Redacción El Coahuilense
Por Ethel Arredondo
Comarca Lagunera.- Un grupo de 76 ejidatarios de Villa Juárez, Durango encabezados por su asesor jurídico Arturo López, exigen al Gobierno Federal la indemnización y reparación del daño ecológico causado por la construcción de la segunda etapa de la planta termoeléctrica de la CFE en su comunidad.
Afirmaron que, desde 1989, cuando se firmó el contrato bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, no todos los afectados han recibido el pago correspondiente por las 126 hectáreas cedidas para el proyecto, y las promesas de empleo solo se cumplieron parcialmente, beneficiando a 12 personas.
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“El contrato se firmó hace más de 30 años, pero no se indemnizó a todos. Solo a unos cuantos les pagaron, mientras que el resto ha sido ignorado por completo”, explicó Arturo López, quien también denunció que la paraestatal no cumplió su promesa de empleo.
“Se dijo que se contrataría a los ejidatarios, pero al final solo emplearon a 12 personas, dejando a muchas familias sin sustento”.
Además de la deuda económica, los ejidatarios señalan el impacto ambiental devastador que ha tenido la planta sobre Villa Juárez. Según el documento entregado a los medios de comunicación, emitido por la Unión de Familias Afectadas, la termoeléctrica ha provocado la sobreexplotación de mantos acuíferos, reduciendo la disponibilidad de agua y afectando gravemente la agricultura local.
“En Villa Juárez, la tierra dejó de producir lo que solía. Antes podíamos hacer tres cultivos al año, pero ahora solo quedan parcelas secas para forraje”, comentó López.
Los ejidatarios también denuncian la contaminación de las aguas que corren hacia el Río Nazas, afectando al Parque Nacional Raymundo y las tierras agrícolas circundantes. La CFE habría construido un canal para desechar aguas residuales que, según los afectados, contienen desechos industriales que envenenan el suelo.
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En una conferencia de prensa, López hizo un llamado a la CFE y al Gobierno Federal para que inicien un diálogo con la comunidad afectada y se atienda tanto la indemnización económica como la recuperación del medio ambiente.
A decir de Arturo López la afectación va más allá del ejido y alcanza a toda la Comarca Lagunera, pues “no es solo un problema local. La destrucción de los mantos acuíferos y la contaminación del Río Nazas impacta a toda la región.
Familias enteras han tenido que emigrar o cambiar su forma de vida. Antes, se podía depender de la agricultura, pero ahora la falta de agua y la degradación del suelo han arruinado lo que solía ser una fuente de sustento para cientos de personas».
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