La confrontación chihuahuense que sucede entre la gobernadora Maru Campos y su predecesor, Javier Corral, revivió las historias sobre el también exgobernador César Duarte, así como el caso de la llamada “Operación Safiro”, que implicó presuntos desvíos por 650 millones de pesos de fondos públicos, en siete estados de la República.
El caso es emblemático de la corrupción, desviaba recursos públicos con fines electorales y hoy hace recordar un nombre que apenas si ha sido tocado: el sabinense Régulo Zapata Jaime, auténtico cerebro detrás de la dicha operación.
Se trata de un político peculiar pues, con todo y la influencia que en su oportunidad llegó a tener como para implementar el sistema en el CEN del PRI, jamás dejó el terruño y, por estos días, el regreso de Régulo Zapata al poder municipal está en boca de todo el círculo rojo de la Región Carbonífera.
Y ¿qué dice Chano Díaz?
No son pocas las voces que aseguran como verdad de Perogrullo que Zapata Jaime es el controlador de José Feliciano Díaz Iribarren, el alcalde electo, aunque impugnado, que fue postulado por el Partido Verde.
Conocido como Chano Díaz, el político está emparentado con Régulo por vía política: es primo de su esposa, Carolina Morales Iribarren.
Más allá del parentesco, la influencia política que se le atribuye a Régulo sobre el alcalde electo ha causado alarma entre los grupos políticos sabinenses, acostumbrados ya al gatopardismo de quien fue montemayorista consentido pero que ahora suele influir en la alcaldía a través de interpósitas personas.
Total que, hasta ahora, Chano Díaz no ha dado señales de darse por enterado o aceptar la especie. La grilla sabinense es de pronóstico reservado.
Plenaria de regidores guinda
El pasado sábado hubo encuentro con regidores morenistas de la Región Sureste a convocatoria del dirigente estatal, Diego del Bosque, en Arteaga.
La ausencia de Alejandra Salazar fue notoria y ya entre sus compañeros empieza a percibirse el escaso interés en tareas de partido, un asunto muy comentado desde la campaña que, nos dicen, es con lo que más se identifica la excandidata.
El caso es que en la discusión de los rumbos que habrán de tomarse apenas iniciando 2025, destacó la participación de Lizbeth Ogazón, exdiputada local que dio muestra de su experiencia parlamentaria para llevarla ahora al cabildo de Ramos Arizpe.
En su mensaje, recordó la calidad de militantes fundadores que poseen tanto ella como Diego del Bosque y la secretaria general Estefanía Yáñez. El objetivo, se dijo, es generar sinergia entre cabildos y legisladores, así como capacitar a los nuevos cuadros que alcanzaron asiento en algún cabildo. Ahí estuvo la diputada Magaly Hernández y Jorge Rentería, quien fungió como anfitrión.
Sin embargo, llamó la atención que después de hacer un recuento del movimiento, así como del trabajo de López Obrador y la confianza en Claudia Sheinbaum, Lizbeth Ogazón expresó:
“Del mismo modo creemos en el talante del gobernador Manolo Jiménez Salinas, quien colaborará con el gobierno federal. También nosotras y nosotros trabajaremos con el gobierno del estado más allá de filiaciones, en beneficio del pueblo de Coahuila”.
Lo dijo justo el día en que la presidenta electa y el gobernador de Coahuila, así como el presidente López Obrador, se encontraron en buenos términos en la Laguna.
La sombra sobre la UAdeC
La postura de Lizbeth Ogazón representa lo que un sector del morenismo coahuilense se propone, es decir, realizar trabajo político desde una posición que no necesariamente implique confrontamiento. Pero hay otro sector más radical que no está dispuesto a dejar pasar una.
No es que una conducta u otra sea mejor, pues quizás eso depende de la mirada de cada quién y del papel que consideran deben desempeñar en su calidad de opositores.
Lo que sí hay son movimientos bajo la mesa que amenazan con infiltrar espacios cuyo sentido no tendría que ser la captura del poder, antes que, ahora sí, el bienestar.
Es el caso del sindicato que en la Unidad Torreón de la Universidad Autónoma de Coahuila se está gestando, donde ya en el edificio de rectoría se tiene claridad en la motivación partidista. En el círculo rojo, la cuestión resuena como dijo el clásico, en una pregunta: ¿de parte de quién?
La salida de Jesús Flores
Como anticipó este espacio la semana pasada, Jesús Flores Mier se va de la Fiscalía Anticorrupción, mientras que el fiscal general Gerardo Márquez cumplirá su período, aunque no se sabe si éste será extendido por algún tiempo, algo que podría lograrse dando largas al procedimiento para elegir a su relevo.
En Palacio, la reflexión es que para operar ciertos cambios, y destacadamente ese, es necesario esperar a ver cuál será la versión final del paquete de reformas del Plan C.
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