Washington, DC.- El presidente de México Andrés Manuel López Obrador propuso a su par de Estados Unidos, Joe Biden, entregar visas a migrantes para trabajar en infraestructura en la frontera y eliminar algunos aranceles en alimentos; además, puso a su disposición más de mil kilómetros de gasoductos para abastecer de energía a los estadounidenses, que sus ciudadanos carguen su gasolina en México y comenzar un plan de inversión privada.
Durante la reunión que ambos mandatarios sostuvieron este martes en la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington, DC, López Obrador planteó ordenar el flujo migratorio permitiendo la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de varias disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra.
“El propósito es contar con la fuerza del trabajo que demandará el plan propuesto por usted y aprobado por el congreso de destinar más de 1 billón de dólares para la construcción de obras de infraestructura y regularizar a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación”, mencionó López Obrador aun cuando los “adversarios” de Biden peguen el grito en el cielo.
El mandatario mexicano también reveló que desde que comenzó la crisis energética, el país ha destinado el 72% de su producción de petróleo crudo y combustóleo de exportación a las refinerías de Estados Unidos, lo que equivale a 800 mil barriles diarios y, de aprobarse que baje el precio de la gasolina en el Congreso de Estados Unidos, está dispuesto a que los estadounidenses que viven cerca de la frontera puedan cargar sus automóviles del lado mexicano a menor.
Otro punto fue el de poner a disposición del gobierno estadounidense “más de mil kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California por un volumen capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer a 3 millones de personas”.
Si bien López Obrador reconoció que se ha avanzado en eliminar aranceles, afirmó que aun existen algunos otros que podrían suspenderse de inmediato y hacer lo mismo con medidas reglamentarias y trámites tediosos en comercio de alimentos y otros bienes que aminoren los precios a los consumidores de ambos países.
El tabasqueño puso sobre la mesa iniciar un plan de inversión privada y pública entre los dos países para producir bienes que fortalezcan ambos mercados y se eviten importaciones de otras regiones.
“En nuestro país seguiremos produciendo petróleo en tanto se consuma la transición energética y se establecerá con inversionistas estadounidenses plantas de licuefacción de gas, fertilizantes y la creación de parques solares en el estado de Sonora y otros estados fronterizos, con el respaldo de termoeléctricas y el tendido de líneas de transmisión para producir energía en el mercado interno y exportar a estados vecinos como Texas, Nuevo México, Arizona y California.
López Obrador reprochó que desde hace tiempo no se está produciendo lo suficiente y en las últimas tres décadas “se aceptó de manera cómoda que China fuera la fábrica del mundo con la falaz idea de que en la globalidad no era necesaria la autosuficiencia alimentaria, energética y de otros bienes porque podíamos importar lo que necesitáramos”, lo que contrasta con la realidad.
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