La transformación de plástico en pellet recuperado es un proceso fundamental en la planta de reciclaje Películas Biodegradables de México, ubicada en Tultepec, Edomex, y es una manifestación tangible de la Economía Circular. A diario, se procesan alrededor de 45 mil kilos de plástico, al someterlos a un proceso de lavado para su posterior uso como materia prima en la creación de bienes duraderos.
En relación a la durabilidad de los residuos plásticos en el medio ambiente, Luis Solano, presidente de la Sección de Recicladores de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) y director de la planta, subraya que la falta de olor, sabor o color, junto con su naturaleza inerte, les otorgan una notable capacidad de persistencia.
“Es decir, si los plásticos de un primer uso como las bolsas o botes de leche los recuperamos, lo podemos transformar en un bien duradero como un piso de una madera plástica. Sin embargo, hace falta difundir las cualidades del plástico, los usos que se le pueden dar adicionalmente y la oportunidad para seguir sirviendo al consumidor”, detalló.
El segundo informe de la industria del reciclaje del año pasado, junto con las estadísticas proporcionadas por la ANIPAC, revela que a nivel nacional se utilizan cerca de 5 millones de toneladas anuales de resinas plásticas. Actualmente, se reciclan y recuperan mil 680 toneladas, y el 50% de esta recuperación se concentra en el área metropolitana. Asimismo, aproximadamente el 45% de los materiales proviene de centros de acopio, transferencia y pepena.
“Los plásticos postconsumo que vemos en la basura o en los rellenos sanitarios, son los que están teniendo mayor disponibilidad para la industria del reciclaje hoy en día”, refirió.
La separación de residuos cuenta con la participación de aproximadamente un 40% de la población a nivel nacional, y a pesar de los esfuerzos de las autoridades y ciertas instituciones de la sociedad civil en favor del medio ambiente, aún persiste la necesidad de implementar acciones adicionales.
La creación de centros de acopio en colonias y alcaldías es una medida fundamental para evitar la contaminación de los cuerpos de agua con residuos plásticos. Esto proporcionará a la ciudadanía una forma responsable de deshacerse de sus desechos plásticos, los cuales son un material indispensable a nivel mundial.
“Desafortunadamente la visión de los gobiernos ha sido restrictiva hacia el plástico, es decir, prohibitiva cuando debemos plantearnos cómo aprovechamos un recurso extraído de la naturaleza, que ya fue procesado y ya está a disponibilidad, para integrarse en la economía circular a una cadena de producción”, enfatizó Solano.
Al comenzar con el proceso de reciclaje, cuando un consumidor decide depositar su kilo de resinas en un lugar específico, inicia un viaje complejo. El primer paso es llevar el residuo plástico a un centro de acopio o de transferencia, donde se realizará una separación y clasificación adecuada. A continuación, el material se traslada a una planta de reciclaje, donde será sometido a lavado, fundido y limpieza para pasar a una instalación de transformación. Finalmente, regresa al centro de consumo.
“Si tenemos un incentivo legal para aplicar una norma que nos ayude a reciclar en mayor medida los residuos plásticos de los que disponemos, se logrará llegar a metas y objetivos trazados en la agenda 2030, entre éstos utilizar hasta el 50% de los residuos plásticos que hoy generamos”, añadió el presidente de la Sección de Recicladores de la ANIPAC.