Ciudad de México.- Debieron pasar 195 años desde que México tuvo a Vicente Guerrero como su primer presidente quien concluyó su mandato en 1824 y luego transcurrir 70 años del derecho constitucional del voto para que las mexicanas vieran cristalizado el sueño de la genealogía de mujeres quienes hicieron posible romper uno de los techos de cristal que más tiempo llevó resquebrajar y obtener una representación en el poder ejecutivo el país, es en este junio 2024, que Claudia Sheinbaum Pardo, se consagra como la primera presidenta de México y heredera de esa dinastía de luchadoras.
La historia presidencial de México se narraba, hasta hoy, en masculino, hasta que en 2024, 51 millones 103 mil 424 de mujeres en la lista nominal garantes de su derecho al voto, están por transformar esa realidad.
Claudia Sheinbaum Pardo, hoy está a horas de ser la heredera de un camino de causas por la democratización de la vida en México luchado por mujeres, quienes exigieron, no solo formar parte de la vida pública y sus decisiones, sino de una ciudadanía completa.
Esa ciudadanía donde todas tuvieran derecho a decidir con quién se casaban, decidir no hacerlo, con quién lo hacían, divorciarse, heredar la tierra, la potestad sobre hijas e hijos y alcanzar educación con perfiles especializados, así como una igualdad sustantiva que se tradujera en calidad de vida.
Hoy Claudia Sheinbaum Pardo también sería la heredera del bastón de mando transferido por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador quien siempre se decantó por su perfil y candidatura, con esto, hoy esta mujer también es la abanderada en preservar el movimiento político de izquierda en México que arribó a la presidencia desde el 2018.
Claudia Sheinbaum, no llega sola, sino por el impulso de esa genealogía de mujeres quienes rompieron estereotipos de sus generaciones para alcanzar derechos hasta ese momento vedados.
Por eso es importante recordar parte de esta herencia que hoy ostenta Sheinbaum Pardo.
Eslabones de una cadena virtuosa
Dulce María Sauri, quien fuera gobernadora de Yucatán en 1991, integrante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y parte de la genealogía de mujeres que ayudaron a tener este logro para las mujeres en México, recordó que ella fue de las primeras que gobernó un estado de la República y la tercera gobernadora desde el momento en que las mujeres llegaron a ejercer un cargo como gobernadoras y mencionó:
Sauri recordó a las primeras mujeres en abrir la brecha política, hizo mención de las candidaturas de Griselda Álvarez, Rosario Ibarra de Piedra, Cecilia Soto, Marcela Lombardo, Patricia Mercado y Josefina Vázquez Mota a quienes llamó eslabones de una cadena virtuosa
Para Sauri, este triunfo de una mujer: «representa la culminación de una larga lucha por el ejercicio efectivo de los derechos políticos de las mujeres porque en un principio ni siquiera éramos consideradas ciudadanas», primero por la lucha por la ciudadanía, luego la lucha por el voto, por ser electas, por una transformación cultural que llevara que se tradujera en una realidad.
Para la política, lo más importante de una visión feminista en la próxima presidencia es que se asuma el compromiso real de luchar por todos los derechos para todas las mujeres, es decir, no solo para quienes hacen política o quienes están en cargos de representación popular, sino para las que hacen la vida cotidiana.
Para las que están exigiendo ejercer efectivamente su derecho al trabajo y su derecho a la educación, su derecho a la salud, su derecho a una vida libre libre de violencias, entonces si vemos desde esa perspectiva el hecho de ser mujer, aseveró que para la próxima presidenta de México, la compromete aún más para impulsar una agenda feminista a través de una visión feminista del ejercicio del poder.
Estamos a punto de cruzar un gran dintel de una enorme puerta ¿qué vaya a pasar cuando cruce la presidenta de la República las puertas del Palacio Nacional para asumir su encargo y su responsabilidad? Ahí vamos a entrar a otro momento de la participación política de las mujeres, que es igual de importante: es el ejercicio efectivo del poder y de la responsabilidad, que el pueblo le ha confiado a las mujeres y ahí todavía tenemos un déficit muy grande.
Pero cuando revisas las posiciones de poder, dónde están los núcleos duros de poder, vamos a ver que todavía las mujeres que están incluso presentes, no ejercen efectivamente la responsabilidad para la cual fueron designadas o en el caso de las electas, pues selectas por el pueblo, todavía nos falta ese camino.
Sauri pidió distinguir dos cosas, una: la visión feminista que se pueda traducir en políticas públicas que tengan que ver con el combate a la brecha enorme de desigualdad entre mujeres y hombres y otra es que haya personas que están identificadas como feministas en cargos en el gabinete o cargos administrativos.
Un cambio de legalidad
De acuerdo con Josefina Vázquez Mota, quien fue candidata a la presidencia de la República por el Partido Acción Nacional (PAN) en 2012 y Candidata del PAN al gobierno del Estado de México en el 2012, también platicó con Cimacnoticias y mencionó que la elección de una mujer presidenta para México podría representar un cambio en la legalidad, certeza jurídica, construcción de paz, reconciliación, respeto a la ley y respeto a cada una y cada uno de los mexicanos por encima de las diferencias o coincidencias en propósitos e ideologías.
Además, detalló que significa un cambio en nuestra historia y también en la vida de millones y millones de niñas y de mujeres y de hombres también por supuesto, pero particularmente de nosotros las mujeres.
Para Vázquez Mota, significa un avance sin precedente, un antes y un después, lo significó aún más en un «en un país tan misógino y patriarcal», por eso insistió en que había que pensar muy bien, por qué mujer votar, mencionó que «no es solamente el hecho de ser mujer, sino qué clase de mujer eres».
«Es un paso que tal vez no alcanzamos a dimensionar en este momento, pero que nos va a marcar para hoy y para siempre en positivo siempre y cuando sea esta mujer y no otra mujer que se asuma como una réplica o como un actuar obediente a un hombre».
Una conquista del movimiento feminista
Amalia García Medina, fundadora del partido de izquierda de la Revolución Democrática (PRD), y quien también fuera gobernadora de Zacatecas en el 2004, mencionó a Cimacnoticias que este triunfo trajo un deseo en el movimiento feminista de manera sobresaliente con el deseo y la esperanza de que la agenda de derechos se convirtiera en una prioridad, no obstante, no ha sido así, afirmó.
Más bien, detalló, ha sido la sociedad civil quien ha puesto el acento en estas causas y encontró «una gran cantidad de agravios mutuos de descalificaciones personales» entre las contendientes por la presidencia
Por tanto, propone que para próximas elecciones, sea menor el tiempo destinado a propaganda y más tiempo para debates sustanciales de contenido.
Resaltó que «es una conquista muy relevante», pero falta la otra parte que compete al movimiento de las mujeres para que insistan en una agenda prioritaria.
Lo deseable, mencionó, es que se adquiera una perspectiva de género, que se pongan las gafas violeta y que hagan compromisos con esa agenda de mujeres, consideró que todavía un vacío y que quedan a deber las candidatas.
Recordó que es un logro el principio de paridad en esta elección, pero no es suficiente.
Incluso, mencionó que toda la población el derecho a vivir sin miedo y a vivir en paz, esta es una prioridad, afirmó, porque la violencia está azotando al país y requerimos garantías para poder desarrollar nuestra vida, pero también es cierto, dijo, que las víctimas principales son las mujeres y las niñas no solamente por la acción del crimen organizado, sino incluso en el ámbito más cercano familiar esto lo que muestra es que el tejido social está destrozado.
Por tanto, dijo que se tiene que hacer un esfuerzo muy grande desde el Estado mexicano, desde quienes gobiernan desde los distintos poderes para generar condiciones de tranquilidad y la posibilidad de vivir en paz.
Hizo mención de una paradoja que debe cambiar en nuestra institucionalidad porque el presupuesto que se aplicará el 2025, lo enviará todavía el actual presidente López Obrador porque la ley establece que este se envía a más tardar el 8 de septiembre, pero quien gana las elecciones tiene hasta el 15 de noviembre para imprimir su propia visión.
Recordó que el Anexo 13 es también una conquista de las mexicanas, y recalcó que en presupuestos no se debe soltar la construcción de un sistema nacional de cuidados, porque se trata de la política social del siglo XXI y no un programa social más
Por lo que considera que es ahí en donde debe enfocarse la tarea construir un Estado de Bienestar cuidador, subrayó esta palabra: cuidador como adjetivo, porque, afirmó, es el contenido que debe dársele en el futuro.
Tampoco deberá perderse de vista, la incorporación de millones de mujeres a la actividad productiva, al trabajo asalariado con dignidad, lo cual, aseguró, impactaría positivamente en aproximadamente un 24% del Producto Interno Bruto en el país.
Entonces, para Amalia García, esta es la gran reforma con mayúscula, insistió, lo cual debe estar en la mira del próximo gobierno.
Además, no dejó de apuntar en materia ambiental, porque estamos en «una situación casi límite en el país y en el mundo por muchas razones entre otras por el cambio climático». Detalló que estamos en un punto de quiebre en el que tenemos que actuar para que se haga sostenible la vida en nuestro país, pero en condiciones de goce de derechos y en condiciones dignas.
Las mujeres la hicieron llegar
Ivonne Ortega Pacheco, quien fue gobernadora de Yucatán en el 2007 y también forma parte de la genealogía de mujeres quienes ayudaron a romper esta brecha de participación y representación política para las mexicanas. En conversación con Cimacnoticias, recordó que este triunfo de una mujer en la presidencia de México, «representa mucho», pero detalló que representa más que las mujeres la hayan hecho llegar».
Por tanto, indicó, «no solo llega a una mujer si no llega acompañada de la respuesta y el respaldo de su mismo género que eso es un gran logro también de alguna manera también las mujeres estaríamos llegando al poder ahí».
Durante la conversación recordó que el número de participación electoral de las mujeres en México, en este 1024, es por mucho el más grande que en elecciones pasadas.
Entonces, esto sería un paso trascendental para un paso más. Ortega definió que al final de cuentas «no queremos nada más funcionarias públicas, presidentas de la república, gobernadoras, sino también mujeres que puedan ser autónomas y que puedan ser independientes».
La historia
Hermila Galindo Acosta se convirtió en una de las máximas exponentes del feminismo en México entre 1915 y 1919, fundó y dirigió el semanario Mujer Moderna, el cual comenzó a publicarse el 16 de septiembre de 1915, con un enfoque de género adelantado a su tiempo, que defendía el derecho al voto de las mujeres.
En 1917, desafiando la ley electoral vigente, se presentó como candidata a diputada federal por la ciudad de México y, aunque no ganó la elección, sentó un precedente importante en la lucha por los derechos políticos de las mujeres.
Sus ideales en defensa de los derechos de las mujeres, la llevaron a enviar una iniciativa al Congreso Constituyente, reunido en la ciudad de Querétaro, en la que planteaba la necesidad de otorgar el derecho a votar de las mujeres como un paso importante para incluirlas en la vida política. La iniciativa fue leída el 12 de diciembre de 1916 y rechazada por los constituyentes.
En 1917, su postura por la aprobación del voto femenino y validación dentro de la Carta Magna la hizo una de las principales luchadoras por los derechos de la mujer. Aunque su petición fue ignorada, Hermila Galindo continuó la lucha y desafió la negativa con su candidatura como diputada, la primera mujer en competir por un cargo público de elección popular en la historia de México.
En 1916 Galindo Acosta envió la ponencia “La mujer en el porvenir”, la cual fue leída en la inauguración del Primer Congreso Feminista celebrado en Yucatán del 13 al 16 de enero.
En su ponencia, pidió establecer la educación sexual en los planes educativos, lo que provocó se le acusara de inmoral. En el Segundo Congreso Feminista, también efectuado en Mérida, Yucatán, del 23 de noviembre al 3 de diciembre del mismo año, se defendió de las críticas y fue apoyada por mujeres de gran prestigio, como Eulalia Guzmán y Matilde Montoya, la primera médica mexicana. En ninguno de los dos congresos hubo consenso en la petición del ejercicio pleno del sufragio femenino. Se acordó comenzar con el derecho a votar en las elecciones locales.
Ese mismo año, Hermila Galindo envió una petición a la Primera Comisión de Puntos Constitucionales en la que aseguraba que los derechos naturales deberían ser equitativos, “la igualdad ante la ley debe ser completa”, aseguraba. También había mujeres como Inés Malváez, quien argumentaba que las mujeres eran esencialmente conservadoras y afines al clero, por lo que podían ser un instrumento político de la iglesia. Hermila Galindo aseguraba que era necesaria la educación laica para no caer en las garras del clero.
Tras severas discusiones, los congresistas acordaron un sufragio gradual y diferenciado. Galindo Acosta estaba de acuerdo con esta idea, “el derecho del voto debe ser restringido, debiendo concederse únicamente a las mujeres de cultura eficiente y que aporten al mismo tiempo el conglomerado de sus actividades en cualquiera de las ramas de la ciencia, de la industria, del comercio, de la administración pública, etcétera” y de este modo, en el debate para la Carta Magna de 1917 se resolvió que solamente fueran los ciudadanos educados quienes pudieran votar; sin embargo, las mujeres, aunque letradas, fueron excluidas.
En septiembre de 1919 suspendió la publicación del semanario Mujer Moderna y se deterioró su relación con Venustiano Carranza, al publicar el libro Pablo González: un presidenciable, que defendía la candidatura del general Pablo González.
En 1919 se fundó el Consejo Nacional de Mujeres (CNM) renombrado posteriormente como el Consejo Feminista Mexicano (CFM) encabezado por María del Refugio García, Juana Belén Gutiérrez, Elena Torres y Estela Carrasco (Galeana, 2017) quienes exigieron la integración en su agenda el voto.
De acuerdo con Ana Lau Jaiven en Mujeres, feminismo y sufragio en los años veinte (2013) el Consejo Feminista Mexicano (CFM) hablaba del feminismo activamente, se discutían temas sobre la maternidad y el papel de la mujer frente al cambio revolucionario, Jaiven define el sufragio feminista en México durante la década de 1920.
En 1922, Rosa Torre González se convirtió en la primera regidora del país, en Mérida Yucatán. Un año después, Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero, fueron las primeras mexicanas electas diputadas al Congreso del Estado de Yucatán.
En San Luis Potosí se inscribió en el censo electoral a mujeres que supieran leer y escribir para las elecciones municipales de 1924 y en las estatales de 1925, pero un año más tarde la iniciativa fue derogada.
En Chiapas se permitió la elección de la diputada Florinda Lazos León y en Tabasco, a finales de 1925, fueron electas las primeras regidoras del estado: Celerina Oropeza, Reynalda Hernández y Francisca Rodríguez.
En Michoacán, Refugio “Cuca” García lanzó su candidatura independiente a una diputación federal por Uruapan; pese a que ganó, el Colegio Electoral negó su triunfo, lo que la llevó a protestar encabezando una huelga de hambre frente a la residencia presidencial. (Revista Digital de la Unidad Académica de Docencia Superior, Universidad Autónoma de Zacatecas, ISSN: 2594-0449), (Ana Lilia Cepeda: Las elecciones de las mujeres: Propuestas Legislativas. Sara Lovera y Yoloxóchitl Casas Chousal
Corría el año de 1923, en ese momento en México se llevó a cabo el Primer Congreso de la Liga Panamericana de Mujeres, al que acudieron feministas de todo el país. Fue ahí cuando definieron la necesidad de enviar al Congreso de la Unión una petición para hacer efectiva una igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres.
En ese mismo año se dio a conocer el libro de su autoría La Doctrina Carranza y el Acercamiento Indolatino. La correspondencia entre el presidente Carranza y Galindo hizo ver que la publicación contó con la anuencia del mandatario. Cuando Venustiano Carranza fue asesinado el 21 de mayo de 1920, Hermila Galindo desapareció del escenario público.
El 7 de febrero de 1940 se le otorgó la condecoración al Mérito Revolucionario, en reconocimiento a su amplia acción revolucionaria, y fue considerada veterana de la Revolución por sus servicios a ese movimiento y recibió cartas de recomendación de dos revolucionarios importantes: Luis Cabrera y Pablo González.
La labor de Hermila Galindo como pionera impulsó el desarrollo de ulteriores movimientos feministas, los cuales demandaron la modificación del artículo 34 constitucional, para garantizar el derecho al voto de las mujeres, aspiración que finalmente fue alcanzada mediante un decreto publicado el 17 de octubre de 1953 por el presidente Adolfo Ruiz Cortines, quien, reconociendo su tarea, le otorgó el nombramiento honorario de “La Primera Mujer Congresista”. Hermila Galindo falleció un año después, el 19 de agosto de 1954.
Tras este proceso, el 6 de abril de 1952, “más de veinte mil mujeres se agruparon en el Parque 18 de Marzo de la Ciudad de México, exigiendo al entonces candidato presidencial Adolfo Ruíz Cortines que hiciera cumplir su gran promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser electas”.
Tras sus exigencias, finalmente el 17 de octubre de 1953, Adolfo Ruíz Cortines -como presidente de México- publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto donde se anunció a las mujeres el derecho a votar y ser votadas.
Junto a ellas está la genealogía de mujeres políticas quienes ocuparon algún cargo público e incluso intentaron llegar a la presidencia: Griselda Álvarez Ponce de León (1979-1985), gobernadora en Colima; Beatriz Paredes Rangel (1987-1992), gobernadora de Tlaxcala; Dulce María Sauri Riancho (1991- 1993), gobernadora de Yucatán en sustitución de Víctor Manzanilla Schaffer; Rosario Robles Berlanda (1999-2000), jefa de gobierno de la Ciudad de México en sustitución de Cuauhtémoc Cárdenas; Amalia García Medina (2004-2010), gobernadora de Zacatecas; Ivonne Ortega Pacheco (2007-2012), gobernadora de Yucatán; Claudia Pavlovich Arellano (2015-2021), gobernadora de Sonora; Claudia Sheinbaum Pardo (2018-2023), Martha Erika Alonso Hidalgo, el 24 de diciembre del 2018, a dos semanas de asumir la gubernatura de Puebla murió en un accidente en una aeronave en la que viajaba.
Cabe destacar que México fue de los últimos países en legislar el voto femenino y se implementó debió a la presión internacional de la ONU, quien en 1952 estableció que ningún país decirse democrático sino tenía la ciudadanía más de la mitad de su población.
Claves feministas para el poderío y la autonomía de las mujeres
Por eso, en 1952 cuando, en su campaña electoral, Adolfo Ruiz Cortines se comprometió a llevar a cabo la reforma del sufragio y el movimiento de las mujeres cobró un nuevo impulso para lograrlo.
El decreto de ley que permitía a las mujeres votar y ser votadas finalmente se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre de 1953 y las mujeres, en todo el país, participaron por primera vez en las elecciones federales de 1955.
Como lo informan en el documento 70 años del voto en México que tiene el Archivo Histórico de la Cámara de Diputados, en el discurso que pronunció el 12 de octubre de 1954, la diputada Martha Aurora Jiménez habló del privilegio y honra que le representaba ser la primera diputada federal.
Asimismo, defendió las cualidades de la mujer como incansable luchadora social y conocedora de las implicaciones y responsabilidades de ejercer el derecho al voto.
El aumento de la participación femenina en los espacios laborales y educativos, alentó que en 1974 se buscara la igualdad jurídica entre mujeres y hombres, promoviendo el rechazo a cualquier privilegio, superioridad o jerarquías de grupos o sexo, impulsando un sistema de vida en condiciones abiertas que dignificara su participación política, económica, profesional, laboral y jurídica.
Para ello, el 18 de septiembre de 1974, el presidente Luis Echeverría Álvarez, presentó una iniciativa de reforma y adiciones a los artículos constitucionales 4, 5, 30 y 123, siendo aprobada el 27 de diciembre y promulgado el 31.
En 1993, se modificó el artículo 175 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), así como adiciones a los artículos 115 y 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En la modificación del Código se hizo la “recomendación” a los partidos políticos para incluir a las mujeres en los procesos electorales mediante “cuotas”, las cuales establecían que los partidos políticos debían presentar en sus fórmulas de candidaturas a senadurías y diputaciones, una proporción de mujeres no menor al 30% de sus candidaturas.
Gracias a la lucha de todas estas mujeres, y a lo largo de 23 legislaturas, se fueron incorporando más mujeres que dieron prioridad a temas de género, entre ellos el de la paridad total, que casi 70 años después de la reforma constitucional, se logró alcanzar y nos permite hoy tener 250 diputadas, siendo la LXV Legislatura la única a nivel mundial que tiene paridad.
En la lucha de la equidad en nuestro país han sido ocho las mujeres mexicanas que se han postulado para competir en las elecciones presidenciales, desde el año 1982 y 1988 con Rosario Ibarra de Piedra, donde perdió contra Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari. Le siguió Cecilia Soto junto con Marcela Lombardo Otero en 1994 donde se enfrentaban con Luis Donaldo Colosio, pero fue asesinado el 23 de marzo, lo que llevó a Ernesto Zedillo a aparecer en las boletas y ganar la presidencia priísta. (El voto de la mujer en México, IEQROO)
En el 2006, Patricia Mercado Castro, fue elegida por el partido Alternativa Socialdemócrata, (este año fue el primero en donde Andrés Manuel López Obrador compitió) sin embargo, el panista Felipe Calderón se llevó la elección.
En el 2012, Josefina Vázquez Mota fue la abanderada del Partido Acción Nacional (PAN), quedando en tercer lugar, López Obrador en segundo lugar y el PRI en primer lugar con Enrique Peña Nieto ganaron los comicios. En las elecciones del 2018, Margarita Zavala renunció al PAN y se registró como aspirante a la candidatura por la Presidencia de México por la vía independiente, este año fue la tercera vez que AMLO se postuló y triunfó.
Estas acciones dejaron marca en cada una de las mujeres que querían ver un verdadero cambio en la vieja política mexicana.
Como bien lo ha dicho Chantal Mouffe, de una lucha en contra del poder, sino a favor de construir formas de poder más convenientes a los valores democráticos y feministas
Sheinbaum en la política
El primer contacto con el activismo político se dio durante su tiempo de estudiante en la Universidad Autónoma de México (UNAM) donde se unió a la huelga en contra de los cambios que el rector Jorge Carpizo MacGregor (1986-1987).
Los cuales fueron escritos en un documento de 30 cuartillas titulado Fortaleza y debilidad de la Universidad Nacional, donde se referían a los “problemas” que tenían en la máxima casa de estudios y una lista de lo que se cambiaría para solucionarlos, dentro de ellos se encontraban reformas a los Reglamentos Generales de exámenes, inscripciones, pagos, posgrado, y el Estatuto General de la UNAM, siendo una de las principales voces del movimiento en contra de las modificaciones planeadas.
Desde su ingreso a la educación media superior, en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, se abrió paso en el activismo y, durante la licenciatura, fue una de las líderes en la huelga de 1986 donde exigía una mayor autonomía universitaria, mejores condiciones de estudio y la defensa de la educación pública en México.
Su gusto por la Física y la Ingeniería la llevaron a publicar diversos artículos e investigaciones lo que la llevó en 1995 a pertenecer al cuerpo académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM. También era integrante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), quienes la llevaron al grupo juvenil del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ya en el año 2000, fue presentada como parte del gabinete del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador al frente de la Secretaría de Medio Ambiente del entonces Distrito Federal.
Tras la creación del partido Morena en octubre del 2011, Sheimbaum Pardo, formó parte del equipo de personas cercanas al presidente López Obrador, de esta manera llegó a ser electa como delegada en Tlalpan además de ser la primera jefa de gobierno durante el 2018.
Sheinbaum Pardo ante el mundo
Claudia Sheinbaum Pardo se suma a las 19 mujeres quienes asumen un cargo de máximo poder, más entre las que destacan: Portia Simpson-Miller, Jamaica en el 2011, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, se convirtió en la primera mujer en encabezar el gobierno de la isla caribeña tras arrasar en las elecciones de 2010.
Dilma Rousseff, elegida en 2010 como la primera mujer presidenta de Brasil, Michelle Bachelet, volvió a ser elegida en Chile en 2013 en su segundo mandato, tras el periodo 2006-2010. Cristina Fernández se convirtió en la primera mujer en ser elegida para presidir Argentina al igual que Ellen Johnson Sirleaf en Liberia durante el 2005.
Catherine Samba-Panza fue nombrada alcaldesa de la capital, Bangui en 2013 y elegida presidenta interina poco después, con lo que se convirtió también en la primera mujer en tener el cargo en la República Centroafricana.
Helle Thorning-Schmidt fue la primera jefa del Partido Socialdemócrata en 2005 y después primera ministra en 2011. El parlamento de Kosovo eligió a Atifete Jahjaga como la primera mujer presidenta, con lo que se convirtió en la primera mujer en jefa de un estado balcánico.
TE RECOMENDAMOS LEER:
Síguenos en