Hasta hace apenas tres semanas se daba por hecho que Zoé Robledo, mandamás del IMSS, dejaría el cargo para irse a buscar su añorado sueño, la gubernatura de Chiapas. Incluso a pesar de la trágica muerte de Aitana (q.e.p.d.), la pequeña de 6 años que perdió la vida en el elevador del hospital del IMSS en Playa del Carmen. De hecho, en los pasillos del instituto crecían, hasta finales de agosto, apuestas sobre quién ocuparía la titularidad de la dependencia y qué personajes de su cuestionada administración lo acompañarían al sureste mexicano.
Secreto a voces
Son las irregularidades, así como la corrupción rampante en la asignación de diversos contratos de servicios por parte del Seguro Social, las que constituyen una fuente de recursos que serían destinados a la inminente campaña electoral chiapaneca, pero justo fue ello lo que desembocó en la caída de Zoé.
Asimismo, y por indicación directa del presidente Andrés Manuel López Obrador, y so pretexto de terminar de arreglar el entuerto del IMSS-Bienestar, tras desaparecer a la mala, como todo en la ‘4T’, el Seguro Popular y aceptar, de facto, que el Insabi fracasó.
Respiren profundo y no se enojen
Porque si bien el enjuague que traía Zoé Robledo con su hermano Gabino y el director de Administración del instituto, un tal Borsalino González, era para financiar una campaña, éste no parece que terminará con el regaño presidencial y la frustración del sueño dorado de quien es hijo de un exgobernador.
¿De qué estoy hablando?
Pues nada más y nada menos de que mientras juegan a parecernos a Dinamarca en materia de salud, se echó a andar la operación ‘año de Hidalgo’, pero con tintes todavía político-electorales, según refieren colaboradores en el edificio de Paseo de la Reforma. ¡Así como lo están leyendo!
“Si no soy yo, por lo menos influiré en quien sea gobernador o gobernadora”, es la consigna de Zoé…
Según mis fuentes, en la oficina principal del IMSS han desfilado varios de los suspirantes, como Carlos Morales, presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, así como los congresistas Manuela Obrador -vetada por su primo-, la impresentable y muy poco educada de Patricia Armendáriz, Sasil de León y hasta Eduardo Ramírez.
El esquema para tener el recurso suficiente para poner al próximo góber es: ¡el de siempre!
Beneficiar a empresas en las licitaciones de los llamados “servicios integrales”, obteniéndose una especie de “diezmo” solicitado a los favorecidos por los fallos.
Como ya lo he documentado en este espacio, la Secretaría de Hacienda, a través de su Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo, a cargo de Karla Adriana Espinosa Bautista, emitió un oficio que permitía a posibles proveedores participar y aun adjudicarse contratos sin necesidad de comprobar el origen y la calidad de los bienes a adquirir por parte del IMSS. ¡Qué tal! ¿Y el riesgo para los derechohabientes? ¡Bien, gracias!
Un fuerte doble para seguir leyendo
Para muestra…
La licitación No. LA-50-GYR-050GYR988-T-16-2023 para contratar el servicio médico integral de hemodinamia y radiología intervencionista para el periodo 2023-2024, en la cual se permitió que las empresas participantes no comprobaran el origen de los insumos (todo lo relacionado para el tratamiento de urgencia de los infartos al corazón), para poder así apoyar a las empresas previamente seleccionadas.
Si creía haberlo leído todo, déjenme decirles ¡que no!
El fallo de dicha licitación se emitió ¡un domingo por la tarde!, el 3 de septiembre pasado, cuando además cancelaron cinco de 63 partidas que incluían la licitación, mediante el oficio 09 53 84 61 2B10/CTSMI/00689, en una descarada manipulación del proceso, porque justo esas partidas canceldas correspondían a las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE), las más grandes del país, y que después fueron asignadas a empresas cuatachas, como Diseño y Desarrollo Médico, SA de CV; Medical Supply, SA de CV; Masai Technology, SA de CV, y Vitalmex Internacional.
¿De cuánto estamos hablando?
De 2 mil 442 millones de pesos, el IMSS otorgó 944 millones, de acuerdo con la primera evaluación, y dejó fuera mil 500 millones de pesos para adjudicarlos después directamente a las empresas de su conveniencia.
¿El encargado de torcer las nuevas evaluaciones? El famoso Humberto Pedrero Moreno, el verdadero mandamás del área administrativa del instituto, exsecretario de Hacienda en el gobierno de Manuel Velasco, con claros intereses políticos en Chiapas.
Otros nombres involucrados: anote a los doctores Nemesio Ponce Sánchez, también funcionario en el gobierno chiapaneco, y Efraín Arizmendi Uribe, denunciado ya incluso en la conferencia mañanera de Palacio Nacional.
Antes de poner el grito en el cielo, les recuerdo a Zoé y a todos sus compinches que todo está documentado. Que tengo en mis manos todos los documentos con sus firmas.
La última pregunta:
¿Cuánto de esos moches irán a Chiapas y cuánto se quedarán en unos cuantos bolsillos de quienes son “diferentes”? Ni pa’ dónde hacerse.
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La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.
Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.