Los Chiefs de Kansas City ganaron el Super Bowl LVII luego de que, al mando de Patrick Mahomes, dieran una remontada de 10 puntos en la segunda mitad del juego para acabar ganando 38-35 a los Filadelfia Eagles en el State Farm Stadium, Arizona.
A los Jefes no les afectó la desventaja que tenían en las tribunas, los momios donde partían como víctimas, ni la lesión de su gran estrella; al final la experiencia en un escenario que han visitado más que nadie en el último lustro le jugó a su favor.
Kansas City conquistó el tercer título de su historia y el segundo en la era “Mahomes-Reid”. La NFL tiene una nueva dinastía.
El #11 no había sido diferencial en los playoffs, pero no hay mejor escenario que un juego por el campeonato para mostrar su valía como uno de los mejores receptores abiertos de la liga.
Kansas City dejó puntos en el camino con un gol de campo fallado por Harrison Butker, jugada que aprovechó el campeón de la Conferencia Nacional para anotar puntos que les permitiera alejarse por dos posesiones al medio tiempo (24-14), con todo y que el defensivo Nick Bolton regresó un fumble hasta la zona prometida. La siempre oportuna unidad liderada por Steve Spagnuolo volvió a hacer una jugada grande en el Super Bowl. Da igual en qué edición se vea.
Sobre el final de la primera mitad, Mahomes fue sacudido por la defensiva de Filadelfia que lo capturó del tobillo derecho, ese que viene adoleciendo durante todos los playoffs. El quarterback de los 500 millones salió cojeando, adolorido, y llenó de dudas al monarca de la AFC.
Tras el show de Rihanna, comenzó el espectáculo de Mahomes. El mejor quarterback de la liga lideró tres series ofensivas hasta la zona prometida. Lesionado, con una pierna, y aún así es indescifrable para una de las defensivas más intimidantes de la última época.
El #11 no había sido diferencial en los playoffs, pero no hay mejor escenario que un juego por el campeonato para mostrar su valía como uno de los mejores receptores abiertos de la liga.
Kansas City dejó puntos en el camino con un gol de campo fallado por Harrison Butker, jugada que aprovechó el campeón de la Conferencia Nacional para anotar puntos que les permitiera alejarse por dos posesiones al medio tiempo (24-14), con todo y que el defensivo Nick Bolton regresó un fumble hasta la zona prometida. La siempre oportuna unidad liderada por Steve Spagnuolo volvió a hacer una jugada grande en el Super Bowl. Da igual en qué edición se vea.
Sobre el final de la primera mitad, Mahomes fue sacudido por la defensiva de Filadelfia que lo capturó del tobillo derecho, ese que viene adoleciendo durante todos los playoffs. El quarterback de los 500 millones salió cojeando, adolorido, y llenó de dudas al monarca de la AFC.
Tras el show de Rihanna, comenzó el espectáculo de Mahomes. El mejor quarterback de la liga lideró tres series ofensivas hasta la zona prometida. Lesionado, con una pierna, y aún así es indescifrable para una de las defensivas más intimidantes de la última época.
Los Chiefs fueron incapaces de parar los acarreos de Hurts. Para su buena suerte, la última serie quedó en manos de Mahomes. Al #15 no le tembló la mano y gracias a un acarreo se metió en zona roja. Un castigo de la secundaria de Eagles terminó por darle su revancha a Butker. El pateador de Kansas City convirtió un gol de campo de 27 yardas, el del campeonato.
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