Por Luciano Campos Garza
Guillermo del Toro’s Pinocchio, 2022
Netflix
Esta obra maestra de la animación, dirigida por el mexicano Guillermo del Toro, es una reinterpretación del texto del italiano Carlo Collodi. La nueva versión es sombría y grotesca, enfocada más en las emociones provocadas por sentimientos dolorosos como la muerte, la discriminación, el extravío, la intimidación y otros, que conducen hacia la tristeza y el sufrimiento.
La versión de 1940, de Disney, como se conocía, ha quedado superada y superpuesta por la fantasía animada en stop motion que sigue a un deforme muñeco de pino, hecho por un carpintero que quiere sustituir al hijo que perdió a causa de la guerra.
Del Toro se mete en complejas profundidades emocionales, que convierten la anécdota del gracioso muñeco animado, en una larga odisea para encontrar la aceptación, con el pago de un alto precio de violencia física y espiritual.
Es bellísima la animación tridimensional que se concentra en provocar vibraciones espirituales en los personajes. Con su cara de palo, Pinocho sufre porque no es querido. Gepetto tiene los ojos apagados por el dolor y sus cuencas están permanentemente humedecidas por las lágrimas. El Espíritu del Bosque detrás de su rostro inexpresivo, proyecta gran generosidad.
El director no se guarda nada. Reflexiona sobre lo que se debe hacer durante el tiempo que uno pasa por este mundo y la necesidad universal de buscar el amor.
Soberbia.
(PG. Orientación de los padres)
@LucianoCamposG
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