Redacción El Coahuilense
“Siempre vuelven”, dijiste.
Pregunté a quién te refieres.
A los amores, a los amantes…
Y creo que sí, volverán,
aunque a veces ya no te importe…
Por @Xxximena Arriaga
Dije en caso de rupturaaaa, bueno, va, sigue leyendo aunque no tengas el cora deshecho, algo útil encontrarás.
Para ser el mejor en algo se estudia o se practica. He aquí mis conocimientos derivados de una cuantiosa práctica, anexo bitácora de tuits de @ArriagaXxximena, como comprobación, pero plis no me sigas… estoy rota.
May 30, 2019 Me han roto el corazón tantas veces que ya no hay espacio intacto para nadie más….
Explicar comportamientos humanos implica extrema dificultad, pero también brinda la oportunidad de intercambiar opiniones y cuestionamientos. Tropecé de pronto con el tema intenso de los EX y cómo superarlos… Es agosto, el año se fue consumiendo, y aquí estamos, unos pensando que ya fueron muchos años, otros que ya fue mucha vida… sin saber exacto cuándo desistir, porque todos reaccionamos de diferente forma ante una misma situación. Aquí no habrá bandos, sólo una búsqueda de varios curitas pa’l alma. Toma el que te haga bien y date.
Jun 7, 2023 A veces sólo quiero tomar y llorar, o llorar y tomar… no importa el orden.
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-Empédate. Bueno, lo digo como metáfora (o no). Date oportunidad de padecer el dolor del truene, el cual a veces hasta físico se vuelve. Hazlo de la forma que decidas: abandonarse a llorar, estar triste, cantar dolido, comer chatarra, no salir de tu cama, gritonear, volver a llorar. La condición es sólo una: debes definir un límite. Poner una alarma, pedir a tu bestie que te recuerde que los días para manifestar tu rabia, incredulidad, ira o tristeza en su máxima expresión pasaron, no significa que ya no lo sentirás… sino aprenderás a manejarlo de una forma diferente. Permítete un día o dos, entrarle al drama total sin remordimientos, dejando salir todo lo de dentro. Eso sí hazlo en un lugar seguro, no te expongas.
Apr 28, 2020 Se escribe “Te extraño” y se pronuncia “Cada uno de estos putos días sin ti”…
-Contacto Cero. Si adicionas al adiós con un proceso de añorar el regreso, dramatizar el momento del rompimiento y cantar mil veces la canción que te hace acordarte de él… jamás llegará la cura. Los recuerdos se vuelven permanentes a causa de evocarlos una y otra vez. Lo más saludable es desde el día uno bloquearlo de todas las redes sociales y devolver todos los regalos… Bueno, si quieres conservar alguno, pero te lo recuerdan; puedes ponerlo en un lugar de difícil acceso por un periodo, hasta cuando, al verlos, ya no te causen dolor. Si en verdad se pretende olvidar al otro, habrá de restringir la comunicación; a veces causa mayor ansiedad que la separación misma esperar sus mensajes, ver sus stories y revisar sus estados. Incluye cero stalkeadas a través de las cuentas de tus amigos, no llamadas de borrachera, no “qué onda perdid@”, ni mucho menos frecuentar lugares en donde sabes lo encontrarás. Esto será de uno a tres meses mínimo, para irle bajando a la ansiedad.
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-Perspectiva. Admitámoslo: los pensamientos de hoy difícilmente serán los de mañana. Pon en perspectiva: lo que sientes en estos momentos no va a significar lo mismo en cinco o diez años. Ningún dolor es para siempre, al menos con la misma intensidad. Solemos frecuentar el pasado y perder de vista el futuro, pero tarde o temprano se van a curar todas las heridas.
Piensa cuántos años pasaste con tu pareja y cuántos llevas sin ella. Muchas relaciones no son tan largas y debes ver lo bueno antes de haber estado con tu pareja. No se trata de minimizarlo sino de tener la certeza de que el sufrimiento terminará y el día que aceptes seguir adelante en tu vida, sin necesidad de estar emparejado, con pareja o no, pero sin necesidad, verás que todo es más fácil de manejar.
Se dice, las personas que pasan por nuestra vida nos hacen crecer, nos aportan algo requerido en esa etapa, ahora tal vez no lo apreciamos, pero así será. Agradezcamos la enseñanza y adelante.
Mar 20, 2021 En la vida sólo energías limpias y sexo sucio…
–Inspiración y captación de energía. Todo parece oscuridad y vacío, empéñate en buscar otros medios para captar energía positiva. Nadie necesita un manual para saber a quienes frecuentar después de una ruptura. Conocemos gente que puede llenarte de energía y quienes podrían empeorar la situación de angustia. Personas que apoyan continuar, proseguir nuestras actividades, sin forzarnos, haciéndonos reflexionar y acompañándonos, sí; pero quienes nos obliguen a algo con lo que no nos sentimos cómod@s, no. A veces es sano cortar lazos, cuando menos temporalmente. Elegir rodearse con personas llenas de energía, de positivismo, de empatía. Si no lo encuentras con tus amigos, búscalos en alguna otra actividad, en el cine con una película, en un personaje de un libro, en alguien a quien admires, en lecturas motivacionales, inscribiéndote en alguna clase nueva, en el gym, etcétera.
Busquemos personas o temas para inspirarse, alguna frase poderosa que revele un poco de orgullo o ánimo de tu interior, pueden ser un fósforo encendido ayudando a dar pasos en un camino de oscuridad.
–Actívate. Cuando te invade la tristeza uno tiene cero ganas, pero levántate de la cama, recuerda que ya pasó el tiempo de compadecerte en la primera etapa, métete a la ducha y báñate con el agua más fría posible y sal de tu cuarto, de tu casa, siquiera a la tienda. Es hora de empezar a mover tu cuerpo, puedes salir a caminar, de preferencia al aire libre, no sabes cuánto te beneficiará, recibe un ratito de sol, anda descalzo, camina o retoma tus rutinas de activación física si no tienes nada más, dale a los quehaceres de la casa, un lugar ordenado también aportará a tu paz mental.
Mantenerte ocupado te ayudará a alejarte de recuerdos. Y así como se debe trabajar el cuerpo también la mente. La energía nos impulsa a actuar y está ligada a nuestras emociones. En depresión hay ausencia de ésta, la mente se nutre de pensamientos, negativos o positivos. Si tienes positivos y los sostienes en el tiempo, generarás bienestar; pero si tienes pensamientos negativos y éstos orientan tu vida, generarán malestar y entonces, eso atraerás. Elige.
Sep 5, 2019 Ya no espero nada… estoy en paz conmigo y completa sin ti.
–Finge. Ya has oído del poder de “manifestar” y “actuar como si ya”, vamos a aplicarlo. Una manera para olvidar a alguien es actuar como si ya lo hubiéramos olvidado. No sólo fingirlo, sino actuar como si todo fuese normal, sonreír al espejo, alimentarse bien, no encerrarse en casa, compartir con amigos, dormir mejor, arreglarse, tratar de verse y sentirse bien, comprarse algún cariñito. Actúa como si tu vida continuara y estuviera siendo buena contigo.
–Autocontrol. No hables de más, no digas cosas hirientes, no te aproveches de conocerlo bastante para herirle. Tampoco cuentes secretos o detalles íntimos de tu pareja, conserva el puente entre ambos; no conoces el futuro y alguna vez pudiera aparecer en tu vida, de una u otra forma.
–Vive. Todo lo intenso suele ser breve. Y pese a la creencia de la televisión popular de quien sufre más es digna de alabanza, nadie debiera sufrir en periodos prolongados, mucho menos ser desdichados forever. La tristeza de vez en cuando es inevitable pero la prolongación del sufrimiento es una elección. Algo así dice Buda. Cierta dosis sirve para recalcular el camino o ajustar la personalidad, o instaurar un filtro social y emocional. Pone a prueba el carácter y la resiliencia. Pero el sufrimiento excesivo sólo va complicando las cosas externas y carcomiendo todo por dentro, convirtiendo a una persona en un ser hueco respirando por pura biología. Todo tiene un límite y el dolor también. Todos elegimos nuestro propio destino, el que debiéramos, pese a todo y de todos, buscar fuese lo más feliz posible, incluso después de alguna pérdida grande.
Mar 17, 2024 Sólo como recordatorio… La vida no hace pausa ni cuando estás enojad@ con ella.
No pases todos tus días sólo muriendo. No te abandones a ideas oscuras ni profundices en pensamientos tristes. Construye. La felicidad no se mide en tener pareja, sino en estar bien contigo mismo. Sé todo lo feliz posible.
–Prográmate. No empieces por la noche ningún ritual para recordar, sobre pensar o sufrir, como tomar una copa, escribir, poner música que duela suficiente, pues te costará dormir y alejar la tristeza; opta por adelantarlo y empieza antes para contribuir al hábito de dormir temprano, aun cuando la mente nos juegue malas pasadas y nos invada la tristeza de vez en vez. Si preparamos situaciones y escenarios que propicien buenos hábitos, como dormir, al cabo de los días los lograremos. Decide un par de horas al día para permitirte sentir dolor. Sí bien suena loco o pragmático, servirá. Tipo de seis a ocho de la noche y ya. Poco a poco se irá disminuyendo el tiempo permitido para pensar en la herida. Si llega un pensamiento triste, fuera del “horario” establecido, bloquéalo de inmediato cambiando de actividad, simulando con los dedos una “tacha” sobre tu frente (o tu corazón), o repitiendo una frase que te empodere o alegre.
Jul 27, 2020 Te vas dando cuenta que no le hacías falta, desde hace tiempo…
–Reconoce tu responsabilidad y la de él. En muy pocas ocasiones las separaciones son motivadas por generación espontánea, la mayoría de las veces es el resultado de una larga crisis sentimental, quizá hace semanas, meses o hasta años, la relación no marchaba bien. No es fácil ser objetivos cuando uno es parte de ese caso de análisis llamado ruptura, pero buscar la razón pasa a un segundo término cuando uno se concentra en respetar la decisión de quien se va y empieza la recuperación de quien se queda.
El autoanálisis es bienvenido, pero jamás debemos encajarnos el cuchillo afilado de la culpa, pues causaría una herida de difícil curación. Es válido distinguir lo aportado y las fallas, las cualidades y las deficiencias, pero sin menospreciar nuestra persona, nuestra valía, nuestra belleza.
A veces el proceso de autolapidarnos se prolonga con cada reproche a uno mismo. Vamos aprendiendo a reconocer lo que se fue, a sentirlo como un duelo, aceptarlo y luego a dejarlo atrás. Opinan algunos, la causa del rompimiento se debe a alguien más, pero jamás serán los otros, las razones están en uno mismo. Reconozcamos que el amor verdadero se termina, no es eterno como nos hacen prometer. Pudo ser amor del bueno, pero tenía caducidad, se disfrutó y ahora conviene respetar su término. El amor no es suficiente ante ciertas situaciones y se termina; no es un fracaso, es una etapa más de la vida.
–Concéntrate en ti. El centro de la persona debe estar precisamente en la persona. No fuera de sí, ni con otro nombre o apellido. Analicemos lo que en realidad nos da felicidad, primero definirla y luego trabajar en ella. Nadie puede hacerlo por ti. Ve más allá de tus apegos y libérate de lo que dicen. Empieza a priorizarte, habla contigo mismo, tómate un tiempo, mantén la mente ocupada, ve a terapia, capacítate, distráete con algo no con alguien, aprende, practica cosas nuevas. Sustituye la gratificación de la presencia de una persona por otra fuente de dopamina saludable, aportando a tu futuro o a tu salud, como hacer ejercicio, escuchar música (deja la de despecho para cuando ya lo hayas superado), pasar momentos en la naturaleza, meditar, dormir suficiente, leer, comer alimentos ricos en proteínas. Haz nuevos círculos sociales, busca construir una mejor versión de ti. Da gracias y fluye. Arréglate, el orgullo y la autoestima se notan. Salgamos del bucle, reinventémonos. Haz planes y, aunque no quieras, ejecútalos.
-Cada quien. Debemos dejarnos de sentir responsables por los sentimientos ajenos. Darte permiso para no ser perfecto y pensar antes en ti. Acepta que a quien se fue también le duele, pero eso no nos corresponde arreglarlo. El proceso de ruptura sin duda lastima, pero el amor no. Así, como todo proceso, tiene su fin. Reconoce tus sentimientos y los del otro, pero move on. Las segundas oportunidades son para nosotros mismos, para crecer, fortalecernos y ser mejores.
Cuando verdaderamente amas y comprendes que la felicidad no está en alguien más sino dentro de ti, no te aferras, disfrutas con intensidad y valoras el tiempo compartido, puedes seguir y estar bien contigo mismo. En libertad, sin posesión. A lo mejor prefieres estar con alguien, pero estás seguro que estarías bien también sin él.
Que la felicidad de ser el centro de tu vida y tus decisiones te acompañe, en cada proceso de tu vida.
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