A 3 años del feminicidio de Debanhi, el caso sigue estancado

abril 9, 2025
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Ciudad de México.- Se cumplen 3 años de la desaparición de Debahni Escobar; 3 años donde la Fiscalía General de la República (FGR), se ha rehusado a reconocer su muerte como feminicidio. Sin respuestas, con contradicciones institucionales, la promesa quebrada de López Obrador por esclarecer los hechos y el silencio de Claudia Sheinbaum.

Lo sucedido con la joven Debahni Susana Escobar, originaria de Apodaca, Nuevo León, se zanja por tercer año consecutivo; un caso que estremeció al país por develar la inacción y la torpeza de los sistemas de justicia local. Lo sucedido el 9 de abril del 2022, no se olvida, se mantiene vigente como un recordatorio de que la misoginia, la revictimización y la impunidad es sistémica. 

Las omisiones de las autoridades las cuales podrían derivar en posibles acusaciones llevaron a revictimizar el cuerpo de Debanhi quien debió ser analizada post mortem tres veces.

Durante 13 días, Debanhi Escobar fue buscada, supuestamente, en cada rincón de la capital regia: Monterrey.

Ahí, en la ciudad que presume de su acaudalado presupuesto, sólo terminó por imperar la incongruencia de sus autoridades. La búsqueda de la joven concluyó cuando se le encontró al interior de una cisterna perteneciente a un hotel neolonés, el hallazgo, resultó suspicaz para Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, sus padres, ¿por qué el hallazgo si ese hotel ya había sido cateado en cuatro diferentes ocasiones? La vida de la familia Escobar Bazaldúa es un recordatorio de que la voluntad política es endeble en nuestro país; han encarado a 3 fiscales estatales, a la Fiscalía General de la República y a 2 sexenios que más que garantizar la verdad, han aplazado y abandonado en un cajón los hechos.

Es abril de nuevo y Debahni Escobar, junto con su familia, continúan sin acceder a uno de los derechos más humanos y necesarios: La justicia.

Nuevo León estrena fiscal frente a la pandemia de desapariciones y feminicidios

En su canal de YouTube de Mario Escobar Salazar denunció el 29 de septiembre del 2022 que encontraron omisiones en la investigación del caso en Nuevo León y un cambio en versiones al transitar de una “presunta caída fatal” a un feminicidio.

En el mismo, expuso también que esa primera carpeta de investigación en Nuevo León, “les hizo daño” y acusó directamente el actuar del fiscal general de justicia del estado de Nuevo León Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, así como Griselda Núñez Espinosa, titular de la fiscalía en Feminicidios y Delitos contra la Mujer.

En aquel entonces, Gustavo Adolfo y Griselda Núñez se convirtieron, según la familia Escobar, en dos de los principales funcionarios públicos en entorpecer las investigaciones, incurrir en negligencias y conducirse desde la opacidad. La verdad terminó por reventar cuando la FGR tomó la carpeta de investigación y se constataron las irregularidades en el caso, así, Gustavo Adolfo terminó fuera de la Fiscalía del Estado y en su lugar, entró de forma provisional Pedro Arce quien ejerció el cargo por dos años.

Ahora, Nuevo León celebró su terna donde 3 personas se postularon para ocupar el cargo de forma oficial, entre ellas, la misma Griselda Núñez, señalada por obstaculizar las investigaciones sobre el feminicidio de Debanhi.

Tras una jornada de elecciones internas, el pasado febrero del presente año resultó vencedor Javier Flores, un abogado veterano que tuvo el visto bueno del gobernador, Samuel García. Flores ha señalado desde su nombramiento que hará un cambio estructural en la Fiscalía de Nuevo León realizando estudios y observando las «áreas de oportunidad«.

Con la llegada de Javier Flores, se infiere que la familia Escobar se ha enfrentado, desde el feminicidio de Debanhi, a 3 fiscales; Gustavo Adolfo, Pedro Arce y ahora, Flores. Sin embargo, la esperanza de que el cambio llegue con este nombramiento se mantiene vigente según el mismo Mario Escobar, quien expuso a través de su canal de Youtube:

«Estamos tristes y enojados, seguimos esperando a que avance nuestra carpeta de investigación. La carpeta sigue abierta y a Javier Flores fiscal de Nuevo León, esperamos que haga una limpia en la fiscalía donde están todos los problemas; una fiscalía rebasada por los índices de feminicidios que existen aquí en Nuevo León».

Y es que, a pesar de que, en su momento, la muerte y negligencias sobre el Caso Debahni instaron a la acción colectiva y el gobierno naranja de Samuel García prometió garantizar la no repetición, Nuevo León no sólo parece echar a la suerte la investigación, sino, además, no logra contener la ola de feminicidios, desapariciones y homicidios dolosos contra mujeres que azota a la entidad; el Caso Debahni fue un llamado al «Ni una más», que terminó en el olvido.

México cerró el 2024 con 797 feminicidios; sin embargo, a diferencia del año anterior, el número de casos se disparó en los municipios del norte como Juárez con 25, Tijuana con 17, Chihuahua con 14, Monterrey con 12 y Sinaloa con 11, según datos del informe ‘Información sobre violencia contra las mujeres Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 9-1-1’ del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

De enero a diciembre, Nuevo León se convirtió en la tercera entidad con más delitos de feminicidio, sólo por debajo del estado de México y Ciudad de México, entidades que, sin obviar, contienen un grueso poblacional masivo a comparación de la entidad regiomontana.

En un ejemplo certero, mientras Nuevo León registró 60 feminicidios, la Ciudad de México registró 65; una diferencia mínima de 5 casos, esto, a pesar de que la capital registra -número redondo 9 millones de habitantes y Nuevo León 5, apuntando a que la tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres neolonesas es preocupante.

En añadidura, el segundo fenómeno que ha resultado imposible contener para Nuevo León es la desaparición de mujeres; un fenómeno que no es aislado, sino una violencia estructural que se ha replicado de forma incisiva bajo el mismo modus operandi, donde las neolonesas desaparecen y tiempo después, son encontradas con signos de violencia.

Estos hechos de violencia acontecen en municipios que tienen decretada una Alerta por Violencia de Género (AVG), lo que pone en alerta esta manifestación sistemática de la violencia que afecta a las mujeres, niñas y adolescentes que viven en esa entidad.

Por ejemplo, la desaparición y feminicidio de Yolanda Martínez, Debanhi Escobar, Bionce Amaya, y Ana Carolina -último registrado el pasado febrero del 2025-, desapariciones que ocurrieron en el Área Metropolitana conformado por 13 municipios, de los cuales Apodaca, Cadereyta Jiménez, Guadalupe, Juárez y Monterrey -que en conjunto suman un millón 287 mil 250 mujeres que habitan estos lugares, según el Censo 2020 elaborado por el INEGI- cuentan con una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) desde el año 2016,

De acuerdo con Red Lupa, para mayo de 2024, el número de mujeres desaparecidas en Nuevo León alcanzó los mil 738, pero aun faltaría incluir a las que no volvieron a sus hogares en los meses subsecuentes y retomar a las 30 de las 100 mujeres que desaparecieron en lo que va del 2025, según datos del fiscal Raúl Alejandro Sepúlveda Martínez.

La FGR sigue sin reconocer feminicidio

Ante la opacidad de la Fiscalía de Nuevo León y una presión mediática que sofocó al -entonces- fiscal, Gustavo Adolfo Guerrero, la carpeta de investigación de Debanhi fue atraída por la Fiscalía General de la República con el objeto de robustecer la carpeta de investigación y esclarecer, de forma oportuna y veraz, los hechos que tuvieron lugar el 9 de abril en el hotel Nueva Castilla en Nuevo León.

Mario Escobar Salazar exigió a la FGR tomar la carpeta de su hija y tras una lucha incisiva, el órgano federal tomó el caso un 29 de septiembre del 2022 y bajo la mirada del subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana Ricardo Mejía Berdeja, se trabajó para confirmar el delito de feminicidio.

A la par, la FGE de Nuevo León se defendió y lanzó declaraciones como que Debanhi se había puesto de pie luego de caer y que todo se trató de una contusión profunda de cuello, zanjando así, el margen de investigación y dejando de lado cualquier apunte de feminicidio.

Con la esperanza de que la FGR considerara la perspectiva de género en el Caso Debahni y abonara con una línea de investigación contundente sobre el deceso, este ideal se ha alejado de la familia Escobar, pues la FGR ha incurrido en el mismo patrón de malas prácticas y la revictimización, se mantiene como una constante aún, después de 3 años.

Debahni Susana fue sometida a 3 necropsias post mortem, una revictimización sostenida sobre su cuerpo, pero también, sobre su familia; víctimas indirectas de la negligencia protocolaria, pues no sólo atravesaron este proceso forense tres veces, sino que además, no tuvo ningún resultado favorable, pues a pesar de someter el cuerpo de Debanhi a diversos estudios, nunca se logró determinar una línea de investigación que apuntara a feminicidio y es que, se tira de dos causas opuestas: Muerte por asfixia y muerte por contusión.

Todos estos estudios que sostienen la muerte de Debanhi a causa de una asfixia por sofocación están en manos de la Fiscalía General de la República que, más que ahondar en las indagatorias sobre esta posible verdad histórica, ha metido el caso en un cajón, pues aunque la carpeta de investigación se mantiene abierta, resulta evidente que, en 3 años ha sido incapaz de reconocer como feminicidio la muerte de Debahni Escobar.

A través de su canal informativo de Youtube, el padre de Debanhi, Mario Escobar refirió este 2025 que él, en conjunto con su esposa continúan aportando documentos a la FGR, como un intento de engrosar la carpeta y que, tras años de lucha, se reconozca que la muerte de su hija no fue un accidente como las autoridades neolonesas pretendieron señalar; fue un feminicidio.

«Nosotros seguimos aportando documentos ya que la FGR, sigue sin ver esto como un feminicidio, a pesar de todas las aportaciones científicas objetivas, legales, documentadas y contundentes que hemos aportado, seguimos metiendo más información para que esto sea validado correctamente con perspectiva de género» (Mario Escobar)

De esta forma, la carpeta de Debanhi se mantiene abierta y sin ningún avance sustantivo. A la cabeza de la FGR, Alejandro Gertz Manero no ha realizado algún pronunciamiento sobre qué tanto se está trabajando en los esclarecimientos del hecho a 3 años de la muerte de Debahni Escobar, caso que destapó las inconsistencias de los equipos de investigación, la omisión de las autoridades y la incapacidad de resolver las muertes violentas de mujeres.

En añadidura, la FGR tiene la obligación, de acuerdo con la Serie Género y Procuración de Justicia, de avanzar en estas diligencias priorizando la perspectiva de género y analizando, los contextos de la víctima a fin de abolir sesgos discriminatorios y/o sexistas.

La sentencia del caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es paradigmática debido al establecimiento de estándares de protección ante violaciones graves a derechos humanos, principalmente por la obligación de garantizar la realización de la debida diligencia reforzada, así como por la aplicación de la perspectiva de género en la investigación.

Los protocolos como «El análisis de contexto en la investigación de delitos desde la perspectiva de género» de la FGR refiere que se tiene un compromiso de investigación sobre delitos complejos como la desaparición y el posterior feminicidio, sosteniendo que, la complejidad de este tipo de hechos radica en sus características, pues tienen una naturaleza compuesta; la privación de la libertad y el ocultamiento de la víctima, hechos que tienen un carácter continuado que deben ser estudiados y contemplados en las carpetas de investigación.

La FGR tiene el deber de nombrar las circunstancias de discriminación estructural y vulnerabilidad, es decir, comprender las dimensiones de la perspectiva de género y no incurrir en revictimizaciones, mismas, que en el Caso Debahni han sido una constante.

Así, a pesar de contar con un sólido marco normativo que se erige para una presunta «buena conducción» de la FGR, la realidad dista de este paradigma de género que se encuentra en documentos diversos de la Fiscalía.

Lo que exhorta a recordar las posturas de las familias buscadoras y de las madres de víctimas de feminicidio, que se han plantado a las autoridades sosteniendo que no se requieren documentos, ni protocolos, sino de una verdadera voluntad política para acelerar las investigaciones y conseguir una verdadera justicia restaurativa.

En el caso particular de Debanhi, la lucha cumple 3 años y la voluntad de la Fiscalía General de la República se mantiene endeble.

Respecto a la investigación alterna de la Fiscalía de Nuevo León, Mario Escobar recordó que hay dos mujeres imputadas por el caso. Se trata de Ana Luisa “N” y Elida Yurith “N”, gerente y recepcionista del motel Nueva Castilla, donde Debanhi fue localizada sin vida.

El pasado 10 de enero del 2023 las dos mujeres fueron vinculadas a proceso en relación al feminicidio, acusadas por los delitos de falsedad de declaraciones y encubrimiento en la investigación, sin embargo, esta investigación que corre en Nuevo León se mantiene sin novedades luego de dos años del inicio de este proceso penal en su contra.

Este año, de enero a febrero del 2025 Nuevo León ocupa el lugar número 8 de entre las entidades con mayor registro de homicidio doloso, por debajo de entidades como Estado de México, Guerrero o Sonora. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo, registró un total de 15 asesinatos de mujeres en dos meses, es decir, un homicidio doloso cada 4 días.

La promesa sin cumplir

En julio del 2023, el papá de Debanhi, Mario Escobar explicó a Cimacnoticias que la Fiscalía General de la República, no había realizado ninguna investigación con perspectiva de género y externó su inconformidad con las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se comprometió a la no impunidad y a garantizar la verdad a su familia, sosteniendo que «todo México y todo el mundo vio que quisieron esconder este feminicidio”.

Esta declaración se dio luego de que el 22 de abril de 2022 el -entonces- presidente Andrés Manuel López Obrador asegurara estar dispuesto a «ayudar en todo» para que se esclareciera lo sucedido, «porque tenemos todos que ayudar y que se castigue a responsables; que no quede ninguna duda sobre lo que realmente sucedió; es posible siempre aclarar todo, poniendo por delante la verdad, el no mentir y dar toda la información», aseguró.

Para enero del 2023, el presidente se reunió con la madre y el padre de Debahni Escobar, donde se resaltó de nueva cuenta que les ayudaría a esclarecer los hechos; pidió calma y refirió que no habría impunidad en el caso. Sin embargo, esta sería la última vez que la familia Escobar tuviera contacto con el mandatario; su sexenio cerró y entró en su lugar, Claudia Sheinbaum, quien hasta la publicación de este artículo no ha realizado ningún pronunciamiento que constante este «paso de estafeta» que dé continuidad al compromiso sin saldar de su par, López Obrador.

El último registro que se tiene de Claudia Sheinbaum haciendo alusión al caso, se dio durante su gubernatura en la Ciudad de México, donde externó su solidaridad con la familia y expresó que «cualquier feminicidio en el país duele», reafirmando su compromiso para erradicar el feminicidio en la capital. Sin embargo, como titular del poder ejecutivo, se pierde el rastro del hecho y con esto, se cumplen 3 años sin tener alguna voluntad política por agilizar las investigaciones y concluir, desde una óptica feminista, de género y sensible, la lucha de la familia Escobar que resiste por la justicia de Debahni.

CIMAC Noticias

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