No somos Dinamarca y el instituto de Zoé Robledo es un nido de corrupción.
No son iguales, son peores.
Con decirles que el pasado 14 de noviembre, durante una reunión virtual -ya saben, en Zoom- a nivel nacional, realizada justo el Día Mundial contra la Diabetes, las palabras del delegado de esta institución en Guanajuato, Marco Antonio Hernández Carrillo, resonaron en todas las delegaciones del IMSS, en las unidades médicas de alta especialidad y en las oficinas centrales en Paseo de la Reforma.
“Abrimos salas de hemodinamia y aplaudimos, pero no nos preocupamos por el origen: tratar la diabetes, la obesidad (…) Gastamos cientos de millones en abrir esas salas, en lugar de fortalecer la prevención en el primer nivel (…) los que deben estar más contentos son los proveedores de los equipos”. ¡Quihúboles! ¿A poco no sintió un infarto al miocardio?
Póngase cómodo
Ese día (14 de noviembre) el IMSS presentaba los avances en inversión y productividad del Programa de Fortalecimiento de Salas de Hemodinamia, mismo que cuenta con un presupuesto de mil 500 mdp para los años 2023 y 2024.
Dicho programa pretende expandir la atención de los pacientes que sufren un infarto al corazón de 54 salas a 80; es decir, abrir otras 26 salas en hospitales generales en 24 estados del país.
Fuerte doble y de hidalgo
Ahora bien, déjeme decirle que este tipo de programas, que incluyen tanto la compra de equipos e insumos médicos, hasta los denominados servicios integrales de hemodinamia para tratar a los derechohabientes que sufren un infarto al corazón, se han convertido en una mina de oro para aquellos dispuestos a sacrificar la ética por la ganancia. Por eso las palabras del delegado del IMSS en Guanajuato: “Los que deben estar más contentos son los proveedores de los equipos”.
En el corazón de esta problemática se encuentra -redoble de tambores-…
El doctor Efraín Arizmendi, cardiólogo venido a más gracias a la suerte que le sonríe y que, aprovechando su posición y conexiones con el actual director de Operación y Evaluación del IMSS, Javier Guerrero García, ha encontrado la manera de favorecer sus intereses por encima de aquellos del instituto, beneficiando a las empresas Diseño y Desarrollo Médico y a Suministros Médicos de México.
Por aquello del no te entumas
A través de documentos confidenciales, que tengo en mi poder y por si alguien los requiere, se revela un patrón de sobornos y adulteración en diversas licitaciones, tanto en los servicios integrales como de compra de equipos de hemodinamia.
Relaje el cuerpo y prepárese
Durante 2023, de acuerdo con una investigación realizada en la página de Compranet, se identificaron 98 procesos de adquisiciones en el IMSS relacionados con procedimientos de hemodinamia: 26 fueron licitaciones públicas, tres invitaciones a tres personas y 69 adjudicaciones directas.
Cosa rarísima -ok no-, la mayoría de estas adjudicaciones directas se encuentra mal justificada, puesto que el IMSS invoca la fracción III del artículo 41 de la Ley de Adquisiciones; empero, lo que llama la atención es que en ninguna de estas adjudicaciones cuantifican “las pérdidas o costos adicionales”.
Otro doble y fondo
Un ejemplo -de muchos que existen- en las adjudicaciones directas de este “programa” es el procedimiento denominado procedimiento de angioplastia con balón, que el IMSS paga en 10 mil 931 pesos en el Hospital Regional 251 de Metepec, Edomex, mientras que en el Hospital General Número 1 de Baja California lo paga a 17 mil 521 pesos. Agárrese, porque esto no es todo: resulta que en el Hospital de Especialidades Número 14, en Veracruz, se pagan a 26 mil 450 pesos.
La cifra de 10 mil 931 pesos es la cantidad más baja que paga el IMSS por este procedimiento, por lo que todo lo que se pague por arriba de este monto es un sobreprecio, ¿o no?
Ahora bien, los dos primeros contratos adjudicados de manera directa los obtuvo la empresa Diseño y Desarrollo Médico, mientras que el último fue otorgado de manera también directa a la empresa Medical Life Supply.
¿Qué es angioplastia con balón? Se trata de un procedimiento realizado para destapar una arteria del corazón que está obstruida.
Llamado a las autoridades
Ojo, en esta turbia red se encuentran varios funcionarios más, además de los arriba mencionados, por lo que a estos “servidores públicos” la ASF deberá poner especial atención en su programa anual de auditorías 2024.
Ojalá, no sólo la ASF haga lo propio, sino que Zoé Robledo deje de andar en modo campaña y se ponga a hacer lo propio en el IMSS y, sobre todo, se proponga acabar con este negocio que está de infarto.
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La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.
Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.