Tenedores de bonos extranjeros han emprendido un diálogo con la prestamista no bancaria Crédito Real a fin de agilizar su liquidación, lo que ha provocado que se retrase la audiencia para promover la quiebra involuntaria.
En los últimos días, se han definido los activos que aún le quedan a la empresa para ampliar las posibilidades de los acreedores a su recuperación, luego de que en febrero pasado las acciones de la financiera perdieran el 99% de su valor por incumplir un bono de 176 millones de dólares.
A pesar de que la compañía ya se encuentra en una mejor posición económica que vislumbra una recuperación, el camino atípico que ha seguido muestra proyecciones que podría alcanzar hasta los 20-25 centavos en dos años, a diferencia de los 14 centavos que se estiman lograría en 6 años tras un concurso mercantil.
Tenedores de bonos y acreedores no garantizados participan activamente en las negociaciones con la financiera especializada en otorgar préstamos a la población de menores ingresos y a pesar de que aún no se concreta algo, significa un paso hacia un acuerdo que pueda derivar en un mejor escenario para la industria de prestamistas no bancarios en general y en específico el descuento por nómina, revelaron fuentes cercanas al caso.
En tanto, Crédito Real mantiene su defensa para evitar litigar su caso bajo el Capítulo 11, puesto que, de concretarse, las leyes estadounidenses obligarían a la empresa a salir de la jurisdicción mexicana en la que se ha centrado la liquidación y se priorizó la respuesta a bancos garantizados y Nacional Financiera (NAFIN).
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