La violencia vicaria 

febrero 13, 2024
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La violencia vicaria

Por Brenda Macías

Algunas separaciones entre parejas sexoafectivas en concubinato o matrimonio que siguieron el mandato de maternidad y/o paternidad pueden llegar a ser dolorosas e hiperviolentas. Por lo general estos vínculos son heteronormados, aunque quizá existan excepciones.

Casi siempre, el progenitor es quien utiliza a sus descendientes (hijas, hijos o hijes) como objetos para infringir dolor a la madre. Es tal el nivel de odio que es capaz de cosificar a sus hijes a manera de venganza, les transforma en propiedad privada y les utiliza para dañar al otrora “amor de su vida”.

Este tipo de violencia fue reconocida en La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Coahuila de Zaragoza el pasado 28 de noviembre de 2023. (¡Hace tan poco tiempo!). Leamos qué dice –de acuerdo con la fracción VI del artículo 9 de dicha Ley–:

“Comete violencia vicaria quien por medio de cualquier acto u omisión utilice como víctima directa de violencia a las hijas o los hijos, familiares, personas adultas, con discapacidad, en situación de dependencia, mascotas, para causarle algún tipo de daño a la víctima, generando una consecuente afectación psicoemocional o física”.

¡Qué tremendo! El término “vicaria” sólo lo relacionaba con la Iglesia Católica. De hecho, la vicaria o el vicario es un adjetivo y se refiere a una sustituta o quien ocupa el lugar de otra persona –con poder–. También existe el concepto de “castigo vicario” que se refiere a recibir o realizar un correctivo sobre una persona en lugar de otra.

En esta búsqueda por comprender el concepto me encontré con la fracción X al artículo 6 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre Violencia de la Ciudad de México. Cito extenso. La Violencia Vicaria es:

“La acción u omisión cometida por quien tenga o haya tenido una relación de matrimonio, concubinato o haya mantenido una relación de hecho o de cualquier otro tipo, por sí o por interpósita persona, que provoque la separación de la madre con sus hijas e hijos o persona vinculada significativamente a la mujer, a través de la retención, sustracción, ocultamiento, maltrato, amenaza, puesta en peligro o promoviendo mecanismos jurídicos y no jurídicos que retrasen, obstaculicen, limiten e impidan la convivencia, para manipular, controlar a la mujer o dañar el vínculo afectivo, que ocasionen o puedan ocasionar un daño psicoemocional, físico, patrimonial o de cualquier otro tipo a ella y a sus hijas e hijos o persona vinculada significativamente a la mujer, e incluso el suicidio a las madres y a sus hijas e hijos o persona vinculada significativamente a la mujer, así como desencadenar en el feminicidio u homicidio de las hijas e hijos perpetrados por su progenitor”.

Este tipo de violencia es una muestra más del poder de la dominación patriarcal que aqueja a las mujeres. La psicóloga clínica, perito forense y experta en victimología y violencia basada en el género, Sonia Vaccaro, fue una de las pioneras en utilizar la expresión “violencia vicaria”. Esto fue por allá del año 2012.

Parafraseando a Sonia Vaccaro, la violencia vicaria es la ejercida contra todo aquello que la mujer siente afecto, cariño o apego. El agresor expresa odio hacia las mascotas (perrhijas/os y gathijas/os), por ejemplo, y es capaz de desfigurar el rostro de la mujer con ácido. Éste la desprestigia en redes sociales, utiliza su número de teléfono para publicar anuncios de ofrecimiento de servicios sexuales, maltrata a familiares, quema su casa, su ropa u objetos preciados. 

El patrón de violencia que siguen estos “hombres” busca desestabilizar por todos los frentes el equilibrio mental y la integridad física de la mujer. Las secuelas pueden llegar a ser irreversibles. ¿Cuántos casos no hemos escuchado o conocido? Esta tortura, señoras, señoros y señores, es un delito. Espero que el camino hacia una vida libre de violencia no se convierta en otro tormento y las burocracias conciban la necesidad de sensibilización y capacitación en perspectiva de género. ¡Que la fuerza nos acompañe!

MÁS DEL AUTOR:
https://www.elcoahuilense.com/opinion/las-mujeres-a-30-anos-del-surgimiento-del-ezln/

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