La izquierda ante sí misma

octubre 3, 2023
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Por Álvaro Delgado Gómez

¿Andrés Manuel López Obrador ha encabezado un gobierno auténticamente de izquierda, el primero desde Lázaro Cárdenas del Río? ¿Las banderas de libertad, justicia social y democracia ondean vigorosas o lucen deslavadas o rotas? ¿En cinco años el movimiento progresista está contento y orgulloso del proyecto que prometió combate a la corrupción y la impunidad, o se asume insatisfecho pero aún ilusionado? ¿Ya impera la frustración o prevalece el ánimo ante los resultados contra la pobreza, la inequidad y la violencia?

Exactamente en un año, López Obrador reposará en su hamaca en “La Chingada”, su quinta de Palenque, Chiapas, y habrá iniciado, salvo que los mexicanos decidan un cambio radical hacia la derecha, el segundo gobierno federal de Morena con Claudia Sheinbaum —quien se formó en la izquierda desde su niñez—, pero desde ahora está en curso la revisión crítica de este sexenio y hasta de las definiciones del que sigue.

En este contexto aparece el segundo libro que escribimos Alejandro Páez y yo, Izquierda, que escudriña, desde la mirada de dos periodistas, el siglo de esta corriente ideológica que va de 1923 a 2023, un periodo que denominamos “la terca travesía”, porque sin su resistencia y consistencia, pese a todos sus defectos y errores, no habría llegado al gobierno de la República —que es sólo un sector del poder público— en 2018.

“El pasado importa tanto como el futuro. Son dos tiempos que se acompañan”, decía el periodista Julio Scherer García sobre la importancia de tener presente el pasado para construir el porvenir, que en el caso de la izquierda siempre será más adverso que para la derecha, poseedora del poder económico y, por ende, el poder mediático.

Es ya sabido el discurso de la derecha ante este gobierno —la destrucción de todo— y se conoce también el programa que propone —la vuelta al pasado—, y nada cambiará ese diseño en las campañas que vienen, pero la reflexión sustantiva debe venir desde la izquierda sobre lo que se hizo, lo que no se pudo hacer, lo que se quedó corto o ni se inició siquiera en el gobierno de Lopez Obrador.

A la luz de los ideales revolucionarios de los hermanos Flores Magón, con cuyos restos de Ricardo entrando a México en 1923 inicia el libro, y de las luchas obreras, campesinas, estudiantiles, populares y hasta armadas a lo largo del siglo XX y hasta el triunfo de 2018, es imperativo examinar desde la izquierda si el proyecto de la Cuarta Transformación ha sido consecuente y si es preciso ratificar o rectificar convicciones.

Si la Cuarta Transformación reivindica también los derechos políticos para que un ciudadano sea igual a un voto, independientemente de su condición económica, ¿se ha consolidado en México un régimen democrático de derecho o prevalecen prácticas que escamotean la voluntad popular? ¿Tienen vigencia las libertades que consagra la Constitución, entre ellas la de expresión, o se persigue a los críticos, incluidos los periodistas?

Tras décadas de un depredador modelo neoliberal, que desmanteló el incipiente Estado de bienestar, como se acredita en el libro, ¿se garantizan ya los derechos sociales a la educación de calidad, de salud, de alimentación y laborales, o debe haber una exigencia radical para con seguirlo?

¿Se han incorporado al desarrollo nacional, desde los lugares donde viven, a millones de mexicanos que han decidido ya no irse a Estados Unidos, y se ha robustecido no sólo el orgullo de ser mexicano, sino de pertenecer a un proyecto que piensa en el progreso colectivo y no sólo en el éxito individual?

Izquierda documenta el papel vil del Ejército mexicano en episodios clave en la historia del más reciente siglo, con desapariciones, torturas y matanzas contra movimientos sociales ordenadas por autoridades civiles y militares, y por eso es fundamental analizar la influencia actual y futura de las Fuerzas Armadas.

Y urge también evaluar desde la izquierda qué tanto se avanzó y está pendiente el combate a las dos grandes enfermedades nacionales, la corrupción y la impunidad, y qué tanto también todos los gobernantes, no sólo el Presidente de la República, han estado a la altura de sus cargos y encargos.

El libro Izquierda, que Alejandro Paez y yo ponemos a consideración de todos los mexicanos, es memoria, sentido crítico y también orgullo, como le planteamos en el prólogo:

“Nos urgía decir que tantos muertos y tantos movimientos reprimidos han quedado en la memoria colectiva a pesar de todos los esfuerzos por borrarla; que se ha generado una especie de linaje, uno solo, que se escapa al plural peyorativo. Es izquierda, puño en alto. Una sola izquierda”.

SinEmbargo

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