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CDMX.- La líder del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Patricia Flores Armenta, desapareció. Ella desde el año pasado había recibido amenazas de muerte para evitar que busque a sus hijos desaparecidos
A través de su cuenta de Twitter, la asociación informó que Ceci Flores se encontraba realizando una búsqueda en Sinaloa cuando fue vista por última vez mientras iba bordo de una patrulla de la policía estatal.
Desde 2015, la activista realiza rastreos en campos de Sinaloa tras la desaparición de su hijo Alejandro Guadalupe, de 21 años, en Los Mochis, así como de su hijo Marco Antonio y Jesús Adrián, este último siendo menor de edad.
En abril del 2022, Ceci encontró un cuerpo en la Costa de Hermosillo, que en un principio se pensaban eran de su hijo Marco Antonio, sin embargo, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) comunicó que los restos óseos no correspondían a los de su hijo.
La autoridad indicó a través de redes sociales que se realizaron pruebas de genética de ADN en el laboratorio CIF, donde se obtuvo un resultado negativo.
Ceci Flores había recibido amenazas de muerte
Flores denunció el pasado mes de noviembre que había recibido amenazas de muerte por lo que pidió seguridad al Estado.
“Me siento cansada, siento que lucho contra corriente; pero muchas veces me siento satisfecha al recordar cuantas madres me han llamado para agradecerme porque han vuelto sus hijos a casa, con vida o sin vida”, expresó con voz entrecortada.
La líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora dijo estar molesta y a la vez fastidiada de que las autoridades de la Fiscalía General del Estado y de la República, no hayan dado con los responsables de las amenazas que había sufrido, pues no es la primera vez que había sido víctima de ellas.
Incluso, en aquel momento consideró que las amenazas no venían de grupos delictivos del narcotráfico, pues según Flores «ellos no amenazan, si te van a matar te matan».
«Ya ni creo la verdad que sea el cártel, ellos no son tan cobardes, no te amenazan con que te van a matar, ellos llegan y te matan, no te andan diciendo cosas.
Siempre he dicho que le tengo más miedo a las autoridades que a los cárteles, para que me estén amenace y amenace con que no siga buscando o de lo contrario, me voy a arrepentir o que me tengo que atener a las consecuencias da impotencia, por lo que para mi el hecho de que no se investiguen o rastreen los números (telefónicos), solo refleja que existe conveniencia para que yo no realice mi trabajo», dijo la activista.
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