Por Luciano Campos Garza
Hasta el viento tiene miedo, 1968
Tubi
En un internado, un grupo de chicas son castigadas y deben quedarse en la escuela solariega durante las vacaciones. En las noches son atormentadas por el espíritu de una alumna que se quitó la vida y que, al parecer, busca venganza.
El maestro Carlos Enrique Taboada escribe y dirige una historia clásica de suspenso sobrenatural, de corte gótico, que apela a los temores básicos del miedo a la oscuridad y el terror de presenciar el regreso de los muertos, que han ido y vuelto del más allá.
La cinta es una maravilla de atmósfera. Con recursos muy limitados, todo hecho en una locación, se crea un ambiente estremecedor, con efectos de vientos huracanados, que susurran en exteriores, y luces tenues que delinean siluetas entre las sombras.
Para la generación del suspenso escalofriante es clave la música incidental de Raúl Lavista.
Es antológico en el cuadro actoral conformado por las jovencitas Alicia Bonet, como la protagonista Claudia, asediada por pesadillas y a la que llama una voz de ultratumba, así como por Norma Lazareno, Elizabeth Dupeyron, Renata Seydel, Rita Sabre y la inquietante presencia de Pamela Susan Hall.
Por ahí hay una extraña tensión entre las señoritas Marga López y Maricruz Olivier, que llevan la dirección del internado.
De lo mejor que se ha hecho en el género, en México.
(No debe confundirse con el bodrio de remake que se hizo en el 2007)
(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)
@LucianoCamposG
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