Estado de México.- Las candidatas a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez (Morena) y Alejandra del Moral (PRI-PAN-PRD), chocaron este jueves durante el segundo y último debate antes de las elecciones, que se llevarán a cabo el próximo 4 de junio.
Alejandra del Moral, ataviada con un traje sastre color rosa mexicano, es la que embiste primero. Advierte que Morena “es el cambio que destruye” y asegura que a ese partido y sus aliados “los mueve el odio, el rencor”.
Luego aborda el punto central del debate, de lo que se habla aquí y allá, de los sondeos de opinión: “Ellos quieren convencer con encuestas falsas, pero nosotros ya los alcanzamos. Y el caballo que alcanza, gana”.
Delfina Gómez, con una blusa de manta con grecas bordadas a mano por artesanas mexiquenses, no se engancha. La morenista se apega a su guión. Improvisa poco. Sólo dice que la priista y sus aliados “están desesperados” y que el 4 de junio “les vamos a dar una lección de dignidad”.
La maestra se guarda las “alusiones personales” hasta el final del debate: “Te recuerdo que ya te gané, que ya no tienes el apoyo de nadie y que no nos han ganado un solo punto en las encuestas”.
“¡No te enojes, Delfina! ¡Qué bueno que ya entraste en el debate! ¡Que no te mientan! ¡Ya perdiste una vez (en 2017 con Alfredo del Mazo) y vas a volver a perder!”, revira Alejandra del Moral.
A diecisiete días de la elección para la gubernatura mexiquense sólo hay dos certezas, y eso lo saben las candidatas de las alianzas Juntos Hacemos Historia (Morena-PT-PVEM) y Va por el Estado de México (PRI-PAN-PVEM-Panal).
La primera, que por primera vez en la historia de la entidad una mujer tomará las riendas del recinto de la Plaza de los Mártires. Y la otra: que muy lejos quedaron los lugares comunes que hablaron años y años de que el Estado de México era «la joya de la corona», «el laboratorio electoral de México» o «el último ensayo para las elecciones presidenciales».
En términos pugilísticos, se trata de esos combates donde uno de los rivales aguanta las embestidas y camina a lo largo de toda la pelea por las cuatro esquinas del cuadrilátero, mientras el otro lo persigue paso a paso, lo coloca en innumerables ocasiones contra las cuerdas, en una frenética lucha para lanzar el golpe preciso que defina la batalla.
También entran en el juego de vencidas los programas sociales que se ofertan en uno y otro lado. Y es en ese punto donde se dan las referencias, sin mencionar nombres, de los dos proyectos que se enfrentan. Delfina habla de implementar los apoyos del gobierno federal en territorio mexiquense. Alejandra refrenda el compromiso de mantener y fortalecer los que han instaurado los gobiernos priistas.
Y así se desarrolla el segundo debate mexiquense, donde están en juego 12.6 millones de votos para el próximo 4 de junio. La lista nominal con más electores en México. Ni más, ni menos. Delfina administra. Repite su frase favorita: “¡Vamos requetebien!”. Alejandra empuja y empuja. La priista lanza una pregunta a la morenista: “¿Te comprometes a respetar los resultados de la elección?” La respuesta nunca llega.
Las candidatas cierran como empezaron. Delfina machaca con aquello de acabar con casi cien años de gobiernos priistas en la entidad. Alejandra insiste en salir a las urnas y votar por quien tenga las mayores capacidades para gobernar una entidad como la mexiquense.
Cae el telón. Alejandra del Moral y Delfina Gómez ya no se verán las caras. Sus nombres estarán impresos en las boletas electorales y sólo ahí se podrá medir quién ganó este debate y el primero, el del 20 de abril.
Pero las candidatas saben que todavía falta un último trecho, el más complicado, el definitivo: una semana de campaña, luego los cierres regionales y el cierre general; tres días de veda electoral y los comicios del 4 de junio… El cierre de casillas. La tensa y larga espera de las cifras oficiales, las que confirmarán lo que decían las encuestas o las que den cuenta de una de esas volteretas épicas.
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