Comarca de Letras: La comedia –tragedia más tiempo– me salvó la vida

octubre 24, 2024
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LA COMEDIA ME SALVÓ
EL COAHUILENSE

Por Brenda Macías 

La comedia ha sido un elemento central de la humanidad desde tiempos inmemoriales: desde las antiguas tragedias griegas, en las que la comedia jugaba un rol crucial para equilibrar los elementos dramáticos, hasta los espectáculos actuales de stand up comedy.

El humor ha acompañado a las personas como una forma de entretenimiento, escape y, en muchos casos, sanación. Aunque generalmente pensamos en la terapia como una conversación seria con un profesional de la salud mental, en los últimos años ha ganado relevancia el concepto de la risa como una forma válida y poderosa de catarsis y curación emocional. No es casualidad que cada vez se hable más de la comedia como una forma de terapia, tanto a nivel individual como colectivo.

El filósofo francés Henri Bergson decía que la risa es una forma de crítica social. En su ensayo La risa plantea que el humor surge de la observación de la rigidez y la mecánica en la conducta humana. La comedia, entonces, se convierte en un medio para señalar lo absurdo y mecánico de las normas y las convenciones sociales, permitiéndonos reírnos de lo que, de otra manera, sería opresivo o angustiante. La risa puede ser terapéutica no solo a nivel personal, sino también a nivel social, ya que nos permite confrontar y procesar tensiones, desigualdades y normas que de otro modo serían sofocantes.

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Desde la perspectiva psicológica, la comedia puede ser una forma de liberar tensiones acumuladas. Sigmund Freud, en su obra El chiste y su relación con lo inconsciente, argumentaba que los chistes sirven como válvulas de escape para nuestros deseos reprimidos. El humor nos permite expresar lo que, en contextos serios, podría considerarse inapropiado o tabú. Freud sostenía que el humor es una manera de acceder al inconsciente sin las restricciones morales o sociales y se convierte en un espacio de liberación. Esta visión coloca al humor en un lugar central en las formas en las que lidiamos con el sufrimiento y las restricciones sociales.

Además de sus beneficios psicológicos, la comedia tiene efectos fisiológicos que contribuyen al bienestar general. Reír desencadena la liberación de endorfinas, los químicos del bienestar del cerebro, que funcionan como analgésicos naturales. Un estudio realizado en la Universidad de Maryland encontró que la risa puede mejorar la salud cardiovascular ya que, al relajar el cuerpo, reduce la presión arterial y mejora el flujo sanguíneo. Incluso hay investigaciones que sugieren que las personas con un sentido del humor fuerte viven más tiempo y tienen una mejor calidad de vida. En este sentido, la comedia no es sólo un escape mental o emocional, sino que tiene un impacto directo en nuestro cuerpo, promoviendo una mejor salud física.

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Y este hecho lo constato porque el pasado 5 de octubre fue mi lanzamiento como comediante gracias al profesor y standupero Julio Sandoval, quien de forma generosa compartió a un grupo de neófitos en la comedia todos sus conocimientos en la Casa del Humor de la Ciudad de México. En este grupo aprendí que reír refuerza los lazos sociales, que al compartir la risa se crea una conexión inmediata, una especie de complicidad que reduce las distancias y las barreras entre las personas. Sin duda, el humor es un recurso común para aliviar tensiones. A través del humor, podemos compartir nuestras experiencias de manera liviana, lo que a su vez nos permite procesarlas de una forma menos dolorosa. En contextos terapéuticos, como la risoterapia o el uso del humor en el trabajo con grupos vulnerables, se ha comprobado que el acto de reír en comunidad puede reducir el estrés y aumentar la sensación de pertenencia y cohesión social.

En el contexto actual, marcado por crisis económicas, pandemias, cambios climáticos y tensiones políticas, la comedia ha tomado un rol muy importante. Comediantes como Hannah Gadsby o Carlos Ballarta han utilizado sus plataformas para abordar temas difíciles —como la violencia de género, la salud mental, la religión— desde el humor, transformando lo que podría ser una conversación devastadora en un espacio de reflexión crítica accesible. Este tipo de comedia no sólo nos hace reír, sino que también nos invita a mirar nuestros propios traumas y experiencias desde una nueva perspectiva, facilitando un proceso de curación que, de otro modo, sería más difícil de abordar.

La comedia, en este sentido, no es sólo un escape momentáneo o una forma de distracción, sino un recurso poderoso para enfrentar el dolor y el sufrimiento. En lugar de evitar o negar el malestar, el humor nos permite enfrentarlo de frente, pero con una actitud diferente: una que minimiza el poder del dolor al encontrar lo ridículo en medio de la tragedia. Esta capacidad para reírnos de nosotros mismos y de nuestras circunstancias es, en muchos casos, la diferencia entre sucumbir al dolor o encontrar una manera de seguir adelante.

El poder terapéutico de la comedia también reside en su capacidad para ofrecer nuevas narrativas. Muchas veces, el sufrimiento nos atrapa en un ciclo de pensamientos negativos y autocrítica. La comedia, con su capacidad para subvertir expectativas y desafiar normas, nos ofrece una forma de reescribir esas historias. Lo que una vez fue una fuente de dolor puede convertirse en material para un chiste, y al hacerlo, el humor nos devuelve el control sobre nuestras narrativas personales. En lugar de ser víctimas pasivas de nuestras experiencias, nos convertimos en narradoras activas, capaces de reírnos de lo que antes nos lastimaba.

Por primera vez experimenté en carne propia que la comedia no sólo es importante en la vida por su capacidad para entretenernos, sino porque funciona como una herramienta terapéutica multifacética. Desde el alivio físico hasta la liberación emocional y el fortalecimiento de los lazos sociales, el humor tiene un papel central en nuestra capacidad para procesar, confrontar y superar las dificultades de la vida. No es exagerado decir que la risa, en muchos casos, es una forma de sobrevivir.

@brendamargotms

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