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CDMX.- El año pasado, México tuvo una disminución de homicidios dolosos desde 2015 al registrar 7.9 por ciento menos que en el año previo, reveló este martes el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) en su más reciente informe sobre el índice de paz en el país.
En la presentación de su reporte anual, la oficina en México de la organización internacional reveló que esto significa una caída de 2 mil 431 delitos entre 2021 y 2022, que a su vez representa también una mejoría en el país por tercer año consecutivo, luego de que en 2019 se alcanzó el máximo histórico de 35 mil 687.
Sin embargo, a pesar de ser una buena noticia, Carlos Juárez Cruz, director en México del IEP, señaló que el país permanece por encima de la media internacional, lo que traduce en un promedio diario de 87 asesinatos, situación que no merece ninguna celebración.
“No es suficiente (la reducción), no es que haya que celebrar nada con un ocho por ciento de reducción de homicidios, es una buena noticia siempre que bajen los homicidios en México, pero seguimos con niveles muy superiores a la media internacional, tenemos una tasa de 24.5 homicidios por cada 100 mil habitantes que equivalió en 2022 a 32 mil víctimas o a 87 homicidios diarios en el país”, lamentó.
Además, apuntó que en 2022 se registraron máximos históricos en delitos de violencia sexual, feminicidios, de personas desaparecidas, de periodistas y activistas asesinados, así como policías.
Crimen organizado, relacionado con homicidios
Sobre el móvil de los homicidios en general, el directivo del IEP explicó que hasta el 80 por ciento de los casos están relacionados con el crimen organizado, principalmente, en torno al Cártel Jalisco Nueva Generación y al Cártel de Sinaloa.
Del total de muertes en el país en las que se encontró alguna relación con el narcotráfico, dijo, en el 95 por ciento de ellas tienen que ver con el grupo que lidera Nemesio Oseguera Cervantes y el encabezado por “Los Chapitos”.
Que los crímenes estén relacionados con la delincuencia organizada, no obstante, no quiere decir que las víctimas sean delincuentes sino que murieron durante hechos que derivaron de un hecho criminal.
“Pudo ser alguien que estuvo en medio de un fuego cruzado, puede ser que alguien pudo haber sido confundido, pudo ser que alguien estuvo atrapado en medio de las dinámicas de armas de fuego relacionadas con delincuencia organizada, alguien que participó en una extorsión cobrándola o que se negó a pagarla”, ejemplificó Juárez Cruz.
Derivado de esta situación, el informe del IEP expuso que Colima fue el estado más violento durante el año pasado, seguido de Zacatecas, Baja California, Guanajuato y Morelos, que de manera conjunta registraron una tasa de homicidios de 74.6 por cada 100 mil habitantes.
En contraparte se encuentran Yucatán, Tlaxcala, Chiapas, Tamaulipas y Nayarit, que promediaron 9.2 delitos de este tipo.
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