“Soy una persona que tiene padecimientos crónico-degenerativos, tengo hipertensión. Me voy a quedar sin servicio médico el tiempo que dura el trámite de la pensión y de la jubilación. Necesito un aparato que me ayuda a oxigenar mi cerebro por la noche y cuando me jubile me lo van a quitar”, lamentó Enrique, trabajador de administración en la SSC que ve un futuro negro, pues, al igual que los policías, se enfrenta a obstáculos burocráticos repletos de corrupción y tratos inhumanos para obtener su jubilación.
La jubilación para miles de polis de la Secretaría de Seguridad de la CDMX se está convirtiendo en una pesadilla.
Tristemente, una vez más debo de estar reportando que la Caprepol le sigue robando sus sueños a los policías de la CDMX. La primera columna la publiqué en mayo de 2022; en aquellos entonces, gente del gobierno de la Sheinbaum se justificó diciéndome: “No hay dinero que alcance”. Entonces les cuestionaba ¿por qué antes de la ‘4T’ esto no sucedía? Me contestaban que “porque es un exceso lo que se les da a los policías”. Les volvía a rebatir: si no les parece la ley, cámbienla; sin embargo, la ley no es retroactiva, ¿o será que ese dinero es para el cochinito de la campaña de la corcholata?
La injusticia
Con 26 años trabajando en el área administrativa y a unos cuantos para poder retirarse, Enrique acusa con desilusión y temor que, cuando se inicia con el proceso de jubilación, tienen antes que atravesar un tormento del que, incluso, teme por su vida, pues en todo lo que dura pierden el acceso a su paga, seguridad social por parte del ISSSTE y, por ende, a sus medicamentos, lo cual podría tener graves consecuencias de salud para aquellos que, como él, tienen enfermedades crónico-degenerativas, como cáncer, diabetes, insuficiencia renal y problemas cardiovasculares.
“En mi caso, dejar de tener ISSSTE es igual a una condena casi de muerte, porque me dan medicamento controlado cada mes”.
Pero sus desventuras no terminan ahí, ya que Enrique asegura que todo ello es el mal fruto de la corrupción y los abusos de poder que imperan en la Caprepol, con Eréndira Corral Zavala al frente, incluidos los sorteos manipulados de viviendas y la privación de acceso por ley a préstamos, al punto que, lamentablemente, son obligados a pagar sobornos de altas sumas para acelerar todo tipo de trámites.
Los casos se agravaron después de la pandemia de covid-19, ya que empleados que necesitan el dinero se ven obligados a soltar una ‘mordida’ para que les autoricen los préstamos o agilicen sus trámites y puedan cobrar su pensión.
Los carniceros de hoy serán las reses del mañana
Los trabajadores de la SSC no sólo han realizado manifestaciones o intentos de paro en las corporaciones, pero el miedo es su principal enemigo, pues las represalias van desde cambios de sectores hasta despidos con argumentos inventados.
“Cuando nosotros nos manifestamos para hacer exigir los derechos aquí en la Caprepol, la misma SSC manda compañeros a quitarnos. Nosotros no podemos manifestarnos porque luego luego hay represalias”.
A pesar de contar con agrupaciones como Vanguardia y Sangre Azul para defenderlos, nada cambia.
Además, Enrique me reveló que no es la primera vez que tienen problemas con la Caprepol, ya que en enero de 2018 fue despedido injustificadamente por ir al baño debido a sus enfermedades, caso que sigue vigente. Fue de esta manera que fue trasladado a oficinas de SSC.
“Fui víctima de una de esas injusticias mucho antes de este tema. Trabajaba en la Caprepol y metí una queja a Derechos Humanos porque no me dejaban ir al baño; al final me cesaron y estoy en juicio por despido injustificado, por hacer valer mi derecho. Ellos argumentaron que por insultos e injuria a un directivo”, explicó.
Según Enrique, lo que pareciera un problema actual, en realidad lleva más de 20 años, desde que ingresó como funcionario; sin embargo, la situación en la Caprepol ha empeorado en los últimos años y con cada administración hay cambio de reglas que, en lugar de ayudar, sólo perjudican a los trabajadores.
El elefante está en la sala
De continuar con la mala gestión y corrupción dentro de la Caprepol, el sistema de pensiones se volverá insostenible, lo que podría llevar al aumento de años para la jubilación y mayores aportaciones por parte de los empleados. Así de rudo es el futuro.
“Vamos a hablar las cosas como son, esto es un saqueo, una situación que no puede dejarse en manos de la corrupción y la indiferencia. Yo he pedido ayuda desde 2020 y nadie me ha volteado a ver, estoy desamparado y preocupado por mi situación y la de mis compañeros. Es muy triste”.
“¡Urge que Caprepol transparente qué pasó con nuestro dinero! ¿Quién nos robó nuestra pensión?”.
Justicia selectiva
En este espacio he denunciado un sinfín de veces cómo en México, con la ‘4T’, vivimos una justicia selectiva y hoy les traigo una prueba más: Francisco Garduño, el todavía director del INM, está acusado por omisión, el mismo delito que Rosario Robles, que no merecía prisión preventiva. Y mientras a ella el juez de consigna Delgadillo Padierna la metió a la cárcel por tres años, argumentando que se podía escapar por sus cargos, puestos y responsabilidades, a Garduño lo dejaron en libertad. A Rosario le hicieron un juicio político y hasta la inhabilitaron y a Garduño… nada. ¡Así como lo están leyendo! Sigue en su cargo, a pesar de estar vinculado a proceso por la muerte de 40 migrantes, y todos en la ‘4T’ felices y contentos.
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La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.
Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.