Redacción El Coahuilense
Pocas veces con claridad semejante se puede decir que alguien es el peor de una historia institucional como sucede con lo que fue la presidencia de Rodrigo Germán Paredes Lozano en el Instituto Electoral de Coahuila (IEC). Quizás por eso no hubo quien lamentara, entre consejeros y representantes de partido, su destitución.
Detrás de él como presidentes del órgano electoral ya como instituto, estuvieron, con tacto fino, Homero Ramos Gloria; un erudito como Jacinto Faya Viesca; el conciliador eficaz, Jesús Alberto Leopoldo Lara Escalante y la primera mujer, una profesional del derecho, como Gabriela de León.
Vino Rodrigo Germán de Aguascalientes, el primero en no ser coahuilense, a revertir todos los avances de esas presidencias: aquel sistema de urna electrónica que, evolucionando, era ejemplo nacional y presunción internacional desde 1999, quedó literalmente frito con consecuencias millonarias y, las decisiones que produjeron el colapso están entre las invocadas en el expediente de remoción.
Vino Rodrigo Paredes de la estructura del INE a fundir el PREP, que tenía a Coahuila como uno de los pocos estados con sistema propio a un costo de 11 millones de pesos, para contratar a un privado por 27 millones de pesos.
Vino Rodrigo Paredes a romper con la armonía a la que aspiraban los integrantes del Consejo General –manifiesta en largas sesiones previas a su posesión–, al convertirse en factor de ruptura; refractario a la crítica, puso a sus incondicionales con salario abultado en puesto inventado, como el caso de David Piza, otro de los actos perpetrados que incidieron en su remoción.
La cuestión es ¿qué sigue para Rodrigo?
Rodrigo va a…
Después de la votación del Consejo General del INE que aprobó sin discusión y de manera unánime la remoción de Paredes Lozano, éste emitió un post en redes sociales, aceptando la decisión de manera muy institucional.
Pocos son los que creen que el exconsejero vaya a quedarse cruzado de brazos pues aún le queda la posibilidad de impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Pero hay otras cosas que vienen para Rodrigo, más allá de su esfuerzo por regresar al cargo y, la primera de éstas es que quizás no pueda regresar ni a su vieja plaza en el INE.
Como se dijo líneas arriba, Paredes llegó de la estructura del INE donde fue vocal secretario del Consejo Local Electoral, con una trayectoria de casi 20 años en el sistema desde que era IFE. El asunto está en que era parte del servicio profesional electoral y, por lo tanto, al concluir su período en 2029 en el IEC como estaba previsto, lo natural era que regresara a dicha plaza u otra.
Empero, tras la remoción, el INE tiene abierto un expediente de inhabilitación, al parecer por cinco años, para ejercer cualquier cargo en el propio INE por lo que no podría regresar al cargo por el que, dicho sea de paso, demandó en 2022 despido injustificado pues al ser electo consejero del IEC se le separó de la vocalía.
Ese último asunto viene en el expediente como una de las causales de remoción no por el litigio propiamente dicho, sino porque Paredes designó abogados para su asunto laboral personal a tres funcionarios del IEC, indicando como domicilio para oír y recibir notificaciones el del IEC. No se puede hacer uso de inmueble y personal para asuntos personales, lo que es una obviedad.
Hay más contra Rodrigo
La expectativa es que en aquellos que quieran prestarle oído y pluma se abra la brecha para acusar una embestida, generar conflictos entre consejeros del IEC y afectar la institución que, por primera vez en su historia, enfrenta la imperiosa necesidad de revertir el daño causado por la remoción de su presidente por faltas administrativas graves, es decir, por corrupción.
Ante el borrado que se quisiera de su negra historia, se oponen los últimos esfuerzos por victimizarse no sólo por venganza pueril, sino por la substanciación de trámites pendientes, a saber, dos asuntos graves en el Órgano Interno de Control (OIC) y un expediente en curso en la Fiscalía Anticorrupción de Karla Samperio.
En total, son cuatro expedientes: el de inhabilitación en el INE; dos en el OIC y el de la mencionada fiscalía.
Así que, sobre Rodrigo, hay información para rato.
Cara larga en el PRI
El que anda que no lo calienta ni el sol desde que se conoció la agenda del INE con el asunto de la remoción, es el dirigente del PRI, Carlos Robles Loustaunau, “Don Carlos”, el principal impulsor de Paredes Lozano, quien le arrimó algunos contactos y le convidó… socialmente hablando.
Qué pena con las visitas
En el Congreso del Estado hubo encuentro virtual de la Comisión de Auditoría que preside la diputada Edna Dávalos, con la Auditoría Superior del Estado que dirige Manuel Ramírez.
La cita fue el miércoles a las 11:00 de la mañana y, aunque no pertenece a la comisión, participó como invitado Antonio Attolini Murra.
Así que, los invitados eran Manuel Ramírez y su equipo, así como Attolini, el morenista lagunero y opositor más completo del congreso. Naturalmente, estaban los legisladores que forman parte de esa comisión, entre los que destacan varios de agenda recargada como Robles Loustaunau, quien como el resto de los convocados se conectó puntual.
Como sucede en el recinto legislativo, Edna Dávalos llegó tarde ¡al zoom! La impuntualidad al parecer es incorregible tanto que al concluir la sesión no faltó quien dijera: ¡Qué pena con las visitas!
Espaldarazo a Hugo Dávila
El que anduvo muy movido por la Laguna ayer fue Gabriel Elizondo, el titular de Mejora que estuvo por el Teleférico de Torreón.
A 10 pesitos la vuelta por el teleférico y la instalación del Mercadito Mejora. fueron el marco de Elizondo para incluir a Hugo Dávila, con tratamiento de “compadre”, en tanto es coordinador municipal del programa.
En próximos días, anticipó el funcionario estatal, habrá anuncios de obra social conforme a lo anunciado por el gobernador Manolo Jiménez en la toma de protesta de Román Alberto Cepeda, hace unos días.
La semana de Octavio
Como se dio a conocer en este espacio, el rector Octavio Pimentel Martínez acudió a la fiesta de cumpleaños, allá por Bella Unión, del exrector Mario Alberto Ochoa Rivera, donde se encontró con el también exrector, José María Fraustro Siller.
El miércoles, se reunió con el exrector Salvador Hernández Vélez en conocido restaurante de la ciudad, como lo dio a conocer la columna Palacio Rosa en su edición vespertina de ese día.
Tres exrectores en una misma semana hacen que en el círculo rojo se pregunten ¿qué anda cocinando Octavio? Porque si bien está ya en preparación de su primer informe, el rector se ha dado esas escapadas en principio discretas aunque inevitablemente socializadas.
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