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Por: @ArriagaXxximena

Los años no son algo que te puedas quitar. Tal vez, puedes mentir sobre ellos, olvidar algunos, decir, no contaron los de la pandemia, disminuir o aumentar la edad, según te convenga, pero nunca podrás combatir el tiempo… Maestro, que te va enseñando todo sobre esta vida, pero tiene la manía de matar a sus alumnos. Por cierto esa frase la leí de niña en un Selecciones Reader’s Digest en casa de mi abue. Esa revista, al parecer desaparecida, muestra que no puedes restarte años. Éstos se quedan, en tu mente, en tu cuerpo, en tu memoria, en tus cicatrices, en tus recuerdos, y en tu carita, sino no tendrían tanto auge los tratamientos rejuvenecedores. 

Un cúmulo de generaciones convivimos a diario. En casa, escuelas, trabajos, en las calles, en el día a día… En 2024 cohabitamos tradicionalistas o Generación Silenciosa, Baby Boomers, Generación X, Generación Y o Millennials, Generación Z o Centennials y Generación Alfa. Se dice que en 2025 se inicia un nuevo ciclo, con la generación aún no nacida, pero ya nombrada por varios: “los artificiales”, por la influencia de la Inteligencia Artificial en varios ámbitos de su vida.

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Y aunque no haré aquí una taxonomía generacional, mencionaré según algunas teorías, características que las definen, las cuales, en su mayoría coinciden con un periodo biológico (años de nacimiento o vida), acontecimientos históricos, valores y conductas, formas de interactuar o algún proceso de cambio en la sociedad, porque en esto, ya me di cuenta, nada es exacto ni científico, por lo tanto uso datos referenciales. Me gusta la definición de la palabra “generación” acuñada por Ogg y Bonvalet: “Un grupo de edad que comparte a lo largo de su historia un conjunto de experiencias  formativas que los distinguen de sus predecesores”.  El uruguayo Roberto Balaguer, psicólogo, docente y escritor menciona: “Antes las generaciones se definían a partir de sucesos históricos o sociales importantes. Hoy se delimitan por el uso de determinada tecnología”.  Tal como la generación venidera. Y como nos encanta el chismecito, continuaré.

Te lo pongo en cuadrito porque la vida es más fácil con Excel:

¿Se identifican? 

Los contextos históricos van moldeando los comportamientos de la raza humana, van haciendo el mundo que conocemos. Los grandes descubrimientos, los avances tecnológicos, las formas de manejar nuestras emociones, el entorno laboral o geopolítico que nos influye, modelan nuestras generaciones y la conducta de ellas para con sus hijos, van perfilando las características de las nuevas. Por eso los padres al platicar encuentran muchas similitudes en las conductas de sus hijos, y ellos, a su vez, encuentran satisfactorio pensar que los padres no los entienden porque son anticuados, o no los conocen suficiente o no identifican a personajes o corrientes que ellos idolatran.

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Vaya, vaya… La diversidad generacional se nota hasta en la fotos que nos tomamos, los baby boomers con sus escasas fotos en blanco y negro, los X con sus impresiones a color o sus instantáneas limitadas, los millenials con sus interminables pics digitales, la Gen Z con sus fotos aesthetic, movidas, con ruido, sin mostrar su cara, y las nuevas generaciones con imágenes trabajadas con IA. Cambiamos el lenguaje, la manera de comunicarnos, de trabajar, de entretenernos, obvio la música y el arte, los ideales y las causas. GPI a la actualización constante, wey no, no hay forma, me informan que las siglas de gracias por invitar ya se empiezan a sustituir por MIP (mínimo invita perr@). ¿Será? 

En un entorno donde seis generaciones convergen,  no sé si aplique lo de “te aclimatas o te aclichingas”, o en palabras más actuales y sensibles, debemos aprender a convivir sin pensar como foco de nuestra vida el joven centrismo, aprovechar la experiencia, el bagaje cultural acumulado, las formas de adaptarnos y salir adelante en la vida, interactuando, siendo tolerantes,  haciendo un lado el edadismo, que sin duda está presente, marcado sobre todo por la crítica a la forma de vestir, expresarnos e interactuar. 

Aceptemos que son sólo etapas que se viven, aprendamos de cada una, como lo hace rápidamente el marketing. Admitamos sin pena el paso de tiempo. Dicen que cuando uno es mujer, se complica admitirlo (concuerdo), a los hombres también les toca esta época de cambio, donde se percibe mejor una masculinidad matizada, ante el antiguo macho alfa. Tal vez sea hora de no competir intergeneracionalmente, como en general lo hemos hecho, antes con las frases de los viejos no entienden, ahora burlándose en RRSS (no en todas, porque obviamente unas ya son de “viejos”) de su forma de hablar, de bailar, de hacer un post, de la forma de manejar alguna situación, y hasta de comprar o mensajear… Quizá, por fin, sea tiempo de unirnos, de ver lo mejor de cada cohorte y aprender a ser autocríticos. Busquemos estabilidad no a través del paternalismo, sino del trabajo, a pesar de quien nos gobierne, exijamos y aportemos.

En unos años los más jóvenes serán más del 40% de la población mundial y las estrategias políticas, laborales, sociales y comerciales se dirigirán principalmente a ellos. Formemos equipos intergeneracionales con distintas capacidades y formas de pensar, acompañémonos en el redescubrimiento de los nuevos contextos globales. Dialoguemos y sensibilicemos sobre las formas de exclusión debidas a la edad. Optemos por disfrutar cada etapa, y sus cambios, abiertos a las nuevas maneras de vivir, las que hoy, obviamente, incluyen lo orgánico, lo gluten free, el enfoque ESG y lo Golden retriever. 

PD. Segura estoy que con muchas palabras usadas, pueden deducir mi edad. ¡Con mi posdata la confirmo! Y esperándolos en X (@ArriagaXxximena) no les dejo ninguna duda.

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