Redacción El Coahuilense
En sus llamados “Viernes de reflexiones”, el texto que cada semana emite Carlos Moreira Valdez a sus grupos de profesores, había prometido dar a conocer detalles de la relación con el exgobernador Miguel Ángel Riquelme.
El pasado viernes 26, el profesor que domina la Sección V y tiene un espacio en el comité nacional, reveló que el primer desencuentro fue en torno a la reactivación tras el confinamiento por la pandemia que el hoy senador electo pretendía del sector educativo y el sindicato se opuso.
Un segundo desencuentro fue por el tratamiento de casos de abuso sexual infantil que involucraba a docentes. Según Moreira, en muchos de los casos “había dudas evidentes” y afirma que los implicados en el caso Borja son inocentes, como ocurrió con otros dos sindicalizados que salieron libres, uno después de 50 días preso, el otro luego de seis meses.
La tensión habría sido tal que de plano se giró instrucciones para que Miguel Mery Ayup, “el presidente magistrado”, dejara de recibir a Moreira.
Moreira, un subrayado y una repetición
Los momentos que describe Carlos Moreira, se encuentran en medio de consideraciones y “paréntesis” en los que emite diversas consideraciones. La primera es que, después de afirmar que Riquelme fue un gran gobernador y hoy hay otro gran gobernador, abre una reflexión.
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Según él, la relación entre gobierno y sindicato, nunca puede ser de patrón subordinado. Siempre tendrá discusiones, debates y molestias. Luego añade:
“Quien piense lo contrario está muy equivocado. Como sindicato no te puedes dejar seducir por el poder pues te quedas de simple empleado”.
Inmediatamente después, Moreira Valdez dice:
“Subrayando lo anterior, quiero compartir a ustedes (repito, a ustedes) dos momentos…” y a partir de eso narra los desencuentros.
Hay que advertir que subrayado y repetición, son precaución por un eventual destinatario que el profesor sindicalista anticipa.
El texto completo puede encontrarlo en El Coahuilense Noticias.
Ángela y Ana Paula, hacen historia
Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz hicieron historia ayer domingo. Son las primeras mujeres coahuilenses en llegar al medallero olímpico, al apoderarse del bronce en tiro con arco.
Independientemente del género, son también las primeras medallistas nacidas en Saltillo y Ramos Arizpe, respectivamente. Y son también las primeras medallistas de Coahuila por una disciplina distinta al futbol.
Y es que, hasta ahora, los coahuilenses sólo podíamos presumir a los futbolistas laguneros: el oro de Oribe Peralta Morones, en Londres 2012, así como el bronce que se trajeron el torreonense, Jorge Eduardo Sánchez Ramos, y el sampetrino, Eduardo Aguirre, de Tokio 2020.
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El medallero fue el mejor regalo que pudo recibir Ángela en su cumpleaños 18 y el mejor regalo que Ana Paula le pudo dar a la capital, digamos, en una extensión de los festejos por los 447 años de su fundación.
Felicitación sin presupuesto
Las felicitaciones a las dos jóvenes coahuilenses surgieron apenas minutos después de la transmisión y de difundirse la noticia. Sólo que, como se dice entre políticos, felicitación sin presupuesto es pura demagogia.
En el Círculo Rojo se empieza a comentar el gusto por pegarle al viático del director del Instituto Estatal del Deporte de Coahuila (INEDEC), Antonio Cepeda Licón, pues gasta 10 veces más que el monto de la beca que le otorgó a las jóvenes medallistas de acuerdo a los informes de transparencia obligada.
El asunto cuando menos sorprende porque Ana Paula Vázquez percibe del dicho instituto una beca por 2 mil 500 pesos mensuales, mientras que Ángela Ruiz es una de las más “privilegiadas” con un apoyo (no se ría) por 3 mil 500 pesos mensuales. El joven Matías Grande ni beca tiene.
Mientras tanto, sólo en junio, para viajar a Monclova, Ciudad de México, Torreón y Sabinas, Antonio Cepeda Licón, gastó 36 mil 719 pesos, de los cuales, más de 24 mil pesos corresponden a su visita a la capital.
En lo que va del año, Antonio Cepeda ya fue al menos una vez al mes a la Ciudad de México, además de pasar varios días en Mazatlán, Tijuana, Nayarit y Huatulco.
Por lo demás, el INEDEC es una dependencia presupuestalmente modesta pues posee una asignación para este 2024, de 103 millones 200 mil pesos. Esto es que el presupuesto total para el deporte en Coahuila, representa el 0.15% del presupuesto del estado que es de 68 mil millones.
De esos 103.2 millones una buena cantidad se va en servicios personales y nómina. Si hemos de hacerle caso al presupuesto de egresos publicado, 22 millones 137 mil pesos se van en prestaciones, mientras que 52 millones 862 mil pesos son para servicios personales que, en sentido amplio, es la nómina.
¿Qué ocurre con los restantes 28 millones 200 mil? Pues se va en una partida genérica no desglosada que se describe como “asignaciones presupuestarias a organismos descentralizados”.
Transparencia a medias
Por cierto, la transparencia de las dependencias gubernamentales es obligación incumplida. Y es que así como resulta imposible consultar el presupuesto del INEDEC a detalle, prácticamente toda entidad y ayuntamiento es inaccesible.
Hablamos de información mínima obligatoria, como lo son declaraciones patrimoniales, los contratos, los viáticos, e inclusive, el directorio, el marco normativo y otros aspectos muy básicos que no están disponibles en las páginas oficiales, en Coahuila Transparente ni en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Mientras tanto, en el ICAI de Dulce María Fuentes, no parece haber mayor interés en el asunto.
Golpiza y levantón con ayuda policiaca
La persecución se comenzó a grabar por la avenida Juárez, casi al llegar al periférico Raúl López Sánchez de Torreón. Un hombre intenta retirar a sus cuatro captores con piedras y un palo, trepa a una camioneta de redilas en movimiento y luego sigue corriendo hasta que lo alcanzan, lo golpean y lo someten.
La policía municipal llega al lugar donde el hombre grita que lo tienen secuestrado pero los agresores se identifican como “servidores” de un “anexo” y los policías los dejan ir con la víctima.
Los relatos por abusos similares han sido recogidos por el diputado Jorge Valdés, quien esta vez observó las omisiones policiacas y expresó su indignación: un hombre perseguido, golpeado por intentar huir de una privación de libertad a la que se opone sin que medie declaración judicial sobre su capacidad jurídica.
Los cursos de Torreón
Coincidentemente, el mismo día de los hechos antes mencionados, el director de Prevención del Delito de Torreón, Víctor Ramos Galindo, andaba presumiendo en medios que están revisando los anexos y capacitando a su personal. Inclusive, que ya había cerrado uno. Mal día para hacerlo.
Dicha capacitación, en caso de tenerla, pasó desapercibida para el anexo que persiguió y golpeó al joven que pretendía huir, pero aún más evidente, es la falta de capacitación de los policías que dejaron hacer dejaron pasar.
El caso es grave y debería tratarse como un asunto penal en contra de los policías que no sólo omitieron actuar respecto a la agresión sino que fueron cómplices de una privación ilegal de libertad, lo que coloquialmente conocemos como un levantón.
O ¿acaso la ley y la policía están bajo el poder de los anexos o de ese en particular?
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