Por Alberto Aguirre
La bancada panista en el Senado de la República tomó brevemente la tribuna principal en el salón de plenos, para hacer un emplazamiento puntual para el gobierno federal y también para las otras fuerzas partidistas opositoras a la Cuarta Transformación: fijar el precio máximo para las gasolinas en 20 pesos por litro.
Hay que pasar de la simulación a la acción, clamaron los legisladores ahora encabezados por Ricardo Anaya, en ejecución de una de las primeras directrices del nuevo presidente nacional del partido, Jorge Romero.
Bajar el precio de la gasolina, insisten, puede ser más efectivo a través de un ajuste a la ley, que con la firma de un acuerdo entre el gobierno de la República y los expendedores de gasolina. Y una cosa es limitar las ganancias de los empresarios, mientras que muy distinto sería si la Hacienda pública absorbe el costo de la medida.
Los senadores panistas han querido madrugar al anuncio de este pacto con una contrapropuesta: reformar la ley del IEPS, para reducir —a la mitad— las cuotas aplicables a la enajenación de los combustibles automotrices y también la Ley del ISR, para hacer deducible el gasto en consumo de gasolina que realizan las personas físicas, medidas que se complementarían con la transitoriedad del cobro del IVA y la aplicación de estímulos fiscales de IEPS.
Así, cuando el precio de las gasolinas y el diésel rebasara la franja de los 20 pesos por litro, quedaría exenta del pago de IVA. Para controlar su precio máximo, el IEPS actuaría como amortiguador.
“¿Por qué en lugar de buscar una negociación con los gasolineros para imponer precios máximos toma la iniciativa el gobierno y reduce los impuestos a la gasolina?”, fustigó la senadora Verónica Rodríguez, a nombre de la bancada blanquiazul,
“La ciudadanía tiene que saber que dos de cada tres pesos que paga por cargar gasolina es gracias a los impuestos, el famoso IEPS que ha aumentado 5% en promedio cada año, desde el 2019 y hasta ahora”.
La instrucción presidencial es tajante: los ingresos tributarios que generan las gasolinas son intocables. Adiós a los subsidios. La autosuficiencia en la refinación de los combustibles, por el contrario, es una meta distante y su cumplimiento será posible hasta la activación completa de Dos Bocas.
Entre los gasolineros cunde la resignación ante las maniobras gubernamentales para fijar un precio máximo —24 pesos— a la gasolina regular. El fundamento legal para informar al público sobre los expendios con los precios más caros no resultó un arcaísmo y holgadamente superó la fórmula utilizada en el sexenio anterior.
Entre los gasolineros con precios más accesibles, Servifácil cuya expansión se detonó en el sexenio anterior. El consorcio encabezado por el empresario Jesús Rogelio Lemarroy, quien fue alcalde de Coatzacoalcos, Veracruz, cobijado por el PAN. Ahora, con la Cuarta Transformación y Rocío Nahle en la gubernatura, sus nexos políticos son inmejorables.
Efectos secundarios
¿MARGINADO? Al Inai le quedan 40 días de existencia y los integrantes de su pleno han expresado públicamente que cumplirán con su mandato constitucional hasta el último… si los dejas. El pasado viernes 7, por ejemplo, hubo relevo en la presidencia del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción y los organizadores del evento habían dejado fuera al comisionado presidente, Adrián Alcalá.
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