A estas alturas, repetir que la política de seguridad es exitosa puede resultar ocioso. Lo es, en la perspectiva del desbordamiento que sufren numerosos territorios del país y también en la medida de lo que llegó a significar la violencia en el estado.
La percepción no es la mejor por diversos motivos, quizás uno de los más poderosos es por lo que atañe a la violencia familiar, el narcomenudeo y las lesiones que se provocan mayoritariamente en riñas, conforme a lo que se advierte en los indicadores oficiales.
Naturalmente, el reto está en la sociedad y la necesidad de que en ésta se normalice la convivencia libre de violencia, una cultura para la paz y la convicción fundada en las acciones policiacas, de procuración e impartición de justicia que hagan ver que delinquir, en cualquier modalidad, tiene consecuencias. Esto es, reducir la impunidad.
Si ese es el reto, hay una sensación de desafío que procede de un mundo de sombras pero que se materializa en episodios hasta ahora controlados que están ocurriendo en medio de dos momentos políticos: la elección del nuevo fiscal general y el primer informe de gobierno.
Se trata, entre otros episodios menores, de lo ocurrido el miércoles en la autopista Monterrey-Saltillo, donde los enfrentamientos fueron contenidos por los cuerpos de seguridad con un presunto pistolero detenido.
Los hechos hacen recordar lo que sucedió en 2019 el día del informe en Hidalgo. Y claro, también puede ser coincidencia.
Entrelíneas
La entrega del documento del primer informe del gobernador Manolo Jiménez Salinas se concretó ayer, cuando el secretario de Gobierno, Óscar Pimentel González, acudió al Palacio del Congreso para el acto de recepción que suele realizarse año con año.
Hubo un mensaje implícito en el envío de los funcionarios que acompañaron al secretario Pimentel, pues ninguno de ellos corresponde a la solemnidad que antecede la concentración multitudinaria del próximo sábado 30 de noviembre.
Se trata del subsecretario Diego Rodríguez Canales; del jefe de Gabinete y Proyectos Estratégicos, Blas Flores González; y de la secretaria técnica del Ejecutivo, Elsa Laura León Dávila, quienes acudieron al encuentro de otra figura del primer círculo, como lo es la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso, Luz Elena Morales.
Al buen entendedor…
La extinción del INAI y el IFT
La discusión en el Senado sobre la extinción del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IANI), del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de otros cinco órganos autónomos fue un duro golpe a la institucionalidad democrática.
En el primer caso, parece orientarse a cancelar el derecho fundamental de acceso a la información, mientras que el segundo, rompe con la independencia del ecosistema mediático que se había conquistado en buena medida por la exigencia democrática y hasta por el Movimiento #yosoy132
La aplanadora morenista dejó a las oposiciones, una vez más y como será por seis años, en postura meramente anecdótica y, para la ocasión, fue el senador Miguel Ángel Riquelme el elegido para fijar las razones del voto en contra que sostuvo el PRI.
La llamada “simplificación orgánica” no es otra cosa que la búsqueda de eliminar los órganos autónomos para ahorrar presupuesto y evitar duplicidad de funciones, dijo el exgobernador de Coahuila, quien consideró que el verdadero objetivo de la reforma es descartar cualquier riesgo de oposición al Poder Ejecutivo.
El rebote local
Muy a pesar de lo expuesto por Riquelme en la tribuna de la Cámara alta, la tentación de concentrar y eliminar esquemas de transparencia es transversal a todos los partidos cuando son gobierno y, en el caso de Coahuila, aunque la ruta a seguir no es clara, los signos son igual de ominosos que en lo federal.
Ya es un secreto a voces que, apostándole más a los golpes sobre la mesa que a la política y la conciliación, la secretaria de la Fiscalización y Rendición de Cuentas, Elma Marisol Martínez González, anda urgida por tomar el control de toda la institucionalidad de la transparencia, rendición de cuentas y esquemas anticorrupción.
Tan concentradora ha resultado que poca cara deja a sus compañeros para el reclamo a la 4T, en vista de que además de intentar someter con los peores modos a los órganos autónomos y a los sistemas de transparencia, anticorrupción y fiscalización, ha decidido arrogarse hasta el padrón de proveedores, incluyendo en su desaforo a los poderes Legislativo y Judicial.
La duda luego radica en saber si trae instrucción, permiso o es el puro vértigo por haber subido un escalón en el tablado gubernamental.
En el Congreso, la informalidad campea
Por segunda semana consecutiva, el presidente de la Mesa Directiva en el Congreso local, Alfredo Paredes, diputado de extracción panista, abandonó la sesión antes de que concluyera. Asumió por media hora el priísta Álvaro Moreira quien, sin embargo, también abandonó para dejar la Presidencia en el morenista Antonio Attolini Murra.
Es claro que para eso están los vicepresidentes de la mesa, pero dos semanas consecutivas con la misma conducta ya parece reflejo de desorganización, desdén o falta de compromiso de Paredes y Moreira con la responsabilidad que asumieron no solo al convertirse en diputados, sino también al asumir un cargo legislativo para el que no les da la vida.
En unas semanas habrá cambio de mesa directiva y quizás sería bueno que aquellos que alcen la mano para ocupar la presidencia, vicepresidencias y secretarías, sean quienes más allá del protagonismo tengan la capacidad para ir una vez a la semana al Congreso y aguantar las tres o cuatro horas que dura la sesión, un trabajo por el que devengan un salario como de 100 mil pesos y jugosos bonos como el decembrino que está por venir.
Nuevo encono en el IEC
Hoy habrá sesión en el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) y, si desde hace semanas todo había sido más o menos tranquilo, el presagio de encono se debe a una propuesta que, siendo noble, fue insuficientemente discutida. En realidad no se discutió.
El consejero Rodrigo Paredes Lozano anunció el pasado martes que propondría una reforma al Reglamento de Relaciones Laborales con el propósito de incluir la disposición de una licencia de dos días a personas menstruantes cuyo ciclo, para decirlo en términos coloquiales, sea doloroso.
Aunque hay simpatía la idea es que se discutiera en comisiones pero el consejero subió el asunto a la agenda y, ante los pedidos de que la postergara, no desistió.
En el consejo general varias de las consejerías están molestas, mientras que otras aunque coinciden les hubiera gustado participar.
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