De las más de 112 mil personas desaparecidas que hay en México, de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, un gran porcentaje se encuentran bajo el agua, cuya localización se vuelve más compleja.
Las fiscalías de la República Mexicana tienen pocos datos de estas desapariciones, y de 32 estados de la República, sólo 18 cuentan con información sobre los hallazgos de cuerpos u osamentas en sitios con agua que ocurrieron del 2006 al 2022.
Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas, suman en cifras oficiales 4,963 cuerpos y 42 osamentas localizadas bajo el agua, esto en 16 años, sin contar los 14 estados restantes, cuyas cifras no están registradas.
De acuerdo con el documental de Ruido en la Red Bajo el lirio, los cuerpos de agua con mayor número de hallazgos son el Río Bravo (Tamaulipas), la Cañada del Lobo (San Luis Potosí), el río Nazas (Durango) y la presa Marte R. Gómez (Tamaulipas).
En estas circunstancias, la Comisión Nacional de Búsqueda es de vital apoyo para las familias, en especial cuando escuchan el rumor, que el cuerpo de su familiar está bajo el agua, porque ahí ya no bastan las palas y los picos, deben echar mano de especialistas de distintas disciplinas para intentar encontrar justicia.
Una gran ayuda para las familias de los desaparecidos ha sido, Salvador Estrada, buzo del INAH que ha participado en prospecciones subacuáticas en México, afirma que hacer estas expediciones también conlleva el saber lidiar con las familias y recomienda hablarles siempre con la verdad.
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