Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se reunió con el padre Alejandro Solalinde para discutir sobre el tema migratorio en el país; el encuentro en Palacio Nacional, es el segundo en una semana.
“Platiqué con el padre (Alejandro) Solalinde sobre migración y justicia”, dijo López Obrador este lunes por la tarde en un breve mensaje difundido en sus redes sociales.
El mensaje del mandatario iba acompañado de una fotografía donde se le ve en Palacio Nacional junto con el defensor de derechos humanos y fundador del albergue para migrantes de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, “Hermanos en el Camino”.
La visita de Solalinde a Palacio Nacional es la segunda que tiene lugar en menos de una semana, en medio de la crisis migratoria que atraviesa el país.
El pasado 4 de abril, Solalinde se reunió con el presidente para plantearle la creación de la “Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería”, organismo que se perfila que sustituya al Instituto Nacional de Migración (INM).
Dicha coordinación, según Solalinde, estaría al mando un civil que suplirá las funciones que actualmente desempeña Francisco Garduño, como comisionado del INM.
Solalinde ha asegurado que la nueva Comisión daría un mejor trato a los inmigrantes, quienes han sufrido constantemente vejaciones de parte de agentes del INM.
La segunda reunión entre el presidente López Obrador y el religioso se da luego que 40 inmigrantes latinoamericanos murieron y, 28 más resultaron heridas, por un incendio ocurrido el 30 de marzo pasado en las instalaciones de la Estación de Control del INM en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando agentes de dicho instituto habrían dejado encerrados a un grupo de 68 personas inmigrantes en un dormitorio.
Ante esto, los cuerpos diplomáticos de países como Honduras, El Salvador, Columbia y otras naciones han demandó justicia a México por sus connacionales víctimas de esta tragedia e incluso señalado que su muerte fue un crimen de Estado.
Sin embargo, hoy, el presidente López dijo en su conferencia mañanera que los gobiernos latinoamericanos tienen razón en exigir justicia, pero negó que la muerte de los inmigrantes se trate de un crimen de Estado.
En este sentido subrayó que solo podía comentar que “nosotros no somos represores y que no violamos derechos humanos. Se dan estos casos lamentables que nos duelen mucho, pero el Estado mexicano no tiene como propósito violar derechos humanos”, puntualizó.
También dijo sobre la exigencia para que el titular del INM, Francisco Garduño sea despedido del Gobierno federal que esto no se cumplirá hasta que la Fiscalía General de la República (FGR) concluya las investigaciones del siniestro ocurrido en Ciudad Juárez y deslinde responsabilidades.
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