Humanos y animales, más allá del instinto

julio 23, 2024
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Humanos y animales
EL COAHUILENSE

Por Abraham Tobías

#DatoMamuco: Las heces del wombat 

(marsupial australiano) tienen forma de cubos

En el vasto reino animal, los humanos ocupamos un lugar único y distintivo. Nuestra capacidad para el pensamiento abstracto, el lenguaje complejo y la creación de herramientas nos separa significativamente del resto de las especies. 

Poseemos la habilidad única de pensar en conceptos abstractos y simbolizar las ideas a través del lenguaje, las artes y la tecnología. Esto nos permite no sólo sobrevivir, sino también desarrollar civilizaciones y organizaciones complejas y sistemas de conocimiento avanzados. Nosotros imaginamos y en teoría deberíamos pensar todo lo que hacemos; mientras más razón y menos instinto y mientras menos instinto y más razón somos más humanos y menos animales.

A diferencia de los animales, que utilizan principalmente señales vocales simples y gestos para la comunicación, hemos desarrollado una forma de lenguaje altamente sofisticada y adaptable. Esta capacidad lingüística nos permite transmitir información compleja, compartir experiencias pasadas y planificar el futuro de manera detallada. Desde la clave morse o el sistema binario hasta comunicarnos en whatsApp con iconos, stickers y memes.

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Aunque algunas especies animales emplean herramientas simples, como palos o piedras, nosotros hemos llevado esta habilidad a niveles extraordinarios. Desde la invención de la rueda hasta la inteligencia artificial, nuestra habilidad para crear y utilizar herramientas complejas ha sido crucial para nuestra supervivencia y progreso. El automóvil, el celular, la televisión, los satélites, y las armas son ejemplo de la capacidad humana de crear herramientas, para facilitarnos la vida o destruirla.

Somos culturales. Aquí es importante decir, para evitar confusiones, que con ello no me refiero al arte, la sabiduría o la sapiencia, sino que debemos entender a la cultura como todo aquello que lleva la mano humana. Formamos sociedades complejas basadas en normas, valores y tradiciones que se transmiten de generación en generación. Esta habilidad para desarrollar una cultura compartida ha sido fundamental para nuestra capacidad de cooperación a gran escala y para la creación de estructuras sociales y políticas sofisticadas.

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Los humanos poseemos una conciencia única que nos permite no sólo percibir el mundo que nos rodea, sino también sobre nuestro propio pensamiento y comportamiento. Esta autoconciencia nos ha llevado a cuestionarnos sobre nuestro lugar en el universo y a desarrollar sistemas filosóficos y religiosos para explorar estas preguntas profundas. Y más allá podemos ensimismarnos, reflexionar, concentrarnos y desconectarnos de la realidad, cosa que los animales no pueden al no ser racionales ni culturales y al ser instintivos y naturales su atención debe ser siempre hacia el exterior, porque significaría ser presa de un depredador.

Aunque algunas especies exhiben comportamientos que podrían interpretarse como expresiones artísticas, como las canciones de las ballenas o las danzas de cortejo de las aves del paraíso, hemos desarrollado una variedad de formas de expresión artística extremadamente complejas y diversas, incluyendo la literatura, la música, la pintura y la arquitectura.

En resumen, si bien compartimos muchas características biológicas y emocionales con otros animales, las exclusivas del humano para el pensamiento abstracto, el uso del lenguaje, la creación de herramientas, la formación de culturas complejas y la reflexión sobre nosotros mismos nos sitúan en un plano evolutivo y cognitivo notablemente diferente. Estas diferencias no sólo definen nuestra especie, sino que también subrayan la responsabilidad que tenemos como guardianes del planeta y de las otras formas de vida con las que compartimos este precioso hogar.

En pocas palabras, piensa, reflexiona más y sé menos animal.

@AbrahamTobias

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