Desinformación, barrera para lograr la Agenda 2030

diciembre 28, 2024
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Ciudad de México.- Con la llegada del cierre de año, se comienzan a zanjar los logros, detrimentos y conquistas alcanzadas durante 2024 de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales que pretenden poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que, en 2030, todas las personas alcancen la seguridad, plenitud y de un estado de derechos pacífico.

En aras de saber qué tanto se ha avanzado y cuáles son los objetos que han entorpecido caminar hacia esta agenda, Naciones Unidas expone que una de las barreras prioritarias a derribar es la desinformación; construir un «ecosistema de información sano», es decir, condiciones para que la población pueda obtener datos confiables y creíbles, será pieza clave si se quiere alcanzar la Agenda 2030.

En entrevista con Carmen Morales, directora del Centro de Información de Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la jefa de comunicación global de la ONU, Melissa Fleming alertó sobre la necesidad de cultivar entornos informativos confiables y creíbles para que “los hechos prevalezcan sobre las mentiras” y el odio cese, especialmente en las redes sociales.

“El odio es una forma de desinformación y puede llevar a la violencia, incluso a la guerra”, destacó Fleming, quien también habló sobre la campaña global de la ONU “No al odio”, con la que se busca promover el entendimiento y defender los derechos humanos.

Peligros de la desinformación para alcanzar los objetivos

Para dimensionar el peso que tiene el acceso a la información, Melissa Fleming ha colocado esto como el centro de la agenda del Departamento de Comunicación, pues de acuerdo a la titular, sin un ecosistema de información saludable no podemos avanzar en los ODS. 

Por ejemplo, en la acción climática, si el cambio climático está siendo distorsionado o calificado como un engaño, necesitamos un entorno informativo donde los hechos prevalezcan sobre las mentiras. Pero, actualmente, nuestro ecosistema de información está contaminado con desinformación, información falsa y discursos de odio.

En añadidura, esto está polarizando a las personas y llevándolas por un camino equivocado. Así que sentimos firmemente que debemos trabajar en nuestro entorno informativo para que las personas puedan tener acceso a información confiable y creíble.

Los peligros principales de no tener un ecosistema de información sostenible es que no se logra remar en la misma dirección, es decir, todas las causas están dispersas y no mantienen una coerción que dé pie a los mismos objetivos. 

Fleming dice que existía un consenso de que el cambio climático era problema prioritario, pero con la llegada de los mensajes de odio y la facilidad de viralizar información, las luchas se han entorpecido.

«La amenaza es que hay contenido dañino y sin responsabilidad circulando en las redes sociales, no solo circulando, sino siendo amplificado porque los algoritmos están diseñados para promover contenido que causa indignación, que desata temores y genera emociones intensas, mientras que los hechos o los contenidos positivos suelen quedar relegados o incluso son minimizados» (Melissa Fleming)

La respuesta que está lanzando la ONU para combatir la desinformación y los discursos de odio es la campaña «No al Odio». Suena obvio, dice Fleming, pero hasta que realmente logremos que las personas piensen que el discurso de odio no debe ser tolerado, no podremos avanzar. Lo que buscamos es lo opuesto al odio. Creemos que las personas pueden vivir en armonía, trabajar juntas en soluciones comunes y no atacarse mutuamente.

El odio es una forma de desinformación y puede llevar a la violencia, incluso a la guerra. El odio es peligroso. Nuestra campaña “No al Odio”, que es una campaña en redes sociales, ha inspirado a muchas personas a difundir el mensaje de que rechazamos el odio y exigimos un tipo diferente de discurso.

Un futuro sostenible: ¿Qué podemos hacer y qué esperamos en los próximos años?

Uno de los objetivos del Departamento de Comunicaciones Globales de la ONU, el cual dirijo, y de las oficinas de comunicación de la ONU, es difundir información confiable y basada en hechos sobre la ONU y sobre la situación del mundo. 

Este órgano difunde datos, informes y contenido único que nadie más posee, y su trabajo es empaquetarlo, distribuirlo y hacerlo accesible.

Sin embargo, esto se ha vuelto cada vez más difícil debido a los algoritmos que no priorizan el contenido considerado “político”, lo que incluye a la ONU. 

Esa es una de las razones por las que Melissa Fleming refiere que necesitan ir más allá del rol típico de comunicación y crear un plan para un ecosistema de información saludable. 

El Secretario General de la ONU, António Guterres, presentó en junio estos Principios Globales para la Integridad de la Información de la ONU, una herramienta que permite identificar los ecosistemas de información que se gestan alrededor del mundo.

Estos Principios contienen recomendaciones para diversos actores sobre su responsabilidad para hacer el ecosistema informativo más humano. 

Hay recomendaciones para plataformas digitales, gobiernos, medios de comunicación tradicionales, anunciantes, empresas de relaciones públicas y usuarios. Pero la mayor responsabilidad recae en las plataformas de redes sociales y actores de inteligencia artificial (IA).

Sobre esta línea, Melissa Fleming hace un llamado a las plataformas digitales a adherirse a sus propios estándares que dicen promover. Han publicado normas en las que afirman que quieren una plaza mundial, por ejemplo, o una plataforma de medios sociales que permita a amigos y familiares reunirse y compartir, en lugar de dividir a la gente. 

Deben estar a la altura de estas promesas, y también reforzar la confianza y la seguridad. Por desgracia, muchas plataformas han diezmado sus equipos de confianza y seguridad o los han reducido drásticamente.

«También pedimos a los actores de la IA y a las empresas de redes sociales que incorporen la seguridad desde el diseño. La desinformación no debe monetizarse. Desafortunadamente, gran parte de lo que impulsa la desinformación, los sitios de noticias falsas y los deepfakes es que arrojar desinformación y odio es realmente rentable, y esto debe terminar», zanja Gleming.

Si bien la ONU no cuenta con una autoridad regulatoria para injerir en la toma de decisiones globales y en la toma de políticas de las plataformas, Fleming explica en entrevista que la ONU es autoridad moral y que se pretende que sus principios actúen como guía para las personas, gobiernos y contrapartes que perpetúan la desinformación.

En añadidura, se aboga por una inversión en medios de comunicación que combatan la desinformación, pues estos espacios son pilar para la democracia y que se han visto seriamente atravesados por las redes sociales, espacio que ha derrumbado por completo la labor por una información veraz y confiable. 

Además de esta inversión de los medios, es urgente la alfabetización mediática; las infancias deben poder navegar seguras en redes sociales y acceder a información oportuna, pero también, las personas adultas mayores. 

Si bien este trabajo no sucederá de un momento a otro, sí requiere que todos los actores sociales dimensionen la importancia de este hecho y trabajar sobre ello.

¿Qué podemos hacer desde nuestra trinchera? Melissa Fleming deja tres cosas vitalicias sobre la mesa.

  • Piensa antes de compartir
  • Haz una pausa y piensa antes de compartir
  • Es importante asegurarse de validar las fuentes antes de difundir información y no ser parte de la difusión de desinformación.

«Invito a que exijamos cambios. Creo que hay muchos padres y madres que están extremadamente preocupados por la seguridad de sus hijos en línea. Y creo que ellos son una fuerza política muy poderosa que puede exigir cambios en los algoritmos que están alimentando a sus hijos con contenido peligroso y dañino. Eso podría cambiar mucho las cosas. Así como conocer cómo se utilizan tus datos e información, cómo se extraen y venden a los anunciantes, y por qué se te muestra cierto contenido. Creo que necesitamos recuperar nuestros propios derechos como individuos y exigir un ecosistema informativo más saludable.» (Melissa Fleming)

Rumbo a la agenda 2030: ¿Qué saber sobre el tema en materia de género?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para que, en 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad. Entre los ejes principales de los ODS está abolir la discriminación contra mujeres y niñas.

«La creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad son necesarios para alcanzar los ODS en todos los contextos» (ONU)

El objetivo número 5 se titula Igualdad de Género y pretende terminar con las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para el desarrollo sostenible. 

Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial. La PNUD presume que, aunque existen algunos detrimentos, se ha consagrado paridad de género en la educación primaria en los últimos 20 años.

Pero aunque hay más mujeres que nunca en el mercado laboral, todavía hay grandes desigualdades en algunas regiones, y sistemáticamente a las mujeres se les niegan los mismos derechos laborales que tienen los hombres. 

La violencia y la explotación sexual, la división desigual del trabajo no remunerado -tanto doméstico como en el cuidado de otras personas- y la discriminación en la toma de decisiones en el ámbito público son grandes obstáculos que aún persisten. El cambio climático y los desastres continúan teniendo un efecto desproporcionado en las mujeres y los niños, al igual que el conflicto y la migración.

Además, resulta urgente denunciar que el acceso universal a salud reproductiva y sexual y otorgar a la mujer derechos igualitarios en el acceso a recursos económicos, como tierras y propiedades, son metas fundamentales para conseguir este objetivo; rumbo a la agenda 2030, los pendientes por abolir son múltiples y la violencia en razón de género se ha recrudecido alrededor del mundo, como Cimacnoticias documentó en ¿A qué se enfrentaron las mujeres y niñas del mundo este 2024?

CIMAC Noticias

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