La mentira engendra más mentiras. Los mentirosos se rodean de más mentirosos. Cuando se construía el segundo piso en la Ciudad de México, una familia de amigos –que vivía cerca de uno de los muchos kilómetros impactados por la obra– era mi garganta profunda en la zona y yo, su paño de lágrimas. Cuánto dolor había en esa familia; cuánta decepción, sobre todo. Mis amigos me insistían en cada llamada con que habían votado por “López” y que estaban arrepentidos. Yo los escuchaba sin decir mucho, porque alguien sometido a tanto dolor y decepción es altamente sensible a cualquiera que … Sigue leyendo La escuela de 2006
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