Por Luciano Campos Garza
Dos marineros se encargan de cuidar un faro en medio de la nada a finales del siglo XIX. Es Nueva Inglaterra y en el entorno solo hay cielo gris, oleaje tempestuoso y asomos de tormenta.
Juntos, deben sobrevivir a la soledad acompañada y a las largas jornadas llenas de tedio en las que se sumergen, mientras tratan de superar la angustia muy similar al abandono.
Robert Pattinson y Willem Dafoe estelarizan esta obra maestra del suspenso, en la que, con muy pocos diálogos, se dicen los hombres encargados de la torre enorme, que guía a los barcos para llegar al puerto.
El guionista y director Robert Eggers, que ya había sorprendido al mundo con la magnífica La Bruja (The Witch), repite con una gran historia relacionada con el asomo a los abismos de la locura que enfrentan estos hombres que, en su horrible situación, no hacen más en todo el día que estar viendo el vacío o tratando de emborracharse para que transcurra el tiempo interminable.
Toda la cinta, filmada con exquisita fotografía en blanco y negro, habla de los estados emocionales a los que puede llegar el ser humano cuando se enfrenta con estados de ansiedad extremos.
(NC-17. No apto para menores de 18)
@LucianoCamposG