Ciudad de México.- La futbolista Nouhaila Benzina, integrante del equipo de Marruecos -selección que por primera vez llegó a un Mundial Femenil- se convirtió en la primera mujer en jugar un partido usando un hiyab; un velo que, de acuerdo con el 65 por ciento de los marroquíes, debería ser obligatorio para todas las mujeres, reveló una encuesta realizada por un medio local.
Lo anterior rompió con la prohibición que realizó la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) durante los años 2007 y 2014, cuando indicó que las jugadoras no podrían participar en los partidos usando hiyab, argumentando que “era un riesgo para la salud”.
Tras este veto, Nouhaila Benzina se convirtió en la primera jugadora en participar con un velo en los partidos que forman parte del Mundial Femenil Australia y Nueva Zelanda 2023.
“Llevo el hiyab desde hace años y estoy muy contenta con él”, refirió la futbolista a un medio local.
¿Qué hay detrás del uso del hiyab?
De acuerdo con una encuesta realizada en 2022 en Marruecos por el medio L’Economiste, 65 por ciento de la población de este país se mostró a favor de que las mujeres usaran el hiyab de forma obligatoria.
Sin embargo, para organizaciones como Amnistía Internacional, imponer la obligatoriedad del velo es “abusivo, discriminatorio y humillante”. En el Islam, el hiyab representa la “obligación de velar y cuidar el cuerpo”.
Aunque varias mujeres se han mostrado a favor del respeto a su libre decisión de utilizar este velo, es importante no olvidar que en países como Irán, el hiyab y las medidas sobre su uso han provocado una serie de violaciones a derechos humanos. En Irán, el pasado 16 de septiembre, Mahsa Amini -de 22 años- murió en un hospital de Teherán en circunstancias sospechosas.
Personas que presenciaron los hechos relataron que la Patrulla de Orientación -policía de moralidad religiosa del gobierno de Irán– arrestó a Amini por no usar el hiyab de acuerdo a las normas del país.
La policía aseguró que luego de trasladar a Amini al hospital sufrió un ataque al corazón y entró en coma; sin embargo, testigos afirmaron que la joven fue brutalmente golpeada y un grupo de observadores independientes determinó que Mahsa Amini murió como consecuencia de un derrame cerebral ocasionado por dicha agresión.
Desde ese momento en el país se generaron una serie de protestas en las que mujeres decidieron quitarse el hiyab y realizar diversas acciones. A ello las autoridades respondieron con violencia y represión.
De acuerdo con el Centro por los Derechos Humanos de Irán (CHRI, por sus siglas en inglés), desde que iniciaron las protestas hasta el 17 de diciembre de 2022 al menos 469 personas, incluidos 63 niñas y niños y 32 mujeres, fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad en las protestas; sin embargo, la cifra podría ser mayor debido a las negligencias al momento de esclarecer las causas de muerte.
Sumado a lo anterior, recientemente en el país se impulsa un proyecto de ley a través del cual se busca “imponer una carga onerosa a los ciudadanos comunes, obligándolos a participar en la degradación estatal de las mujeres sin velo”, detalló Jasmin Ramsey, subdirectora del Centro de Derechos Humanos en Irán.
Según la ley propuesta, los empleados del gobierno acusados de no usar un hiyab adecuado o de no usar un hiyab en absoluto enfrentarían deducciones salariales y de beneficios y podrían verse privados de su empleo.
Los dueños de negocios y su personal estarían obligados a monitorear y hacer cumplir la ley del hiyab obligatorio. De lo contrario, podría resultar en el cierre de sus negocios.
Es decir, mientras por un lado desde el futbol se defiende el uso del hiyab, en otros países está significando violaciones a derechos humanos que incluso han provocado la muerte de mujeres y niñas.
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