#Datomamuco: El origen de “ojalá” es la expresión árabe lawsha’aAllah
(Si Dios quisiera)
Por Abraham Tobías Hernández
Personaje emblemático, reconocido en México y más allá de sus fronteras, con una peculiar historia y generosa labor que a muchos nos lleva a la fascinación, Sergio Gutiérrez Benítez es un sacerdote que combinó la fe con su pasión por la lucha libre para ayudar a los más necesitados.
La historia de Sergio cuenta con elementos que parecen sacados de una novela, pero el impacto en la sociedad y dedicación al servicio comunitario son reales, se ven en la vida de verdad, y no en la ficción o la virtualidad del día de hoy, de los likes o de los “Me gusta”, sino por cambiar la realidad de las personas a lo largo de su trayectoria como sacerdote-luchador.
Nació en 1944 en Tulancingo, Hidalgo –paisano del Santo¬–. A sus 22 años ingresó a la Orden religiosa de los Escolapios, dedicando su vida al servicio de la fe. Estudió en Roma y España, y dio clases de filosofía e historia en la Universidad Pontificia.
Sin embargo, su llamado a la lucha libre surgió cuando presenció una función en los setenta. Inspirado por los atletas, y animado por su deseo de ayudar a los demás, decidió convertirse en enmascarado bajo el nombre de Fray Tormenta.
La combinación de su carrera sacerdotal con la identidad como luchador mexicano resultó en una increíble historia de generosidad y sacrificio. Mientras continuaba ejerciendo la labor religiosa en la parroquia de la Inmaculada Concepción, en la Ciudad de México, utilizaba sus ingresos en el pancracio para financiar proyectos caritativos.
Si bien ya está retirado, sigue activo vendiendo productos del personaje para seguir ayudando. Estos proyectos incluían la construcción y mantenimiento de escuelas, comedores comunitarios y albergues para niños desamparados.
Mantiene un orfanato donde más de dos mil 500 niños -sus cachorros- han visto una oportunidad para mejorar su vida.
Arriba del ring generalmente se descubre la identidad de un luchador, cuando el enmascarado pierde un duelo, pero en este caso la indiscreción de otro gladiador hizo que supiéramos quién era.
Además de la filantropía, Fray Tormenta también luchó contra las injusticias sociales y violencia. Utilizó la figura de oro y rojo -antes que Iron Man- para abogar por los derechos de los más vulnerables y denunciar la corrupción y delincuencia.
Su labor en las calles de la Ciudad de México le permitió conocer de cerca las dificultades que enfrentan los marginados y, en respuesta, implementó programas de ayuda y asistencia para mejorar sus condiciones de vida.
Eligió la lucha libre como plataforma para hacer el bien. Era técnico. La creatividad y, sobre todo la determinación, le ayudaron para llegar a aquellos que necesitan del apoyo y solidaridad de otros. Su vida y trayectoria ejemplifican que no hay límites para el servicio a los demás, y que a veces podemos encontrar soluciones inusuales para enfrentar los problemas de nuestra sociedad.
El enmascarado dorado y carmesí ha inspirado películas en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. En 1991 una producción francesa filmó una movie inspirada en su vida, llamada L’Hommeau masque d’or (El hombre en la máscara de oro). En 2002 se estrenó el filme ecuatoriano Un titán en el ring, y en 2006, la de Hollywood, Nacho Libre.
Pero su influencia llegó hasta Japón, en un videojuego desarrollado por Namco, que creó un personaje llamado “King”, para el juego Tekken en 1994. Si bien el físico e indumentaria están basados en un luchador japonés, llamado Satoru Sayama, del mexicano inspira el hecho de poseer un orfanato y compaginar la vida religiosa con la de luchador.
En conclusión, Fray Tormenta es un hombre singular y admirable que ha dejado una huella imborrable en la sociedad mexicana. La peculiar combinación de fe, lucha libre y labor altruista lo convierte en un personaje digno de admiración y respeto.
El ejemplo de Fray Tormenta nos enseña que siempre hay formas innovadoras de servir a los demás y que podemos utilizar nuestras pasiones y talentos para marcar la diferencia en el mundo. Que su ejemplo nos inspire a ser agentes de cambio y a buscar oportunidades para ayudar a los más necesitados. Los puroslikes no sirven más que para el ego.
@AbrahamTobias
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