Alberto Aguirre
Por Alberto Aguirre
Octavio Romero Oropeza cumplió puntualmente con las instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum: el Infonavit aportará los recursos que permitirán entregar 500,000 viviendas nuevas a los derechohabientes de ese organismo tripartita.
Entre los más felices con el anuncio del programa sexenal de vivienda social, las cementeras y los arrendadores de maquinaria y equipo para la construcción. Y es que el gobierno de la República conformará una nueva empresa estatal para cumplir con su ambiciosa meta en los tiempos estipulados, pero sobre todo, disminuir costos.
¿Inmobiliaria del Bienestar? El consenso de analistas y policy makers reconoce que la crisis financiera del 2008 devastó a las vivienderas. Pero el impacto de las dinámicas del mercado de la construcción no ha sido examinado debidamente en el ascenso de la izquierda en México, cuando la desigualdad económica es una explicación indispensable del voto populista.
Los think tanks del progresismo en Europa han ubicado las fronteras geográficas de la desigualdad. Y han identificado las formas en las que el mercado inmobiliario moldea el mapa político.
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La Cuarta Transformación ya definió la política sexenal de vivienda. Un boom inmobiliario ocurrirá en el sur-sureste del país, donde están asentados los proyectos prioritarios (Tren Maya, Corredor Interoceánico y la Refinería Olmeca).
La concreción de este ambicioso plan depende principalmente del Infonavit, el Fovissste y la Comisión Nacional de Vivienda. La institución que encabeza Octavio Romero Oropeza tendría que destinar 15,000 millones de pesos para construir casi 85,000 viviendas en los próximos 12 meses; y en coordinación con los poderes estatales y municipales, dotarlas de los servicios básicos.
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Otro tema, distinto, es el del mantenimiento de las unidades habitacionales. Entre los compradores de vivienda, uno de cada cinco no lo paga. ¿Y qué pasará con los arrendatarios?
La intervención de la Financiera del Bienestar en este novedoso esquema resulta enigmática, por decirlo sutilmente. Y es que la indefinición legal que aqueja a esa institución, encabezada por Rocío Mejía Flores, se vería agravada por el esquema de recuperación de créditos (que denominó reembolsos)… ¿o recurrirían a un intermediario, como ocurre con la remesadora?
El ascenso de la izquierda mexicana al poder ha sido atribuido más a la crisis del sistema de partidos tradicionales que al éxito rotundo de una propuesta económica que propicia la inclusión de los más desfavorecidos por las políticas neoliberales.
La materialización de la política social son los llamados programas del bienestar. Y justo al arranque del “segundo piso” de la Cuarta Transformación queda asentado que la promoción de la vivienda será uno de los puntales del desarrollo económico durante el sexenio que inició hace dos semanas.
Las apuestas por la atracción de capitales foráneos, la promoción del comercio internacional y el cambio tecnológico podrían resultar menos exitosas que la regeneración del mercado de la vivienda, inerte durante los últimos 15 años.
Efectos secundarios
EFECTOS. El cúmulo de cambios que ocurren al interior de la Secretaría de Turismo incluye una baja sensible: el desmantelamiento del Centro de Geointeligencia de los Ángeles Verdes, la dirección de apoyo vial a los turistas creado en la pasada administración. Los recursos tecnológicos, incluida una app desarrollada internamente, irremediablemente se perderán.
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