Redacción El Coahuilense
Por Lilia Cárdenas
Una vida de lucha y arte
Nancy Cárdenas, originaria de Parras de la Fuente, Coahuila, es una de las figuras más influyentes en la historia social y cultural de México. Con su voz valiente y su espíritu rebelde, marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ y el feminismo.
Aunque sus logros alcanzaron resonancia internacional, nunca olvidó sus raíces en su pueblo de Parras, conocido como “El oasis del desierto”, donde sus cenizas descansan como símbolo de su conexión eterna con la tierra que la vio nacer.
Cárdenas nació el 29 de mayo de 1934 en una pequeña ciudad que ella misma describía como el “oasis de más de 400 años, con un millón de árboles, 20 mil personas y sólo un camino de acceso”. Este lugar, que ella llamaba su “paraíso”, fue fundamental en su vida e identidad. Pese a su trascendencia internacional y su lucha en la Ciudad de México, nunca olvidó sus raíces, donde sus cenizas fueron esparcidas, mezclándose con los árboles, flores y mariposas que conforman el paisaje de su añorada tierra.
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Para Nancy Cárdenas su origen fue fundamental. Parras no sólo fue el lugar donde creció, sino el espacio que moldeó su identidad y su visión del mundo. En ese remanso de frescura, rodeada de un millón de árboles y al amparo de una casa propia, encontró armonía y pertenencia. La dualidad de querer salir de allí y luego desear regresar revela cuánto influyó ese paraíso personal en su vida. Parras no solamente fue su punto de partida, sino el refugio emocional al que siempre anheló volver.
Nancy fue una mujer de múltiples talentos: locutora, traductora, dramaturga, actriz, cineasta, poeta, feminista y una valiente luchadora por los derechos políticos, humanos y la diversidad sexual.
Estudió letras inglesas en la UNAM y teatro en Polonia y Estados Unidos, trayendo una perspectiva global a su obra artística. Su obra más emblemática, El efecto de los rayos gamma sobre las caléndulas, fue un parteaguas en el teatro independiente mexicano. Además, dirigió la primera adaptación teatral de Los chicos de la banda, una pieza que abordaba abiertamente la homosexualidad, algo inédito en la época.
Activismo y herencia cultural
Nancy Cárdenas no sólo fue una destacada dramaturga y actriz, también una impulsora del teatro de vanguardia en México. Su trabajo en la escena mexicana fue revolucionario, ya que abordó temas que en su momento eran considerados tabú, como la homosexualidad y la opresión de las mujeres. Participó en obras como Las amargas lágrimas de Petra von Kant, del dramaturgo alemán Rainer Werner Fassbinder, donde su interpretación aportó una dimensión más a su ya destacada carrera en el ámbito escénico.
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Además, Nancy fue una figura clave en la promoción del cine y la crítica social en nuestro país, utilizando el pretexto del amor por el cine de nuestro pueblo. En Radio UNAM impulsó el programa El Cine y Crítica, junto con Carlos Monsiváis, un espacio que buscaba fomentar el análisis y la discusión sobre el séptimo arte, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones de críticos y amantes del cine y donde la crítica política fue fundamental. Su labor en este ámbito no sólo enriqueció la cultura cinematográfica en México, también sirvió como plataforma para visibilizar problemáticas sociales mediante el arte.
En el Cine es importante destacar México de mis amores (1979) –dirigida por Nancy y coescrita junto a Carlos Monsiváis–, un emotivo documental que celebra la riqueza del cine mexicano. Mediante fragmentos icónicos y entrevistas con leyendas como María Félix, Silvia Pinal y Sara García, la película explora la evolución cinematográfica del país, desde el cine mudo hasta los años setenta.
Con la narración de Ernesto Alonso, el documental no solamente rinde homenaje a la filmografía nacional, también reflexiona sobre la identidad y cultura mexicanas. Es una obra esencial para comprender la trascendencia del cine en la memoria colectiva de México.
En 1973, Nancy se convirtió en una de las primeras voces en México en defender públicamente los derechos de la comunidad LGBTQ+ al apoyar a un trabajador despedido por su orientación sexual. Este acto de valentía marcó el inicio de su activismo en favor de la diversidad sexual.
En 1975, durante el Año Internacional de la Mujer, participó en una mesa con lesbianas, contribuyendo al diálogo sobre la visibilidad y los derechos de las mujeres dentro del movimiento feminista. Cuando le preguntaron si era lesbiana, respondió que no haría ninguna declaración al respecto hasta que los derechos de los homosexuales fueran tomados en cuenta, marcando así una posición política de resistencia y reivindicación.
En 1978 fundó el Frente de Liberación Homosexual junto con otros activistas, un hito en la historia del país. Fue una de las organizadoras de la primera marcha del orgullo gay en 1979, un acto de valentía en una sociedad conservadora. Nancy también estuvo ligada al feminismo, denunciando la opresión de las mujeres y promoviendo su independencia a través de la educación y la cultura. Su participación en la Conferencia Mundial de las Mujeres de 1995 evidenció su relevancia en los movimientos sociales de la época.
Legado que perdura
Carlos Monsiváis, su compañero y cómplice de aventuras, la llamaba “La Parras Atenea”, un apodo que reflejaba su inteligencia, valentía y talento, así como su origen en Parras. Nancy fue pionera en la poesía en voz alta, en los cineclubes, en las pláticas sobre el sida, en el movimiento feminista y en el teatro de vanguardia. Formó a jóvenes talentosos que nunca olvidaron sus enseñanzas.
“La conciencia feminista nunca llega como un regalo. Es más bien una iluminación paulatina que se va apoderando de una persona sin que esta pueda hacer nada por impedirlo”, decía ella.
Nancy Cárdenas falleció en 1994, el mismo día que asesinaron a Luis Donaldo Colosio, pero su legado sigue vivo. Su activismo abrió la puerta a generaciones de defensores de derechos humanos en México. Hoy, su nombre es sinónimo de lucha y resistencia, y su obra sigue inspirando a quienes buscan un mundo más justo. A 31 años de su partida, su impacto es innegable. “Nancy nos enseñó que la valentía no es la ausencia de miedo, sino la decisión de enfrentarlo”, comenta una activista contemporánea.
En honor a su memoria, su familia ha decidido que una medalla con su nombre sea itinerante, llevando su legado a nuevas generaciones en nuestro país y en el mundo, Nancy Cárdenas, “La Parras Atenea”, sigue resonando en nuestros oídos “con ventanas y puertas de alegría”, como dijo José Luis Ibáñez. Su historia nos recuerda que cada voz cuenta en la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa.
Homenaje este 2025
En reconocimiento a su invaluable contribución a la cultura y los derechos humanos, la Feria Internacional del Libro de Coyoacán 2025 ha dedicado uno de sus foros principales a Nancy Cárdenas. Este espacio, en honor a Coahuila, busca honrar su legado vía mesas de diálogo, conversatorios que reflejen su impacto en la lucha por la diversidad sexual, el feminismo y la cultura en México. El foro será un espacio para reflexionar sobre su obra y su influencia en las generaciones actuales reafirmando su lugar como una de las figuras más importantes en la historia social y cultural del país.
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