conocedor del puesto, pues sus 10 hermanos se fueron con el paso de los años y él se ha quedado desde su infancia. Al estar en el quiosco durante casi toda su vida, el voceador observa un gran cambio, pues anteriormente no existían las redes sociales, disminuyendo la lectura.
Debido a esta novedad, Zapata ha tenido que complementar el quiosco con otros artículos. Si necesitas un recetario, él lo tendrá o también un sudoku para estimular a la mente.
Al tener tanto tiempo en el puesto, el vocero tiene clientes que lo visitan desde hace 30 años, por lo que él ya cuenta con su clientela que lo buscan principalmente para informarse diariamente con el periódico.
Zapata etiqueta su trabajo como uno muy alegre, pues el ver, pasar a las personas, los niños en busca de sus dulces favoritos con una gran sonrisa o los saludos que recibe por su larga trayectoria en este quiosco.
“Este negocio es muy alegre, da muchas satisfacciones con la clientela. Yo no me enojo porque no venda, así es esto. Es todo como una persona normal, quisiéramos vender todo, acabar todo, como todo; esto es mi vida normal” expresó el vocero Zapata.
El centro puede ser visto como un lugar de caos, pues Zapata ha observado accidentes de cualquier tipo, pero el vocero prefiere ver la parte alegre de esta zona.
El quiosco está abierto todos los días de la semana de 8 am a 9 pm, pero a Olímpico lo encuentras hasta las 3 pm. En el horario de la tarde se encuentra su hijo, teniendo una nueva cuarta generación de voceros en la familia Zapata.
El vocero no tiene noción del tiempo, pues se entretiene mientras acomoda los libros, limpia los estantes, busca los periódicos del día o platica con los clientes.
A pesar de contar con tantos libros y periódicos, al vocero no le gusta leer, solamente le entretiene la sección de los deportes. La razón es porque él creció con las luchas, siendo su actividad recreativa favorita desde niño.
Considerado como un ícono de la cultura mexicana o conocido por sus películas como “El Santo vs. las Momias de Guanajuato” Rodolfo Guzmán Huerta o “El Santo”, es la razón por la cual Zapata admira el deporte de las luchas.
De infante, el vocero veía las películas del enmascarado de plata, etiquetándose como un “aficionado de hueso colorado”. El fanatismo continuó, pero ahora con el luchador saltillense “Crónic”.
El luchador Crónic es uno de los campeones estatales en este deporte y se le caracteriza por portar un sarape en cada una de sus competencias. Zapata lo admira, pues le parece un joven con mucho potencial.
A pesar de su fanatismo por las luchas, Olímpico nunca practicó la lucha libre, pero sí le gusta organizarlas. Hace aproximadamente 15 años Zapata era conocido por organizar un evento de este deporte cada mes.
Actualmente, su hijo es el que organiza los eventos de luchas libres con su negocio “Producciones Zapata”. El vocero aún interviene en este trabajo, ya que él le ayuda a su hijo con la publicidad y vende los boletos en su quiosco.
“Zapata, tiene boletos para la lucha” le comentan sus clientes, pues también lo buscan para los eventos de las luchas libres, por el hecho de que anteriormente le regalaba entradas a su clientela más frecuente.
“Como también vendemos los boletos, aquí vienen los clientes de la lucha, ¿dónde va a haber ¿Qué Onda? ¿Vamos a ver allá o qué? Sí, se involucra la gente en el deporte de la lucha y más que nada con el negocio” comentó Olímpico Zapata.
Las luchas libres las organiza en la arena Obreros del progreso y en la catedral de la lucha libre “El pabellón del norte”. Él aún asiste a estos eventos junto a su familia, que también se consideran fanáticos de este deporte rudo.
El motivo de involucrarse en la organización de este deporte es por su fanatismo, el ver a sus luchadores favoritos y conocer las arenas de la república mexicana.
Durante la mañana asiste al quiosco y en la tarde se dedica a ayudar a su hijo con la organización de las luchas libres.
Zapata, o mejor conocido como “Zapatilla” por ser el menor de sus hermanos, se levanta desde temprano para llegar al puesto junto a las palomas que buscan las semillas en las calles del centro.
El vocero planea continuar con su negocio como desde su infancia y si sus nietos quieren, planea enseñarles como es la venta de este negocio familiar.
“Hasta que Dios me dé vida. Espero que mis hijos y nietos continúen con el negocio y que les guste para enseñarles” finalizó Olímpico Zapata.