Por Dorian Arrzua
Acordes de una guitarra solitaria introducen la visita a Shy Kids Club (SKC), un proyecto de artistas independientes que a partir de la fusión sonora ha incursionado en la escena underground coahuilense.
Los acordes son de Abraham Mata, el guitarrista de la banda Pjama y uno de los pilares del colectivo que reúne a diferentes artistas de la localidad en un estudio de grabación dedicado a cumplir un objetivo: producir 15 canciones mensuales.
Pjama es, quizá, la banda de la actualidad más conocida de Saltillo o al menos la más stremeada, pues sus números en Spotify no dejan lugar a dudas: casi 128 mil reproducciones mensuales.
Aun más. Insatisfecho, uno de sus hits, posee tres millones 670 mil reproducciones, mientras que 27 02, otro de sus temas, avanza con más de un millón 100 mil reproducciones.
Su apuesta es experimental, como todo el SKC. La banda nació en 2017 y su nombre es el acrónimo de Pacific Jam At My Apartment, un nombre-concepto que se asimila al propio colectivo.
La fusión a la que apuestan ha sido elogiada por diferentes revistas musicales. Por ejemplo, Vibes la ha descrito como fusión disfrutable
La cosecha de SKC
En el proyecto de Shy Kids Club está Abraham Mata. En entrevista con El Coahuilense, explica los diferentes aspectos de su papel como músico y como gestor del colectivo en el que se desempeña como mánager de las bandas, manejo de redes sociales y promoción.
La propuesta nació en junio último, cuando se plantearon hacer música lofi. Se trata de una fusión de viniles de jazz con la rítmica del hip-hop, para un concepto similar al del punk o el garage, esto es, una filosofía do it your self de producción.
Mientras estaba haciendo las maquetas, invitaron a Samme, el productor más famoso de la ciudad y entonces empezaron a introducir letras, alog que en el lofi lo hicieron así, como si fuera un jugueteo, sin plan, y así fluyó un material fresco.
La inclusión de Samme despertó la llegada de otros músicos. Por ejemplo, llegó Mura, quien con Samme motivó lo que podría considerarse la primera ampliación a un colectivo.
Presentados como Mura&Samme, ambos componen letras que son sometidas al cuidado y producción de Samme. Quisiera volver es su primer sencillo, ya colocado en Spotify, así como una versión de Otro día más, producido junto con Pjama.
Otro de los exponentes es Dartom, un reguetonero saltillense que ya cuenta con rolas colocadas en plataformas digitales y ha irrumpido en la escena local, por ejemplo, en Ojo de Venado, donde se ha dado espacio para la música urbana de confección local.
Oh Leany es otro de los músicos que forma parte del colectivo. Se ha destacado como productor y creador de lofi. Como sucede en los demás casos, suele compartir producciones con otros artistas. Por ejemplo, junto con Dartom lanzó el álbum Bubalu.
En entrevista, estos exponentes de la música urbana aseguran haber encontrado en SKC un espacio para proyectar su música como no había en la localidad.
Éxito en plataformas
La música urbana en la ciudad, como en numerosos lugares, se está caracterizando por su difusión en plataformas digitales. De manera vertiginosa los artistas de SKC empiezan a acaparar los escenarios y prácticamente todos tienen fechas contratadas en bares de la localidad para el cierre de año.
Pjama, sobra decirlo, apuntala la oferta musical de la escena urbana local, a partir de sus múltiples apariciones en festivales tanto en el noreste mexicano como en Estados Unidos.
En su aparición más reciente, en la Arena Monterrey, Pjama arrancó ovaciones previo a la aparición de Los Claxons el pasado 25 de noviembre.
Pero antes del éxito hay una historia: en 2015 Diego Garza llegó a una fiesta al departamento de Morris con su guitarra acústica. Morris lo escuchó y decidió contarle que había escrito algunas letras y que tocaba el ukulele. Esa fue la génesis del proyecto que se consolidaría como banda en 2017.
Con seis años en la escena, en medio de una infinidad de propuestas de fusión, Pjama como banda es lo que puede considerarse mentora de las nuevas expresiones que están surgiendo en la localidad, especialmente por la manera en que maneja sus redes sociales, la consecución de espacios y, ahora, todo a partir del SKC, cuyo objetivo es que aquel que quiera tocar pueda hacerlo.