La espectacular biografía dirigida por Baz Luhrmann tiene como poderoso ingrediente la energética interpretación de Austin Butler como el hipersexualizado ícono del rock que emergió de los barrios pobres del sur de Estados Unidos al estrellato.
La historia de su vida está contada desde el punto de vista de su apoderado, Tom Parker (Tom Hanks), el demonio que le ayudó a ascender en su carrera pero que también terminó matándolo de agotamiento al obligarlo a firmar un eterno contrato en Las Vegas.
La cinta es un colorido recorrido por la vida del astro de la música que encantó a una generación entera con sus sensuales movimientos de pelvis, los ojos ensoñadores y la voz aterciopelada, lo que lo convirtió en el preferido de las adolescentes.
Luhrmann lo muestra como una víctima de su propio éxito, con debilidad por las chicas y los lujos y, en la última etapa de su vida, por los estimulantes para acceder al escenario.
Afortunadamente se muestran sus lados luminosos, como los éxitos que lo llevaron a la fama y sus partes oscuras, como su imposibilidad de convertirse en estrella de cine, como siempre lo buscó, sin conseguirlo.
Es una gran cinta llena de magia y nostalgia.
(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)
@LucianoCamposG
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