Redacción El Coahuilense
Por Anna Martinez
El 11 de septiembre de 2001 el mundo fue testigo de uno de los ataques terroristas más devastadores de la historia, un hecho que marcó profundamente a Estados Unidos y cuyas consecuencias siguen impactando la política global.
A más de dos décadas del atentado, el mundo sigue lidiando con sus efectos, mientras las generaciones futuras aprenden sobre este evento que cambió el curso de la historia.
Esa mañana, cuatro aviones comerciales fueron secuestrados por 19 terroristas afiliados a Al-Qaeda, bajo el mando de Osama bin Laden.
Los atacantes utilizaron los aviones como armas, estrellándolos contra símbolos clave del poder económico, militar y político de Estados Unidos.
Los cuatro aviones del 11-S
- – 8:46 AM: El vuelo American Airlines 11, que despegó de Boston, impactó la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York.
- – 9:03 AM: El vuelo United Airlines 175, también de Boston, se estrelló contra la Torre Sur del mismo complejo.
- – 9:37 AM: El vuelo American Airlines 77 fue dirigido hacia el Pentágono, el corazón del poder militar estadounidense, en Washington D.C.
- – 10:03 AM: El vuelo United Airlines 93 se estrelló en un campo en Pensilvania luego de que los pasajeros intentaran retomar el control. Se cree que su objetivo final era el Capitolio o la Casa Blanca.
El impacto en las Torres Gemelas fue devastador. Miles de personas quedaron atrapadas en los pisos superiores, mientras el fuego se extendía rápidamente.
A las 9:59 AM, la Torre Sur colapsó en un espectáculo aterrador de polvo y escombros, seguido por la Torre Norte a las 10:28 AM.
Ambos edificios de 110 pisos se desplomaron en menos de dos horas, provocando una escena de caos y destrucción en el corazón financiero de Nueva York.
Los ataques cobraron la vida de aproximadamente 3,000 personas y dejaron más de 6,000 heridos.
Entre las víctimas se encontraban trabajadores de oficina, pasajeros de los aviones secuestrados, y cientos de bomberos, policías y personal de emergencia que se apresuraron a salvar vidas, muchos de ellos muriendo en el proceso.
El ataque también afectó a los residentes y trabajadores de los alrededores, quienes sufrieron exposición a toxinas del colapso de los edificios.
A lo largo de los años, muchos han enfrentado problemas de salud graves, como cáncer y enfermedades respiratorias.
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Los ataques causaron pérdidas económicas enormes. Solo en Nueva York, los daños materiales fueron estimados en $123,000 millones, y el colapso de las Torres Gemelas afectó de manera significativa los mercados financieros y la economía global.
A nivel social, el trauma dejó profundas cicatrices en los estadounidenses. El 11 de septiembre se convirtió en un día de recuerdo solemne, con conmemoraciones anuales que honran a las víctimas y a los héroes que respondieron a la tragedia.
El sitio del World Trade Center fue transformado en un memorial, con dos grandes piscinas que marcan el lugar donde se erigían las Torres Gemelas, y el Museo del 11-S conserva la historia de aquel día.
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