Ciudad de México.- Tras una discusión de más de seis horas, con 69 votos a favor, 53 en contra y 0 abstenciones, este miércoles el Senado de la República avaló, en lo general, el Plan B de la reforma electoral impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador; Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara alta, votó en contra.
Desde que anunció su intención de voto apartada de la línea oficialista, Monreal puntualizó que era “un asunto estrictamente personal” y no involucra al grupo parlamentario de Morena. “No soy ingenuo y sé a lo que me enfrento. Lo único que quiero es que se respete la Constitución”, sostuvo.
Tras la aprobación en lo general, comenzó la discusión en lo particular, para la que se presentaron mil 244 reservas
Entre los argumentos que el oficialismo dio a favor de la reforma electoral, la senadora Mónica Fernández mencionó la reducción de la estructura administrativa del Instituto Nacional Electoral (INE), así como la compactación de estructuras y optimización de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE).
Por el contrario, el senador Emilio Álvarez Icaza puntualizó que se trata de un paquete “profundamente inconstitucional”, cuyas propuestas son un “golpe de Estado en cámara lenta”.
Con él coincidió Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de Movimiento Naranja, quien afirmó que “la reforma está planteada y procesada de una manera impresentable en términos democráticos: se redacta desde el poder para mantener el poder y se construye a partir de la exclusión de las distintas fuerzas políticas”.
Y es que con estos cambios, el INE ya no podrá cancelar candidaturas por faltas graves como parte de las sanciones a los partidos políticos, desaparece el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que se utiliza en cada comicio y, entre otras instancias, se elimina la Secretaría Ejecutiva del INE.
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